(Capítulo 7, Escena 1: Kalique)
Cuando Kalique escuchó que Júpiter estaba en Olimpo, supo que era su oportunidad. Titus se había adelantado, pero ella sería la salvadora. Iba a entrar en la Tierra a ayudar a una Abrasax. Sólo era cuestión de tiempo.
Le pidió a su ayuda de cámara que preparara una nave. Ella misma iría a la Tierra. Tenía que volver a ver a su madre, a Júpiter, se llamaba así, ¿verdad?
Pidió también que su guardia más cercana y leal fueran con ella. Sabía que Titus no podría mandar un ejército a la Tierra. Aegis y Olimpo no permitirían su entrada en el Sistema Solar, pero sí sabía que en el planeta había mercenarios sin escrúpulos, que harían lo que fuera a cambio de un poco de tiempo.
Dio orden de abrir un portal y pronto vio la Tierra, a lo lejos. Se quedó esperando una señal que le permitiera actuar.
(Capítulo 7, Escena 2: Júpiter, Caine, Olimpo, Kalique)
Caine abrió los ojos de repente y se puso en pie. Júpiter lo miró, desconcertada. Caine la miró y le hizo una señal de silencio.
Caine: Hay alguien fuera. Puedo olerlo, sentirlo.
Júpiter (susurrando): Olimpo, por favor, ¿podemos ver si alguien se acerca?
Olimpo apareció como holograma.
Olimpo: Su Majestad, no he detectado nada. Pero si el señor Wise dice que hay alguien, seguramente es cierto.
Caine sintió que se había unido a Júpiter. La miró y supo que a partir de ese momento, serían sólo uno. Había encontrado a su pareja, y no consentiría que se la arrebataran.
Caine: Olimpo, ¿podemos ver qué ocurre fuera? Creo... que viene del mar.
Olimpo abrió una pantalla, donde se vio la playa, el embarcadero. No había luna, todo estaba oscuro, pero al fondo se distinguía claramente una lancha a motor. Iba despacio, para no hacer ruido.
Júpiter: Caine, ¿sólo es un barco?
Caine: Sí, pero supongo que estamos ante un mercenario peligroso. Vuestra familia sabe que estoy aquí, así que será un hacker con conocimientos suficientes para desmantelar la protección de Olimpo.
Olimpo: Su Majestad, hay otra noticia. Acaba de llegar una nave al Sistema Solar. Se ha identificado como un crucero Abrasax.
Júpiter: ¿Titus? ¿Kalique?
Caine: Supongo que la nave habrá llegado para comprobar si el plan tiene éxito.
Olimpo: La nave acaba de enviar un mensaje. Es Kalique y desea hablar con vos. ¿Su Majestad quiere escucharlo?
Júpiter asintió sin decir una palabra.
Caine se puso detrás de ella, preocupado.
La pantalla cambió de color, y Kalique apareció.
Kalique: Júpiter, he acudido en cuanto he sabido que Titus preparaba un ataque contra vos. No puedo ayudaros, si no me invitáis. Aegis ha mandado un crucero de batalla, para defender vuestro planeta y a vos. Júpiter, al no denunciar al Titus, se ha hecho fuerte, cree que tiene el derecho sobre las posesiones de Balem, pero yo no puedo permitirlo.
Sé muchas cosas, Júpiter, y creo que, por vuestra cara, también las sabéis. No sé qué pasó, pero madre estaba diferente. Sentía algo que no sé explicar, pero su cara resplandecía y no era a causa del suero.
Júpiter: Fue madre de forma natural, Kalique. Se enamoró de un hombre al que vos habíais destruido. Ya no sé que creer, todos habéis colaborado en destruir este planeta, en destruirme. No sé en quién confiar.
Kalique: No hace falta que confiéis en mí. Tan sólo os daré un consejo, y esperaré vuestra decisión. Vos podéis parar la guerra. Si denunciáis a Titus, por ataque, Aegis no tendrá más remedio que actuar.
Júpiter: Y vos os quedaréis con las posesiones de Balem. Muy lista.
Kalique: Yo no quiero nada de Belem. Sé que intentó mataros, y siempre tuve la sospecha de que mató a madre.
