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Salgo del bar y el viento me golpea fuertemente la cara, cruzo la calle y voy directamente a mi apartamento. En cuanto llego descargo mis cosas en el primer sofá que veo.

Mi apartamento no es muy grande pero tiene una vista muy buena de la ciudad, tiene dos habitaciones, un salón espacioso y algunas otras cosas.

Me doy una ducha antes de ir a dormir, cuando salgo me pongo el pijama y miro la hora, las 2:30 de la mañana, cada vez mi trabajo en el bar es más largo antes trabajaba hasta las 12:00 y ahora es hasta mucho más tarde.

Me recuesto y pienso en dormir hasta que mi teléfono empieza a sonar haciendo que me sobresaltara, es una llamada pero es de un número desconocido, pienso en contestar o no; al final no lo hago y me dispongo a dormir.

**

-Emily ya te dije que no, tengo que trabajar.

-Oh vamos Amy, será divertido -dijo haciendo un puchero-.

-No.

-¡Oh por favor! ¿Cuándo dejaras de pensar en el trabajo y empezaras a divertirte un poco?

La miro pensando un rato, ella sabe perfectamente que no me gusta ir a fiestas pero siempre intenta cambiar mi opinión, pero esta vez no lo logrará, ya me metió en muchos problemas como para meterme en más.

-Emily, sabes perfectamente que no me gusta ir a fiestas, donde siempre te emborrachas y me dejaras sola por cualquier baboso que se te atraviese.

-¡Esta vez no lo haré! ¡Lo juro!

-Está bien -suspiré- pero si me dejas sola no esperes que siga acompañándote a tus malditas fiestas.

Ella empieza a dar saltos como una niña y todo el mundo se la queda mirando raro.

-Espera, ¿Y mi trabajo?, ¡No puedo faltar así sin más! , debo tener una excusa.

-¡Di que estás enferma! o ¡algún problema con tu familia!

-¿Ah sí?, ¿Y con que familia?

Ella reacciona y se me queda mirando.

-¡Entonces di que estás enferma!

Pasamos un rato hablando más en el café en el que ella trabaja y acordamos de que ella estaría en mi casa a las nueve.

Llamo a mi jefe para decirle mi maravillosa excusa, seguro me creerá, he escuchado que tiene una obsesión conmigo o algo así, si dice que no tendré que decepcionar a mi amiga sobre esa maravillosa fiesta.

**

La música está alta y como si no fuera raro perdí a Emily de mi vista recién llegando a la fiesta; hay mucha gente que no había llegado a ver en mi vida y también hay cosas realmente traumantes; camino hasta la cocina, voy a la nevera y saco una cerveza, no hay mucho aquí, solo drogas.

Ha pasado un rato y sigo sola en la cocina y sin rastro de Emily .Salgo de la cocina decidida a irme a mi casa, paso entre la multitud que estaba bailando con la cerveza en la mano, me distraje por un momento y reaccione cuando choque contra alguien derramando la cerveza en aquella persona.

-¡Maldita sea! -exclama con furia el chico al que le derrame la cerveza-.

Levanto la vista encontrándome con unos ojos cafés llenos de ira

-L-lo siento -es lo único que digo, aparto la mirada de él-.

Intento irme lo más rápido posible antes de que pase algo, pero un agarre en mi muñeca me detuvo, miro hacía esa dirección y veo al chico mirándome muy furioso

-¿¡Crees que te iras así sin más!?- Dijo él muy alterado.

- Lo miro con cara burlona- ¿Esperas que te de besitos en los pies o qué?

-Tendrás que pagar mi camiseta- dijo mirándome-.

-¿Qué quieres?-pregunto exasperada.

Él suelta una risa y me mira con una sonrisa divertida.

-No quiero dinero- Me mira de arriba a abajo haciéndome sentir asqueada.

- Me suelto de su agarre y riéndome un poco le digo- Vete a la mierda.

Camino hacia la salida lo más rápido que puedo; cuando salgo respiro profundamente el aire fresco, intento llamar a un taxi pero no contestan y ninguno pasa por aquí, me siento en la acera esperando a que pase un jodido taxi pero siento que alguien camina hacia mí. Miro hacía esa dirección y era el mismo chico de hace un rato, lo ignoro y miro hacia el suelo; se sienta a mi lado y me mira, el silencio es extremadamente incómodo.

House Of CardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora