• 13 •

18 3 1
                                    

Palidecí al ver esa cara que hace mucho tiempo no veía, era él, después de cinco años, era la persona que gozaba de mi sufrimiento mientras no tenía a donde ir. Miro hacia otro lado fingiendo no verlo, era la primera vez después de cinco años que me sentía tan vulnerable; fallo ante mi intento de que no me vea o que no note que lo vi.

-¡Pero si es Amy Wood!- Puedo imaginar que sonríe, como en esos tiempos.

-¿Qué haces aquí?- lo miro fríamente.

-Me gustan las carreras- Sonríe- No tenia ni idea de que estabas aquí en Nueva York, Te ves diferente.

Sonrió fingidamente.

-¿Tú sigues igual de imbécil?- Levanta una ceja divertido.

-¡Oh vamos! ¿Qué clase de saludo es ese?

-Te burlas de mi por más de un año y esperas que te abrace- Me rio sin humor- Sigues igual de imbécil.

Se ríe un poco, esto le divierte.

-¿Y tu noviecito? Vi que no llegaste sola-Levanto una ceja.

-¿Me estás espiando? No es mi noviecito-Él hace una cara sorprendida obviamente fingida.

-O sea que tengo el camino libre- Rodo los ojos

-Vete a la mierda Adrick- camino en dirección contraria a él.

Camino hacía el auto de Aaron y tomo mi chaqueta y camino por el camino por donde llegamos, necesito estar sola, Aarón ve mis movimientos y prácticamente corre hacia mí.

-¿Para donde vas cariño?- Pone una mano en mi hombro.

-Lejos de todos ustedes-Digo cortante.

-¿Por qué?-Dice muy serio

-Mmm...Carreras, peleas entre idiotas y luego llega hacía mi un imbécil que me hace imposible el vivir bien, Y no, no estoy hablando de ti.- Sonrío fingidamente.

-¿Si no soy yo entonces quién es?- levanta las cejas, su estupidez me da ternura y risa.

-Eso no te importa- Tomo mi rumbo hacia mi casa de nuevo, no importa si tengo que caminar toda la noche.

-¡Amy!- Jodido Aaron-¿Te llevo?

-No.- Sigo caminando. Escucho como suspira frustrado pero sigo con mi camino.

Pienso en Adrick, ese chico de ojos azules me jodió la vida, se burló de mi durante 3 años; Primero se ganó mi confianza, luego supo sobre mi situación familiar y de ahí comienza la peor, cada día era una tortura ir al instituto. Un auto interrumpe  mis pensamientos en mi maravillosa caminata, miro hacía el auto y abro mucho los ojos.

-¿Se te perdió algo?- miro a Chad que se detuvo justo al lado mío.

-¿Necesitas chófer querida Amy?- Él sonríe y yo rodo los ojos.

-No- Sigo caminando pero el maneja lentamente para ir a la par mía y me detengo, jodido Chad.-Ya te puedes ir a tu casita.

-Iré, Pero contigo- Me rio sin humor.

-¿Por que tendría que ir contigo?- Lo miro a través de la ventana.

-No creo que quieras estar toda la noche caminando, ¿O si?- Sonríe mostrando todos sus dientes, imbécil.

-No es una razón valida- Sonrío.

-Te gusta joder a Aaron ¿No?-Levanta los hombros despreocupado- Te conviene.

Lo pienso unos segundos y abro la puerta del auto, me siento en el lugar del copiloto, Chad sonríe triunfante.

-Sabia que caerías en mis encantos-Lo miro levantando una ceja.

House Of CardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora