Jueves

21 2 0
                                    

Lo venía idealizando hace rato. Pensando como se podría llegar a ver cuando lo topara, como olería, si tendría sabor o no, si tendríamos química. Lo venía soñando, pero.. ¿soñando qué? Me habían hablado antes del amor pero jamás había tenido contacto con él más allá de mis sueños e imaginaciones. Me habían dicho, que cuando él llega, todo cambia. Cuando te atrapa te inmoviliza. Y que si te conoció hasta lo más profundo, es porque llegó para quedarse. Claro que yo podía asentir con la cabeza cada vez que hablaban de amor simulando saber del tema, aunque no era así. Uno no puede describirlo hasta que lo siente, y yo no lo había sentido hasta ese día. Ese día me desperté sintiéndome rara, como si algo hubiera hecho un "click" en mí. Había recibido un mensaje de buenas noches de ese chico, el que había conocido en el colectivo y chateábamos todo el rato. Me había llegado un mensaje de buenas noches que no llegué a leer por quedarme dormida, pero lo abrí a la mañana siguiente. Y así fue como sentí que algo había cambiado. Me había sacado una sonrisa, como la que brotó en mi rostro entero el día que lo vi por primera vez. La sensación que me provocó me recorrió todo el cuerpo. Fue una mezcla inmensa de emociones interminables. No por el contenido del mensaje, sino por su actitud. La tarde anterior le robé un beso. Claro que las cosas estaban cambiando! Le había robado un beso a ese chico! El mismo con el cual fui a la plaza a pasear a dos perros, sin intención de que eso pasara, o tal vez sí, pero no era el momento. Era todo una gran confusión. Nadie sabía de él, nadie sabía de los diez días que habíamos pasado recorriendo cuadras y cuadras en nuestras caminatas, las meriendas juntos, los paseos a los perros, las risas a carcajadas, divirtiéndonos como dos niños. Nadie lo sabía más que nosotros. Claro que era evidente que algo nos traía así por esos días, el llegar a casa con una sonrisa de oreja a oreja merecía una explicación. ..Y me sigo preguntando por qué le di ese beso. Qué vi en él? Qué pudo haber sido tan especial para hacerme volar con tan solo una mirada, o palabras? Era él, era su esencia, la que no modificaría ni en un millón de años. Cómo pudo haber hecho para que yo sienta eso, eso que me nombraban tanto, eso que bien sabe llamarse amor, habiéndome autoconvencido de no prestar atención en sonrisa que no fuera la mía, en no preocuparme por felicidad y bienestar que no fuera el mío. Cómo pudo haber hecho para sobornarme de ese modo la razón, para hacer de mis noches días enteros, de mis letras cancioneros, de mi vida un carnaval. Cómo había hecho.

Si, ya no era tiempo de dudar. Algo había cambiado ese día.


LunesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora