2.- Mi Otra Mitad.

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Narrador misterioso.

Ya es de mañana, sinceramente ya se volvió rutina despertarme temprano para ir a correr en la playa, mucha gente que veo corre con audífonos escuchando música, yo no, me gusta escuchar las olas y el sonido de las gaviotas. Me levanto de mi cama y me visto con mi ropa de deporte y mis tenis y salgo rápidamente de mi casa.

No sé por qué pero a veces me siento incompleto, siento que me falta algo o alguien que este conmigo, no hablo de una pareja sentimental si no de una compañía, soy hijo único y desde un principio me han dado todo, mis papás son los mejores que pude tener y les agradezco que estén conmigo en las buenas y en las malas, pero aun así siento que falta algo ¿extraño no?

Mi rutina consiste en trotar todo el camino de mi casa hacia la playa, después en la playa corro otros 2 kilómetros para finalizar, es bueno para despejar la mente y quitar el estrés.

Rachel.

LlegaréTardeLlegaréTarde.

No me alcanzó para comprar algo para desayunar, me ruge el estómago con solo pensar en comida, corro a la esquina de mi casa para agarrar el autobús, llego y lo veo acercarse a la esquina y le hago la parada, pero pasa de largo. Mierda no me vio. Siempre me pasa lo mismo y me tengo que ir caminando...bueno, corriendo hacia la guardería, a veces siento que el chofer tiene un odio contra mí, yo no le hice nada. Salgo corriendo y veo a lo lejos un chavo con ropa deportiva saliendo de una casa trotando, ¿por qué la gente hace ejercicio? Yo no hago ejercicio, soy de complexión delgada y tengo curvas, soy de las personas que come pero no engorda, pero eso de hacer deporte no es lo mío.

Agitada y sudando llego a mi destino, y veo a la maestra Sol que me hace una seña para que me acerque.

-Rachel llegaste diez minutos tarde...otra vez.-dice molesta.

-Lo siento, otra vez se me pasó el autobús.

-Bueno, bueno, los niños ya están en clase con trabajo, vigílalos para que no hagan desorden, ahorita vengo voy a entregar unos papeles a dirección.

-Está bien.-dije con flojera.

Entro al salón, y hay como 20 niños de 3 años sentados en mesitas y sillitas pequeñas, cuando me siento en la silla del escritorio de la maestra noto que todos los niños me miran.

-Tu quen eles.- dice una voz al fondo.

-Soy como una maestra suplente así que pónganse a trabajar si no, no hay premio.-dije.

Todos los niños pusieron cara de emoción y volvieron a trabajar. Diez minutos después poco a poco los niños se fueron parando y entregando su trabajo.

-Quielo mi plemio.-dice una niña.

Ohh.

-No hay premio, lo siento.-dije avergonzada.

Todos los niños se pusieron a llorar y no sé como pero me empezaron a aventar colores, lápices...y un zapato ¿enserio?, grité para que me dejaran de atacar y de pronto todos guardaron silencio.

-Niños malos, niños malos.-dije enojada.

-Señorita Rachel, creo que necesitamos hablar, ¡ahora!.-dijo la maestra Sol que se encontraba en la puerta del salón.

Me sudaban las manos, la maestra ya no se veía amable.

-Rachel sé que hoy es tu último día aquí, pero creo que deberías regresar a tu casa, creo que tu ayuda sobra aquí, pero te agradezco por el tiempo que has estado como voluntaria.

En pocas palabras "vete de aquí lo antes posible que estas empeorando las cosas", lo bueno de todo es que salí temprano de ese lugar, ojalá y mis hijos no salgan tan agresivos y me avienten zapatos. Voy directo a mi casa a hacer mis maletas para irme a la universidad, la escuela es como un internado pero lo mejor de todo es que está al otro lado del país, todas las personas de mi edad quieren entrar a esa universidad por el mismo motivo que yo, alejarse de esta pequeña ciudad y hacerse independientes para salir adelante y blablá.

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David el novio gay religioso es Jeremy Irvine.
Todavía no sé que apellidos tendrán, y todavía no sé quien podría ser los demás personas, espero subir un cap. Cada semana...espero.
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Chao❤

Con Una Simple Mirada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora