-Que guay.
Lily se sobresaltó al escuchar la voz de su compañera de trabajo detrás de ella, por lo casi hace caer su preciado cuaderno azul. Trató de cerrarlo, pero Summer, su compañera, se lo impidió.
-No sabía que dibujabas.- comentó la chica.
Bueno, no es como que seamos amigas íntimas Summer.
La chica era amable y divertida, tenía un sentido del humor bastante entretenido y siempre se la pasaba haciendo bromas o sonriéndole a todo el mundo, nunca la verías contestándole mal a las personas, y siempre se levantaba de excelente humor. Además, a Lily lo primero que le llamó la atención de Summer -además de su exagerada sonrisa- fué su cabello. Era como ver un arcoíris, tenía los colores más llamativos y lindos, y encajaban a la perfección con su tez pálida. Según Summer, en su cabello predominaba el morado porque era el color que más le gustaba, al igual que los grandes mechones de celeste. Definitivamente Lily estaba enamorada de su cabello.
-Sí bueno...- balbuceó Lily-, es mi hobby.
Summer le sonrió, y tomó asiento junto a ella. Con toda la confianza del mundo, cogió el cuaderno y comenzó a hojearlo ante la atenta e incómoda mirada de Lilian. A ella no le había agradado que Summer cogiera su cuaderno como si fuese suyo, pero era tan tímida como para reclamarle, por lo que observó con detenimiento cada movimiento de la chica con cabello de múltiples colores.
Summer fijó su atención en Lily después de haber estado al menos unos cinco minutos curioseando en su cuaderno, y la observó con atención.
A su lado, la castaña tragó saliva, un poco nerviosa por la intensa mirada de Summer sobre ella.
-Has dibujado a un chico, ¿no?.- Lily asintió.
-Se sienta junto a mí en la estación del tren, es muy lindo y sus oscuros ojos me intrigan.- explicó, sorprendiéndose de estar hablando del chico con alguien más que no fuera su amigo Sebastián.
Summer sonrió, mostrando sus blancos dientes, y luego palmeó la espalda de la castaña.
-Te trae loca, ¿no?
Lily no dijo nada, porque principalmente, no sabía cómo contestar a eso, y tampoco estaba segura de ello. Se fijó en el atuendo de Summer. Era lindo, la verdad, a Lily siempre le había gustado su forma de vestir. Al igual que ella, Summer llevaba un gorro de lana, una jersey rojo vino, una falda negra con tres dedos por encima de sus rodillas, medias negras y zapatos de plataforma rojos. Definitivamente, Summer le dedicaba tiempo a su imagen, al contrario de Lily, que apenas abría el armario sacaba lo primero que veía.
Summer la observó unos minutos más, esperando su respuesta, pero al ver que Lilian no tenía intenciones de contestar nada, le regaló una última sonrisa y se puso en pie.
-Te dejo terminar tu dibujo.- caminó hasta la sección de ciencia ficción-, ah, y quiero, cada día, detalles sobre el chico, cada avance que harás.- miró a la castaña con las cejas alzadas, esperando su afirmación. Nada pasó-, y si no te es suficiente... Dibujas jodidamente bien, chica.- y finalmente, salió del campo visual de Lily, permitiéndole respirar con tranquilidad.
No sabía que Summer podía llegar a ser tan intimidante. Pensó Lilian observando el lugar donde la chica-con-cabello-de-colores había desaparecido.
Estaba en su hora de descanso, por lo que decidió seguir dibujando al chico.
Ésta mañana él había llegado sin su habitual gorro de lana azul oscuro, por lo que Lily tuvo el placer de admirar con más detenimiento cada onda de su cabello. Y nuevamente se imaginó alborotándolo y enredando sus pálidos dedos en él. Se veía suave, y éso aumentó el deseo de Lily por hundir sus dedos en el cabello del chico y cumplir lo que más anhelaba hacer con él.
Aunque le encantase su cabello y la textura que parecía tener, ella solo pensaba en sus ojos. Cada vez que su mejor amigo le nombraba o pensaba en él, lo primero que imaginaba eran sus oscuros iris, que como ella ya había dicho y repetido, eran de un extraño color.
Luego, imaginó estar entre los musculosos y firmes brazos del chico, que debe admitir, jamás había visto unos parecidos, ni siquiera a su mejor amigo, que le gustaba visitar de vez en cuando el gimnasio y enamorar a unas cuantas chicas mientras se encuentra ejercitando su cuerpo. El chico hacía que unos malditos elefantes bailando break dance* atacaran su estómago por los nervios que le causaba a la castaña ante su mirada. Se sentía intimidada ante semejante belleza del chico, y cada vez que él la miraba con sus intensos ojos, se sentía pequeña y frágil, aunque el chico no mostrara intenciones raras o peligrosas hacia ella. Agradecía éso, ya que no quería lidiar con un psicópata desequilibrado mental que solo apareció en su vida para asesinarla o hacerle daño.
Escuchó a su jefe llamarle la atención por estar en otro lugar sin realizar su debido trabajo, se disculpó con una sonrisa nerviosa y luego fué hasta donde Summer se encontraba, para ayudarla a ordenar unos cuantos libros del estante de Clásicos.
¡Hola!
Malditos elefantes bailando break dance: *¡repórtense, amantes o esposas de Aaron Lawrence!* ésta frase sale en una de mis historias favoritas de Wattpad, por lo que quería hacerle como tipo un homenaje, ya que me encanta, me serio, me encanta, y por éso la puse "*", para que supieran que esa frase no es mía. Y si no han leído el libro, se los recomiendo, en serio. *llora porque no aguanta la espera del 1/marzo.*
Bueno, éso es todo, espero les haya gustado el capítulo :).
Buenos/as días/tardes/noches.
All The Love. N
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Peter.
Short StoryElla dibujaba muy bien. Él se sentaba junto a ella en la estación del tren. Ella se sentía intrigada y a la vez atraída por sus oscuros ojos, y sin querer, comenzó a dibujarlo en su viejo cuaderno azul. Se tomaba la libertad de dibujarlo cada vez...