(Capítulo 11, Escena 1: Caine, Júpiter, Olimpo)
Júpiter se despertó, miró a su alrededor. Había descansado como hacía mucho tiempo que no conseguía. Se giró y lo vio, profundamente dormido. Era tan especial. Se sentía segura y fuerte a su lado. Sabía que él la protegería de cualquier amenaza, y también sabía que sin ella, Caine estaba perdido.
Olimpo iba a ser su casa, pero Caine era su hogar.
Pensó en su familia. ¿Qué pensarían de él? De sus orejas maravillosas, de sus alas. Bueno, la verdad es que en la Tierra se veía de todo, y si aceptar a Caine suponía vivir en Olimpo, con consolas y grandes televisores, sin limpiar casas.... seguro que no tenían el menor problema. Sonrió sólo de pensarlo. Tenía que llamarlos, traerlos a su nuevo hogar.
Caine se despertó, y cogió a Júpiter de la cintura.
Caine: Buenos días, Júpiter (ella se estremeció).
Júpiter: Buenos días, Caine. ¿Sabes? Te amo, te quiero, te deseo. Eres mi hogar.
Caine la besó por respuesta.
Caine: Júpiter, te amo, te quiero, te deseo. Eres mi hogar, y mi pareja. No te volveré a dejar sola. Nunca más.
Olimpo apareció, carraspeando:
Olimpo: Sus Majestades, es la hora. Paris y Kalique están preparados para partir.
Júpiter: ¿Desayunamos todos, antes de que se vayan?
Olimpo: Por supuesto, la mesa está servida.
Júpiter volvió a ponerse su indumentaria cómoda, y Caine recogió sus alas en su cazadora, pensando que acababan de decirle "Su Majestad". Con un beso, fueron de la mano hasta el salón.
(Capítulo 11, Escena 2: Júpiter , Stinger, Caine, Kalique, Olimpo, Kiza, Paris, Venus)
Cuando llegaron al salón todos estaban sentados a la mesa, desayunando. Júpiter y Caine se sentaron y se sirvieron café y una tostada.
Kalique: Tengo que pedirle a Olimpo la receta de este desayuno, Júpiter. Esto está riquísimo.
Júpiter se rió. Kalique tenía un plato con huevos revueltos.
Júpiter: Kalique, es el desayuno tradicional.... de este planeta. Pero si no encontráis huevos en vuestra casa, os los mandaré sin dudarlo.
Kalique: Júpiter, creo que a partir de ahora, tendremos que vernos a menudo. Tenemos un negocio juntos.
Júpiter: Por supuesto. Y hablando de eso... Olimpo ya tendría que tener los documentos listos para sellar.
Olimpo, como si hubiera estado escuchando (por supuesto que escuchaba, era una casa inteligente), apareció con el documento.
Olimpo: Sus Majestades, aquí está todo. Se constituye una nueva sociedad, formada por los presentes: Kalique, Paris, Júpiter y el descendiente de Venus, que recibirá su parte en cuanto cumpla su mayoría de edad. La aportación inicial de Kalique y Júpiter es la construcción de un nuevo laboratorio, y la aportación de Paris y familia el terreno donde construirlo. Los beneficios se repartirán a partes iguales. Tan sólo falta el sello de las partes involucradas.
Kalique acercó su brazo al documento. Y lo selló. Júpiter hizo lo mismo.
Kalique: Bueno, esto está hecho. Sólo falta la firma de Paris, en cuanto salgamos de la Sala de Títulos. Es hora de irse.
Olimpo: Solicitaré el transporte a Aegis.
Paris se acercó a su hermana, y la abrazó.
Paris: Venus, hermanita, cuando tu bebé quiera nacer, llámame, por favor. Estaré aquí, de vuelta para estar con vosotros.
Venus: Por supuesto, hermanito. Disfruta de este viaje, y ten cuidado.
En ese momento, el haz de luz bajó del cielo. Kalique se acercó a Júpiter, abrazándola.
Kalique: Me alegro de verte de nuevo, Júpiter. Realmente, eres como ella. Tan decidida y fuerte. Te admiro.
Júpiter: Me has ayudado mucho, Kalique. Por favor, cuida de Paris.
Kalique: Por supuesto. Caine, por favor, cuídala. Ahora eres un Abrasax.
Caine asintió.
Kalique y Paris se despidieron uno a uno con un fuerte abrazo. Paris entró, con dudas en el haz de luz que lo elevó. Kalique fue directa.
La nave de Kalique, con sus dos ayudantes a bordo, despegó.
Ya eran casi las doce. El sol estaba en lo alto. Caine cogió la mano de Júpiter, y extendió sus alas. Había llegado la hora. Su otra mano apretó el anillo que guardaba en el bolsillo, y abrazó a Júpiter. Despegó con ella y en el aire abrió un portal, que los llevó directamente a su azotea. Júpiter sonrió y besó a Caine. Aquí se habían besado por segunda vez, y por tercera y cuarta... y perdió la cuenta. Caine depositó a Júpiter en el suelo, y se arrodilló.
Júpiter: Caine, levanta, ya no hace falta...
Caine la interrumpió.
Caine: Júpiter, te amo. Que hayas sellado el vínculo ha significado mucho para mí. Caine y Kiza son mi familia, y estuvieron presentes, pero sé que nuestra unión no será completa hasta que tu familia me acepte.
Júpiter abrió los ojos y sonrió. No podía ser....¿o sí?
Caine: Sé lo que quiero, Júpiter, y eres tú. Así que, ¿te casarías conmigo? ¿Te casarías conmigo por un rito terrestre?
Júpiter rió. Era la proposición de matrimonio menos romántica que se hubiera imaginado. Pero era él. Entonces lo vio. Caine sacó un anillo de su bolsillo y se lo puso.
Caine: ¿Serías mi esposa en todo el Universo?
Júpiter: Caine, si para estar contigo tengo que casarme por todos los ritos del Universo, lo haré. Te quiero, y por supuesto que me casaré contigo.
Caine sonrió, y cogió a Júpiter de la cintura. Ella acarició sus brazos, hasta llegar a su cuello. Nunca había sido tan feliz.
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El Destino de Júpiter: la historia continúa
FanficEl otro día la vi en Movistar+, la nueva película de los creadores de Matrix (los hermanos Wachowski): "Júpiter Ascending" o "El destino de Júpiter". Si, es mala. Si, la historia no tiene pies ni cabeza. Si, los efectos especiales son espectaculares...