Memory

29

RECAPITULEMOS:
Katrina ha despertado de un coma. A partir de ese momento, casi todos mis pensamientos se han centrado en el asco de personalidad que ha adoptado. Arthur apareció acuchillado, y apenas hemos vuelto a reaparar en ello.

Yo intentaba que nuestra relación (mas que nada, nuestra vida) fuese a normal, pero ella no lo intentaba. Después ella lo intentaba, pero yo no lo intentaba. Mi familia me confunde. Me confundo yo sola. Voy a un club para desconectar y acabo tirada en la cama medio muerta con una bolsa de hielo en la cabeza.

TIENE QUE HABER ALGÚN ERROR.

- Es el karma - aseguró Kyle.

- No, es la gilipollez.

- ¿Por qué te gusta hacerte tanto daño?

- El problema es que no se que me lo hago.

- Se te está derritiendo el hielo.

- Es normal cuando mi cabeza está prendiendo humo.

- ¿Quieres dormir? Sabes que me tienes aquí para lo que necesites. Y no solo me refiero a traerte un vaso de agua, ya me entiendes.

- Es la primera vez que me lo dices.

- Creo que es un momento apropiado para que sea la primera vez

- ¿Por qué?

Porque estás tirada en la cama como si estuvieses esperando el fin del mundo, tonta

- Porque - dijo Kyle - es la primera vez que tu estás con resaca y yo no.

Me reí, pero casi me atraganto. Así de mal estoy.

Después de irse Kyle, vino mi madre.

- ¿Cuántos días te quedan de vida?

- Ja Ja, me parto - nótese el sarcasmo.

- ¿Sabes por qué te está pasando todo esto?

- Ya sé que estoy castigada, te recomiendo que te ahorres toda la charla.

- Me refiero, a que estás siendo fiel a una persona que no te es fiel. Una persona que te está haciendo daño. Tienes que acabar con la relación.

- Mamá, estas hablando de Katrina como si fuese mi novia.

Mi madre se rió.

- Lo importante es que me has entendido.

- Claro.

- Bueno, te dejo sola. Duerme.

En cuanto mi madre cruzó la puerta, un sentimiento inesperado hizo que mks puños se me cerrasen con todas mis fuerzas.

En ese momento Kyle miró por el umbral de mi puerta. Miró mis puños, y me miró a mi.

Un sentimiento de venganza me subió de arriba a abajo.

- Por una vez voy a romper las reglas de verdad. Y voy a demostrarle a mi madre que por primera vez ella no tiene la última palabra en casa - dije estas palabras casi sin pensarlas, como un robot.

- Tienes la maldad en la sangre, pequeña - respondió Kyle con una sonrisa.