The Sista's Code

Aurora y Lana

Aurora había llegado hacía tres años al pueblo. Acababa de salir de una relación algo dolorosa con su novio al descubrir que le gustaban las mujeres, quien se lo tomo muy mal e hizo cosas impensables para que no se separen como obligarla a la fuerza y otras cosas, pero en aquel momento lo impidió su padre. Hacia pocos meses el había fallecido, por lo que esto fue el detonante para que ella y su madre buscarán un lugar donde volver a comenzar de cero. Ya hacia dos años que estaba en ese pequeño pueblo.

Auro: -Esto no debería estar pasando- se lamento.

Ella estaba algo asustada por todo lo ocurrido en ese último mes. Todo fue muy repentino. Muchos sentimientos en muy poco tiempo. Tristeza, dolor, amor... Muchas de esas emociones que te hacen confundir.

Lana: -Entonces vete- dijo sarcásticamente, mientras se paraba a abrir la puerta y hacía una reverencia en forma de burla.

Lana era así. Sarcástica y manipuladora. Aunque debajo de esa capa desagradable, era una persona tierna como un osito de peluche, solo que muy en el fondo.
Pero Aurora la veía a ella como alguien que debía cuidar. Un jarrón que tuvo que arreglar cuando llegó y que ahora el pegamento que uso para unir los pedazos también se habían unido con su piel. Era su amiga, su confidente, su vecina, y, hacía aproximadamente un mes, su amante.

A: -No me refería a eso, y lo sabes- dijo ella, caminando de un lado al otro por la habitación de Lana.

L: -¿Qué es lo que quieres entonces?- le soltó mientras se recostaba en su propia cama.

A: -Ya no estar tan confundida- dijo mientras se acercaba a la única ventana de la habitación.

L: -¿Confundida con que? Yo soy la que está drogada todo el tiempo- estaba algo irritada por lo que decía su vecina- tu eres solo la que se mudó aquí junto hace tres años y se instaló justo en mi puto corazón.

A: -Vamos, no seas así conmigo. Sabes que te aprecio- se acercó y comenzó a acariciarle el cabello a Lana -pero no puedo hacerle esto a ella, es mi novia. Ella se fue dos meses a un viaje de estudio por Europa y yo le hago esto. No puedo seguir con esto, y tu tampoco. Además, si se llega a enterar el grupo, habría serias consecuencias.

L: -Yo no estoy atada a nada- dijo regodeándose- aunque tienes razón, podrían castigarnos.

Lana prendió su cigarrillo, lo cual Aurora odiaba, pero ya que era casa de Lana, ella no podía hacer ni decir nada.

A: -Vos estas con Naomi, a mi no me lo puedes negar- le acusó. Luego de una pequeña pausa prosiguió- ¿Te acuerdas de lo que pasó con Becca y... ya sabes quien?- dijo, sintiéndose algo incomoda.

L: -¿Quien es Becca?- pregunto, dándole otra calada a su cigarrillo.

A: -¿Tu siempre eres así?- ya se estaba impacientando con la actitud de su "¿amiga?"- Rebeca. La chica que tuvo que hacer esa terrible...- ella dudó al hablar- "cosa", por haber desobedecido las reglas. Y no puedes olvidarte de como quedaron las cosas. Me estarías mintiendo y sabes que odio eso.

L: -Ohh, lo había olvidado- Lana golpeo su frente, casi disculpándose con sus palabras- No quiero que nos pase eso preciosa, y lo sabes.- Ellas estaban frente a frente, con sus cabezas casi unidas.

A: -Si, claro que lo se, por eso debemos dejar esto, lo nuestro. Intentemos que todo vuelva a la normalidad o, por lo menos, que ya no haya sospecha alguna. Hace unos días Sol casi nos atrapa juntas.

L: -De acuerdo cariño, pero te voy a extrañar.- Se acercó a ella y depositó un casto pero dulce beso en sus labios.- Y cabe aclarar que Sol ya lo sabe.

-¡¿Quee?!