The Sista's Code

Amber

Amber golpeó la puerta de la casa de su novia, impaciente de felicidad, esperando que abriera. 

Cuando Auro llegó al pueblo, ella no le cayó muy bien. Pero por medio de Lana, que se volvió la mejor amiga de Auro en muy poco tiempo, la conoció mejor y terminó enamorándose perdidamente de ella. 

El problema fue... que se enamoró. Amber jamás había sentido amor, y mucho menos por una chica, así que estaba realmente confundida en esa época. Decirle a sus padres que estaba en una relación con una persona de su mismo sexo tampoco fue muy agradable. Por suerte su hermano mayor la apoyó en todo eso, además de sus amigas. Finalmente la aceptaron.

 Ahora, su relación era lo más importante para ella. Auro era su todo y se sentía la persona más feliz teniéndola a su lado.  

Auro abrió la puerta.

Amber: -Holaaaaaaaaaa- gritó eufórica abalanzándose hacia su novia y abrazándola muy fuerte.

Auro: -Hola, amor mio- la recibió con un beso y un gran abrazo- Te extrañe demasiado-.

Am: -Yo también- dijo besándola una y otra vez. Sentía que no podría separarse de ella nunca más.

Au: -Pasa- dijo, ayudando a Amber a entrar las maletas.- Ven, subamos a mi cuarto-.

Am: -¿Y mis suegros donde están?- pregunto ella mientras se acercaba a las escaleras.

Au: -Se fueron unos días a casa de mi abuela por su cumpleaños. Yo me quede porque llegabas- dijo, mientras la abrazaba.- Te extrañe, ¿Lo sabes verdad?-.

Am: -Lo sé- dijo mientras se perdía en el aroma de Auro. Olía como a vainilla y primavera.

Subieron la escalera, fueron hasta la habitación de Auro y se recostaron en la cama.

Au: -Bueno, ahora... Cuéntame todo- dijo mientras le hacía cariños en el cabello a su novia.

Am: -Pues, ya te lo he estado contando por teléfono mientras pasaba. Estuve en Portugal, Francia, España, Italia... Mmm, Italia. Amore, encontré mi lugar para morir-.

Au: -¿Como para morir?- soltó una gran carcajada.

Am: -Sí, todos tienen que tener un lugar para morir. Es decir, un lugar donde querer pasar tu ultimo año de vida. Eso lo leí en algún lado, no recuerdo donde-.

Au: -Claro que si, mi amor- dijo sarcásticamente mientras se reía. Amber le propinó una patada no muy fuerte aunque luego se contagió de la risa de su novia.

Am: -Y... ¿Vos qué hiciste mientras yo no estuve?-.