Al día siguiente Gwin partió hacia Nuevo Londo A pedir ayuda de la Bruja Izalith la madre se la piromancia y a sus hijas Queelag y Queelang para detener la maldicion. Cuando llegó con Izalith y le contó lo sucedido ella se asustó y le dijo que la llama original se estaba apagando y que todos los humanos volverían a su estado original, el hueco, si no logra van detener la extinción de la llama. Gwin, asustado, le preguntó a Izalith que se podía hacer, a lo que ella respondió.
- Pues... supongo que podría intentar clonar la llama con piromancia-
- Supongo que sería una buena idea... pero... ¿no es muy peligroso?- dijo Gwin.
- Pues tienes razón pero, ¿Tienes una mejor idea?- contestó Izalith.
- La verdad no-
- Bueno, empezaré mañana a primera hora- dijo Izalith.
- ... ten mucho cuidado- dijo Gwin.