Capítulo 13

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Niall.

La alarma de mi despertador sonó a la hora de siempre, 5:00 am. Gruñendo me levante de mi cama para dirigirme al baño y tomar una ducha. La rutina de siempre. Ya estando listo me dirigí hacía el cuarto de Skylar, quien estaba completamente dormida como un tronco. Bese su frente y la observe por unos segundos. Me sentía culpable al ocultarle demasiadas cosas, pero era muy pequeña como para entenderlas. No se merecía nada de esto. Nadie lo hacía.

-Buenos días rubio -se escuchó la voz de mi prima Olive, quien se encontraba en la cocina haciendo quien sabe qué cosa.

-Buenos días.

-Oye, hoy vendrá Nick a pasar el rato. ¿Está bien?

- ¿A pasar el rato?

-No es lo que piensas. Solo vamos a ver unas películas, y no sé, prepararemos botana.

-Solo bromeaba, sabes que estas como en tu casa. Solo no hagas cosas indebidas con tu novio, por favor. Recuerda que una niña de cuatro años y medio está presente.

Mi prima me miro mal y siguió haciendo lo suyo. Olive lleva viviendo con nosotros desde hace unas semanas, me ha ayudado bastante a cuidar de Skylar mientras que yo voy a la preparatoria o a trabajar. Siempre es ella la que anima el ambiente en el hogar. Es como una segunda hermana para mí.

- ¿Y? ¿Cuándo me vas a platicar de ella?

- ¿De qué hablas?

-De Abby.

-No sé de qué hablas -respondí cortante y me encamine hacía el refrigerador para sacar la leche.

-Vamos Horan, no te hagas. Tu hermana me ha dicho que es muy linda, ¿Cuándo la conoceré?

-Me tengo que ir, se me hace tarde -trate de evitar el tema y una vez que termine mi desayuno, salí de la cocina.

- ¡Esto no termina aquí eh! -exclamo la pelirroja antes de que saliera de mi casa.

Llegando al vecindario ceca de BirdCage Walk me di cuenta que el sol ya estaba saliendo. Mi reloj marcaba 6:25 am. Justo a tiempo. Toque con mi puño la gran puerta de mármol que se encontraba frente a mí, para ese entonces ya eran las 6:30 am. Una señora ya grande con el cabello blanco, elegante, me abrió la puerta con una gran sonrisa en su rostro. La señora Macy.

-Justo a tiempo muchacho.

Le regale una sonrisa y me entrego a su Golden Retriver junto con su correo roja. Lo tome y el perro me empezó a olfatear mientras que movía la cola.

-Hola Toby, ¿Listo para estirar esas piernas? -me agache a su altura y lo acaricie.

-Toma -la señora Macy me extendió un billete de 20 dólares- Déjalo en el veterinario antes de las 8.00 am, yo lo recogeré más tarde junto con Bary.

-Está bien, muchas gracias señora.

-Gracias a ti muchacho, no sé qué haría sin ti. Estas piernas se oxidan cada vez más -menciono soltando una pequeña risa.

Camine por todo BirdCage Walk junto con Toby, aunque algunas veces me hacía correr. El frio aire de Londres me pegaba por toda la cara, ya era febrero, pero el clima seguía pareciendo de diciembre. Sacar a pasear a Toby todos los días me relajaba de cierta forma, me ayuda a reflexionar sobre muchas cosas. Como, por ejemplo, Abby. Aquella chica lograba ocupar mis pensamientos todo el tiempo, era impresionante como en tan corto tiempo había cambiado mi vida por completo. Desde que éramos niños me llamaba la atención, mientras todos se la pasaban ignorándome, tratándome como si fuera un vaso más. Ella me trataba como si fuera alguien especial.

Ayer la había dejado completamente desilusionada, lo note por la forma en la que me miraba mientras me alejaba de su casa. Me sentía como un completo idiota. Pero simplemente no podía hacerle creer que iba a suceder algo entre nosotros, no podía darle el dulce cuento de hadas, no podía ayudarla con sus problemas si yo día a día me causaba uno. Simplemente no podía.

7:35 am. Ya era hora de ir a la preparatoria.

Dejé a Toby y me dirigí hacia el colegio. Sabía que la iba a ver, pero no sabía que decirle. No quería que me odiara, pero tampoco quería que me amara.

La música de unos tambores se empezó a escuchar conforme iba caminando, era mi celular

Wyatt.

Decía la pantalla, pero no conteste.



(......)

-Nos vemos en la siguiente clase. No olviden estudiar.

Todos asintieron con no muy buena cara y se empezaron a levantar de sus asientos. Miré hacía el lugar en el que ella siempre se sentaba, pero se encontraba vacío. Sin pensarlo, yo ya me encontraba preocupado. "¿Desde cuándo empezaste a tomar tanta importancia en ella?"

-Los exámenes ya vienen y yo definitivamente no estoy listo – dijo Louis mientras que se acercaba a mí- Le pediré a Abby que me ayude a estudiar.

-Por cierto, ¿Sabes porque no vino? -pregunte sin querer.

-Emily me dijo que estaba enferma, además que su madre la castigo por haber desaparecido ayer cuando debía de estar reposando. Supongo que la iré a ver saliendo de aquí, ¿Quieres venir?

-No creo que quiera verme.

-¿Porqué? ¿Ahora que hiciste Horan?

-Nada. Pero tengo que ir a trabajar, ¿Recuerdas?

Louis asintió no  muy convencido y ambos nos dirigimos a nuestra siguiente clase.

(....)

El día paso lentamente, las clases se me hacían eternas. Así que cuando el ultimo timbre sonó, diciendo que las clases ya habían acabado, literal salte de mi silla para salir del salón.

-Iré a casa de Abby con Emily y Harry. ¿algún mensaje que le quieras dar?

-Que no, Louis.

El castaño se encogió de hombros y se alejo, reuniéndose con Emily y Harry que se encontraban a unos metros, quienes me miraron mal todo el día.

Salí de la preparatoria para ir a la guardería de Sky y recogerla, luego tenía que trabajar a la cafetería que se encontraba a las a fueras de Londres. Mi rutina de todos los días.
Iba subiéndome al bus cuando mi celular empezó a sonar. Wyatt. Me había estado buscando desde que nos peleamos a golpes a fuera de su casa, desde que mi padre me vio y me quito a Sky. De seguro estaba tratando de disculparse, pero yo no pensaba de la misma manera.

Hasta hace unos meses me entere que mi padre tenía una novia, Beth, madre de Wyatt. Amigo mío desde la secundaria, junto con el ambos vendíamos todo tipo de drogas a estudiantes, pero después de unos años ambos nos retiramos. Dejamos de hablarnos cuando la policía me agarro con SUS drogas en el auto, llevándome al reclusorio por un mes.

Cuando me enteré de que Abby había recaído por un tipo de droga y que Wyatt se le había dado. No dude en querer matarlo a golpes, pero obviamente no lo hice.

Mi teléfono volvió a sonar, despejándome de mis pensamientos. Conteste molesto.

-¿Qué demonios quieres Wyatt?

-¿Disculpa? -se escucho una suave voz, definitivamente no era de mi hermanastro.

-Abby.

Ni en un millón de años pensé que ella me llamaría.

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My Angel | n.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora