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Querida Katrina,

Todo empezó cuando salí del instituto.
Todo comenzaba siendo el peor día de mi vida, preguntándome en qué días me había metido en ciencias.
Entonces me llamó mi padre.  Casi no escuchó su tono de Bruce Springsteen con los truenos.

Mi padre casi no podía hablar, porque aunque no te conoce apenas, siempre se deja llevar por los momentos emocionantes.
Se lo pasó a mi madre, porque yo no entendía nada.

- Ya... - fue lo único que dijo, casi igual de emocionada.

Se que ese "ya" parece el aviso de una mujer a punto de tener al bebé, pero yo al momento lo entendí.

"Ahora mismo voy", es lo único que la dije. Deje todo, y aquí estoy, en el autobús escribiendote. "¿Donde estaba la cámara oculta?".

A la mierda las cartas.
Ya casi voy a llegar.
Algo nuevo va a empezar, Katrina.

No tengo otra manera de terminar esto que diciendote que soy tu mejor amiga. He aquí mi originalidad:
Siempre,

Nicole.

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