Júpiter: No sólo a vuestra madre.... también a vuestro hermano.
Kalique: Eso reafirma mi intención. No quiero saber nada de Balem, y de lo que tenía. Tan sólo quiero lo que madre tuvo, y sé que tú me puedes ayudar. Tienes su misma mirada.
Júpiter: He oído vuestro mensaje. Necesito pensar.
Caine la miró. Estaba preocupado, y la abrazó. Júpiter se giró, y lo besó.
Júpiter: Caine, necesito estar sola.
Caine: ¿No estaréis pensando? Puede ser una trampa. No me fío de los Abrasax.
Júpiter: Sin embargo, Kalique me llevó a la Sala de Títulos. Sin pedir nada a cambio. Caine, por favor, necesito reflexionar, y necesito que protejas esta casa mientras tomo una decisión. La barca está a punto de llegar, y sólo tú puedes descubrir quién ha enviado a ese mercenario. Si ha sido Titus...o Kalique.
Caine: Cómo deseéis, Su Majestad.
Júpiter volvió a besarlo, antes de que Caine se fuera de la habitación. Se sentó y metió su cabeza entre las piernas. No sabía qué hacer, pero una vez fue crédula....y casi se casa con Titus. Esta vez sería más precavida.
Llamó a Olimpo.
Júpiter: Olimpo, ¿tú no sabrás quién se acerca verdad? ¿No puedes saber quién lo envía?
Olimpo: No mi señora, sé que ha habido conexiones entre Aegis, Titus, Kalique y la Tierra, pero no soy capaz de descifrarlos.
Júpiter: Olimpo, habrá que actualizarte... ¿es posible?
Olimpo: Por supuesto, Su Majestad, sólo tiene que solicitarlo a Aegis.
Júpiter: Tengo otra pregunta. Kalique dice que si denuncio a Titus la guerra acabará, ¿cómo puede estar segura?
Olimpo: Si su Alteza denuncia a Titus, Aegis tomará partido, y como hay pruebas suficientes, será juzgado y encerrado, sin posibilidad de regeneración. Envejecerá solo. Ese será su castigo. Sus posesiones ya han pasado a formar parte del universo. Sólo quedaría pendiente el tema de la refinería de Balem. Si vos la reclamáis, podría ser vuestra. O podríais dejársela a Kalique.
Júpiter: Kalique ha dicho que no la quería, pero si yo la reclamo... tal vez la guerra continúe.
Olimpo: Sí, Su Majestad.
Júpiter: Olimpo, ¿la refinería podría ser la solución a la investigación de Zeus?
Olimpo: La refinería está destrozada. Habría que reconstruirla por completo, pero sí, con los medios adecuados, podría servir como laboratorio.
Júpiter: Pero yo no tengo esos medios.
Olimpo: En realidad sí. Gracias a Venus y sus antepasados, he mantenido las riquezas de Su Majestad. Tenéis reservas suficientes de tiempo para comprar la regeneración del laboratorio.
Júpiter se quedó pensativa. Contuvo una carcajada. Por supuesto, además de dueña del planeta, era rica. Una Abrasax.
Júpiter: Tengo una pregunta más, Olimpo. ¿Cómo se transmiten los títulos? Es decir, yo lo obtuve por mi huella genética, pero, ¿hay más opciones?
Olimpo: Sí, mi Señora. En realidad hay tres formas de obtener un título: la primera es por derecho genético, como vos. La segunda, por derecho de sangre, se transmite de padres a hijos, o entre hermanos. La tercera, por contrato, se transmite entre cónyuges.
Júpiter: Muchas gracias, Olimpo. Por favor, déjame sola. Quiero pensar.
Júpiter se tumbó y cerró los ojos. Recordó el sello que se empezó a grabar sobre su dedo...
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El Destino de Júpiter: la historia continúa
FanfictionEl otro día la vi en Movistar+, la nueva película de los creadores de Matrix (los hermanos Wachowski): "Júpiter Ascending" o "El destino de Júpiter". Si, es mala. Si, la historia no tiene pies ni cabeza. Si, los efectos especiales son espectaculares...