Something In The Way

Capítulo 7

Te di algo que nunca podrás devolver.
¿no te importa?
Me - the 1975

Sus ojos estaban cristalizados, eran bellísimos y la capa de lágrimas que los cubría los hacia resaltar.

Me era muy difícil entenderlo, la única hipótesis con sentido era que sus padres habían muerto, o él no tenía familia, o perdió a alguien, y se identificaba conmigo y le traía recuerdos.

Tiene que haber algo más, él aun no notaba mi presencia. Dejó la foto donde estaba, y pude verla, recuerdo cuando la tomé, ellos estaban tan felices ese día, era el día de mi graduación, me regalaron la cámara y la primera foto que tome fue a ellos, estaban distraídos, pero aun así parecía una fotografía de revista.

Definitivamente no salí fotogénica como ellos, en todas las fotos o mi pelo salía en medio a causa del viento, también me ha pasado de justo en el momento indicado mirar hacia otro lado, o la típica de salir con los ojos cerrados.

Andrew carraspeó, me había ido, al pasado, otra vez.

Fije mi atención en él, que sólo me miraba fijamente, esperando instrucciones, o alguna pregunta, la cual tenía, pero sabía que no debía preguntar, su familia.

Decidí no hablar sobre el tema en ese momento, aunque la curiosidad me estuviera carcomiendo viva.

Tenía otras cosas más importantes que hacer.

— Busquemos algo para comer en el camino — Su rostro se relajó, estaba esperando la pregunta, debí aprovechar el momento.

Nos dirigimos a la cocina, tomé tres botellas de agua purificadas - cosas de mi madre - y algunas galletas, obviamente viendo su fecha de vencimiento, intenté cargar lo que más pude, pasé el ultimo paquete a Andrew que lo colocó en la segunda mochila. Las dejamos en el sillón.

Avisé que me iba a bañar, y le dije que hiciera lo que quisiera.

Tomé un largo baño, hacía frío así que me puse varias prendas de abrigo, y mis borcegos para nieve favoritos.

Cuando volví a bajar, él había colocado dos almohadones del sillón y los coloco en la alfombra, su cabeza ya ocupaba uno, no termine de bajar que volví a subir, busque dos frazadas y las baje. Le entregue una, me sonrió.

Sonreí. Inexplicablemente y sin motivos, pero últimamente así iban las cosas, nada de lo que me había sucedido tenía una explicación sensata.

Antes buscaba explicación a todo, no podía seguir sin saber el porqué de las cosas, me agobiaba muchísimo, muchas veces no la pasaba para nada bien, pero ahora me conformaba con el momento, no necesitaba más que eso, supongo que se debe a la perdida de momentos que tuve. No iba a dejar a dejar que ningún momento se me escape, por malo o bueno que sea. Definitivamente esta era la persona quería ser, ahora, y la persona que admiraba y temía años atrás, temía a ser libre, no podía vivir sin instrucciones, planes, explicaciones.

Mirábamos el techo, imaginaba las estrellas, me encantaría dormir algún día mirando el cielo nocturno. Pero no hoy, estaba helando afuera. La gruesa manta que traje era suficiente, el silencio no era incomodo, al menos para mí, aunque las cosas estuvieran un poco tensas, o confusas, sabía que el escondía algo, o algo lo estaba afectando. No era el mismo que conocí día atrás, no de conocer literal, no lo siento igual a cando hablamos antes, ahora ni habla y si lo hace es distante, por eso lo prefería en silencio.

— ¿Si supieras quien asesino a tus padres? ¿Qué le dirías? — nunca me puse a pensar en eso, seguro no le diría nada bonito, me arrebato todo, pero tampoco podría hacerle nada, es decir, no tendría oportunidad. No podría herirlo, no como lo hizo conmigo, no buscaría venganza, lo mejor será no saber quién fue, es más fácil manejarlo así.