Cámbiame. [Gemeliers.]

Capítulo 6.

[Narra Daniel.]

Así que Naima. Por fin, por cosas de la vida supe como se llamaba aquella chica que me sacaba de quicio. Volví a clase, Literatura, creo que era. Me metí en la clase, abriendo la puerta sin pedir permiso para entrar y me senté en un sitio libre que había al fondo de la clase, pegada a la ventana.

-Vaya, hola. -dije desagradable al ver quién era mi compañera. Supongo que ya sabréis a quién me refiero, por si un caso; era Naima.
-Sé que estoy jodidamente buena, pero no hace falta que me persigas a todos lados donde voy o estoy. -dijo mirándome a los ojos directamente, y pude contemplar con gran nitídez sus preciosos ojos verdes. Espera, no. Daniel no habla así de una chica, quiero decir, bah eran del montón, al igual que ella. -pensé sin apartarle vista.
-¿Que estás buena? -dije dando una carcajada, y la profesora interrumpió la clase.
-¡Oviedo! -exclamó ésta con gran enfado.
-Me apellido. -contesté con tranquilidad.
-Al director. -me ordenó.
-Vaya, Oviedo, gran pleno dos en un día eh. -dijo Naima guiñandome un ojo y yo no supe hacer otra cosa que sonreírle.

He de decir, que el hecho de que se acostaran Sam y ella, me llegó a molestar, no por nada en concreto, sino porque él la utilizaba. No me agradó tampoco que hablase así de ella conmigo delante, y aunque yo no llegue a estar, no es quién para hacerlo.

-No venga -dije riéndo- me callo. -contesté a la profesora quién seguía mirándome.
-A la próxima ya sabes. -me avisó.
-Anda, no me esperaba que supieras sonreír. -dijo en un susurro mirandome de nuevo a los ojos.
Y le volví a sonreír.
-¿Ves? -dije señalándo mi gran sonrisa, en su mismo tono. Haciendo que ella también sonrierá.- Ah, Naima. -y dicho esto me miró sorprendida.
-Cabrón, no me gusta que me llamen así, llamáme Nai o te vas olvidando de mi estampa.
-Vale niña de papá.
-Y no vuelvas a decirme niña de papá si no quieres quedarte sin el día del padre. -dijo en tono amenazante.

[Narra Naima.]

-Vale niña de papá. -dijo Daniel mirándome.
-Y no vuelvas a decirme niña de papá si no quieres quedarte sin el día del padre. -dije en tono amenazante. Él solo se limitó a reír, otra vez. Me pesaba tanto la gente que siempre reía por todo, que terminaban cayéndome mal. Fatal.

La verdad es qué me molesta un poco que me digan niña de papá, porque sinceramente, es lo qué menos soy, porque yo padre, no tengo. Y no me importa decírlo, pero no me gusta dar pena y que gente que no quiere saber nada de mí, venga a preocuparse, además, se marchó cuando tenía 3 años y ahora tengo 17, yo de él no recuerdo ni su nombre, y tampoco me interesa saberlo.

Estoy más interesada en conocer a mi hermano, y aún así no muevo ni un dedo por buscar. Él es mayor que yo, y nunca se ha preocupado por mí, ni por buscar e intentar conocernos. Que coño, llevámos la misma sangre. Y duele, pero te terminas acostumbrando a cuidar de ti misma. Porque, ¿si no lo hago yo, quién lo hará?
Yo nunca he..

Capítulo corto, lo sieennto. Aviso que a partir de aquí se irá haciendo más interesante, si queréis que siga comentar y votarrr, si no, la dejo.😊