Capítulo 03

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Lena suspiro y Yulia observo el vaivén de las aguas calmadas para luego mirar el cielo, pasaron unas horas platicando, se encontraban recostadas sobre la arena viendo el firmamento mientras charlaban sobre ellas

- Hace tanto que no sentía esta tranquilidad – Dijo Lena
- Es el Volga – Sonrió Yulia
- ¿Lo crees? – La observo Lena
- Si, es hora de irse Rojita – Dijo Yulia
- Tienes razón es muy tarde y tu tal vez tengas muchas cosas que hacer mañana
- No lo digo por eso, casi no duermo – Sonrió
- ¿Y entonces? – Se extraño
- Va a llover
- ¿Llover? ¿Ahora eres meteoróloga? – Rio
- ¿No lo sientes Rojita? La temperatura ha bajado dos grados y el viento comenzó a soplar un poco más y mira el Volga – Se inquieta y agita

Lena se sentó y en efecto las olas se movían un poco más agitadas se pusieron de pie ambas y Yulia sonrió

- ¿Te veo mañana? – Pregunto Lena
- Me encantaría pero no se podrá
- ¿Tienes alguna cita? – Dijo seria
- No, pero el día no se prestará para ello
- ¿Pasado mañana?
- Te veré aquí siempre que quieras Rojita

La morena estiro su mano y la deposito en la mejilla de Lena y luego con su pulgar la acaricio a la pelirroja le gusto esa sensación y cerró los ojos

- Tenías arena – Sonrió
- Gracias – Le guiño el ojo
- Descansa Elena Katina
- Gracias por todo Yul
- Es un placer
- Gracias – Le beso la mejilla y emprendió el camino

Yulia la observo irse y entrar a su casa y siguió paseando por la orilla la lluvia empezó a caer la morena suspiro observo el cielo mientras las gotas mojaban su bello rostro jugo con sus pies en la arena

- Esto no era parte del plan, yo sólo quería ayudarla – Dijo para nadie

La pelirroja se levantó el día estaba frío y nublado se ducho y se abrigo la lluvia había comenzado a caer por la madrugada no paro y por la tarde-noche llovió más fuerte aún siguió en su trabajo, había mucho que hacer y aún tenía que planear bien que días viajaría la semana completa a New York donde trabajaba, su móvil sonó

- Lena
- Hola amor
- ¡Sash! ¿Cómo estás?
- Pues preocupado por ti, desde que te fuiste solo has llamado una vez
- Lo siento, es que... Mi mamá no está bien, ni yo lo estoy además tengo trabajo y me estoy dando cuenta que tengo que ir a New York
- ¿Vendrás? – Dijo emocionado
- Si, pero no tengo quien cuide de mi madre Sash no puedo dejarla sola intento ahogarse – Dijo Lena
- Bueno cariño pues, dentro de una semana tengo libre dos semanas más y puedo ir para allá y cuidar de tu mamá
- ¿En serio lo harías? – Dijo Lena feliz
- Por supuesto amor
- Te lo agradezco mucho Sash
- Sabes que haría cualquier cosa por ti nena
- Lo sé y... ¿Yulia?
- ¿Yulia? ¿Quién es Yulia?

La pelirroja veía por la ventana, salió de su habitación y camino hacía el comedor desde ahí se veía mejor un rayo ilumino todo y vio a la morena parada ahí donde siempre, pero la fuerte lluvia le impedía ver bien entre por una chamarra y una sombrilla, al abrir la puerta ya no la vi y eso la desconcertó ¿A dónde iba? ¿Y cómo es que de la nada ya no estaba? Entro de nuevo a su casa

- Te veo algo ansiosa – Dijo Inessa
- No ¿Por qué lo estaría?
- Llevas dos días sin ver a Yulia, la conoces apenas hace unos días ¿Y ya te dio duro?
- ¡Mamá! – Dijo apenada
- Me alegra, tal vez puedas enamorarte de ella
- ¡¿Qué?! No, no, ni lo pienses mamá ya te dije que después de Darla no, ninguna mujer en mi vida
- Cariño... Esperas ansiosa la hora para salir corriendo a verla, llegas con una sonrisa en tu rostro y...
- ¡No me enamore de ella! – Grito Lena
- Yo no dije eso, dije que tal vez puedas al parecer cariño lo estás haciendo
- No, no, no, no, no puedo estar enamorándome de ella
- Bien cariño, entonces me alegra que encontraras una muy buena amiga que te apoye y te haga bien – Sonrió
- Gracias

Termino la cena con su madre y espero a que su madre durmiera y salió ya no aguantaba sin ver a Yulia un minuto más aún era temprano y la morena no estaba por ningún lado espero y espero largos minutos

- Vamos, vamos ¿Por qué te tardas? Siempre estás aquí ya
- Bueno es porque normalmente es más tarde – Escucho tras ella
- ¡Yul! – Dijo levantándose
- Hola Rojita – Sonrió
- ¿Cómo sabias que llovería a mares?
- ¿Te dije que ya qué soy adivina?
- Vaya, eres muchas cosas
- Así es – Le guiño el ojo

Siguieron platicando y aunque Lena no se diera cuenta esa morena había llegado a su corazón, era la persona más maravillosa que conocía, pura y transparente, de sonrisa radiante, piel dorada como la arena y ojos azules como el mar y su cabello largo y obscuro como la noche, pasaron unos días y pronto Lena tendría que marcharse

- Tengo que decirte algo importante – Se sentó
- ¿Qué sucede Rojita? – La miro
- En unos días iré a ver algo de mi trabajo
- ¿A New York? – Dijo Yulia
- Sí, me necesitan allá
- Vaya, después de todo si te vas – Camino hacía el Volga
- Yul...
- Esta bien, no te preocupes – Dijo triste
- ¿Qué pasa?
- No pasa nada Elena tarde o temprano tenías que volver a tu vida – Suspiro
- ¿Crees que me olvidaré de ti?

La morena sonrió y le tomó por sorpresa que la pelirroja la abrazara por la cintura y pegara su cuerpo al de la morena que cerró los ojos, y Lena sintió la temperatura de la piel de Yulia fría pero era adaptable

- Volveré pronto, lo prometo
- ¿Cuándo es pronto?
- Serán unos días, tal vez una semana y volveré
- ¿Por cuánto tiempo Elena? – Dijo Yulia soltándose del abrazo y se alejo
- ¿Qué quieres decir? – La observo
- Si ¿Por cuánto tiempo volverás? ¿Un mes? ¿Dos? ¿En vacaciones?
- Yo...
- No volverás, y dejaras de pensar en mí
- Ven conmigo a New York
- ¿Qué? – Dijo sorprendida
- Ven conmigo
- ¿Con tu novio allá? ¿Qué voy hacer yo?
- Él no estará, Sash viene para acá a cuidar a mi mamá en lo que yo viajo
- Ah cierto, tu mamá
- Ven conmigo – Le tomo la mano
- No puedo
- ¿Me reclamas a mí y cuando te pido que vengas conmigo no puedes?
- Aquí está mi vida Lena, el Volga es mi hogar y... Salir de aquí sería mi muerte, no puedo alejarme de aquí
- Yulia...
- Es muy egoísta de mi parte lo sé y lo siento, quiero que te quedes y no puedo ir contigo cuando me pides que vaya ¿Cuándo te vas?
- Mañana por la noche – Dijo Lena
- De acuerdo – Suspiro
- ¿Vendrás? – La miro
- No puedo Lena, lo siento
- Pero... ¡Aarrgg! Ni si quiera ser porque te pido esto yo tengo novio y...
- Ambas sabemos por qué – Se acercó Yulia
- Eres mi amiga Yulia y...  

La Sombra del VolgaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora