Necesito ser yo misma

Día 8

Estoy muy nerviosa. ¿Qué le habrá pasado? ¿Y si... y si...? No, muerta no está... ¿Por qué soy tan negativa? Me quedo callada mientras busca sus papeles, espero que para nada malo...

-Bueno, aquí están. ¿Empezamos?
-Mm... Sí, claro...
-Te haré una serie de preguntas. Respóndeme sinceramente por favor.
-Por supuesto, pero, ¿qué tengo que ver yo con que Alicia no venga a clase? Lo único que quiero saber es dónde está.
-Bueno, para saberlo... En cierta parte... Sólo contesta.
-Vale, vale...
-¿Desde cuándo la conoces?
-El primer día de clase - contesto segura.
-¿Cómo te encontrabas ese día?
-¿Y a ti qué importa? - pensé. - Pues como siempre todos el primer día, esperando a ver la clase, no sé.
-Perdona, quizá no me has entendido. ¿Estabas feliz, asustada, triste, sorprendida...?
-Pues... supongo que sorprendida y triste por la clase que me había tocado, un poco... Prefería la del año pasado la verdad. ¿Pero qué tiene que ver?
-Bastante... Por favor, sólo responde, ya te lo explicaré.
-Que sí, que sí... - murmuré algo confusa.
-¿Cómo era tu relación con ella?
-Muy buena, era la amiga que siempre había buscado y ahora que la encuentro, se va... ¿Le he hecho algo? - se me escapan algunas lágrimas.
-No, ¡ni mucho menos! No te preocupes por Alicia, seguro que está bien.
-¿Te sentías bien con ella?
-Claro... Sentía... Suena un poco fuerte pero como la parte de mí que me faltaba. Necesito estar con ella otra vez... Últimamente que estaba tan contenta que necesitaba contárselo... Ahora ya... No está...
-¿Qué has dicho? ¿Estabas ahora más contenta y va y desaparece?
-Eemm... Sí, es lo que he dicho.
-Puedes salir ya, límpiate las lágrimas, y tranquila...
-A-a-adiós...

*Consulta del psicólogo*
-Rosa, ¿eres tú?
-Sí - contestó una voz al otro lado del teléfono.
-He hecho lo que me pidió con su hija, y no tiene por qué preocuparse porque Alicia sea una mala influencia. De hecho... Alicia, bueno... ¿Le importaría venir cuanto antes? Es importante. Gracias.