Capítulo 1.

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-Hey Rafa, y ese milagro que tengo el honor de tu visita? - preguntó Ángel sarcásticamente mientras se acercaba para abrazarme.

-Pués, si mi mejor amigo me cuenta que tiene casa, me veo obligado a venir a celebrarlo con él- contesté pasando hacia la sala en donde me encontré con Kevin sentado en el sillón con los pies trepados en la mesita de centro, el hermano de Ángel - ¡cómo va todo, Kevin!- sonriente le estrecho la mano.

Me había llamado el día anterior de que ya había comprado una casa. El estudiaba y trabajaba también. Y ahora mismo está viviendo con su hermano.

-Habla hermano, que tal los estudios? Aún no te vuelves loco de estudiar las mentes dementes?- Kevin era el hermano mayor de Ángel, solo por dos años. Vivió en el interior del país junto a sus padres. A diferencia de mi amigo que vino a la ciudad a vivir con su tía para estudiar.

-No que va, voy bien y avanzando; espero terminar dentro de un año- Yo estudio psicología, y me va excelente debido a que le dedico todo mi tiempo a eso. Aunque me haya hecho distanciarme de mis amigos, me siento muy orgulloso de como soy.

Me di cuenta de que había permanecido de pie todo el tiempo, así que me senté al lado de Kevin en el sillón. Vi a Ángel sentarse en una silla del comedor, que estaba junto a la sala.

Ángel seguía siendo el mismo del colegio, no había cambiado nada. Vestía con una camisa abrochada hasta el último botón, como siempre le había gustado. Y un jeans negro -hasta en su propia casa se vestía elegante- pensé. Se seguía viendo musculoso pero no en exceso y con su corte de cabello castaño largo en medio y peinado de lado.

-Viejo, te tengo que echar un cuento- nos interrumpió Ángel mirando emocionado a su hermano. A lo que este respondió torciendo los ojos.

-Haré la cena, quiero probar una nueva receta que aprendí- se excusó Kevin y fué a la cocina. Él es chef, siempre experimentaba en la cocina desde que eramos más jóvenes y el venía de visita a casa de su tía. Como mejores amigos que somos Ángel y yo, me la pasaba metido en su casa comiendo lo que preparaba Kevin.

-¿Qué paso? - cuestioné con intriga.

-Ahora tengo novia- soltó de una vez. Me impresionó porque él era una persona con miedo a los compromisos, por la manera en que me miró y se apresuró a explicarse; deduzco que en ese momento yo tenía una terrible cara de impactado.

>> Mira dejame explicarte las cosas. Hace un par de meses salí un día a la plaza y vi a un grupo de personas, algunos que yo conocía, me acerqué y me presentaron a varias. Las saludé con un beso en la mejilla a excepción de una.

- ¿Cómo así? ¿por qué?- lo corté a media historia porque me intrigó bastante esa parte.

-A eso iba, Rafa. Yo llegué a besarle la mejilla como a las demás pero ella me detuvo, puso su mano frente a mi cara y me dijo que la saludara de la mano. Me sentí un poco humillado por su acto descortés, sin embargo, me gustó. Se la estreché y me quedé viendo sus hermosos ojos verdes...

-Está bien tonto, la muchacha siempre lo trata horrible. De a malitas le dijo el sí cuando le pidió que fuera su novia por tercera vez y el sigue ahí enamorado- reí a carcajadas con su explicación. Kevin salió de la cocina con dos platos. Lo observamos volver a irse para luego regresar con su plato y una cámara -capturemos este momento para mi album de recetas hechas- dijo, acto seguido colocó la cámara frente a nosotros con el temporizador y la tomó.

-¡Pero qué grandioso hermano tengo! Por lo menos está bien bonita- se defendió Ángel poniendo una fingida cara de enojo.

-Bueno como sea, me la tendrás que presentar para conocerla- comenté revolviendo el plato intentando decifrar lo que era.

Tres En UnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora