Capítulo 20

63 12 9
                                    

Abby

— ¿Qué quieres?

Miré la carta con determinación, buscando por la bebida con menos alcohol. Cuando Roge me dijo que me llevaría a un lugar tranquilo, pensé que iríamos a una plaza o parque, incluso hasta una cafetería. Pero cuando entramos al Primor Bar, mis expectativas se bajaron.

—Hm, creo que pediré una coca cola.

Roge me miro con una ceja alzada.

—Está bien, yo pediré un whiskey. Siéntate aquí –dijo mientras que me llevaba a un pequeño sillón y tomaba asiento– Iré a traer las bebidas.

Miré hacía mi alrededor y una clase de dejavú cruzo por mi mente. Desde el día que termine en el hospital por ir a una fiesta, digamos que me he vuelto un poco paranoica. 

Roge llegó con las bebidas y tomo asiento en frente mío, me tendió el refresco y después de limpiar el vaso con la orilla de mi blusa, le tome un trago. Al dejarla en la pequeña mesa que se encontraba frente a nosotros, alcé la mirada y pude darme cuenta de que Roge me miraba con una sonrisa burlona.

—Soy precavida.

El asintió, sin dejar de mostrar su perfecta hilera de dientes blancos.

—Está bien que no confíes en mi, apenas nos conocemos. Por eso, ¿Qué tal si nos hacemos preguntas y así nos conocemos más?

— ¿Cómo una clase de juego?

—Si así lo quieres tomar, si. Bien, empecemos. ¿Quieres iniciar tu? –negué con la cabeza– Bueno, seré yo. Hmm, ¿De dónde eres?

—De California, pero me mude aquí desde que tenía tres años. ¿Cuántos años tienes? –esa pregunta la tenía en la punta de mi lengua desde que llegamos aquí, se veía realmente joven como para tomar un whiskey cargado.

—23 –dijo con una resplandeciente sonrisa.

—Te ves más joven –admití nerviosa. El tipo es mayor de edad, me lleva 5 años. Demonios. El río.

— ¿Vives con tus padres o sola?

—Con mi mamá.

—Oh, ¿Tus padres son divorciados?

—No, mi papá murió cuando era niña.... –puse un mechón de cabello detrás de mi oreja, realmente nerviosa por decir eso. No me siento cómoda al hablar de mi padre.

—Oh, lo siento tanto. De verdad –se disculpó con la mirada arrepentida–. ¿Quieres hablar de ello? –negué con la cabeza– Bien, sigamos con las preguntas.





(.....)





No sé cómo paso, ni cuándo o dónde, pero en estos momentos me encontraba demasiado borracha como para recordar.

Bailaba al compas de la músico junto con Roge y otros chicos más. Era una pelirroja, una castaña al igual que yo y otro chico moreno. Las chicas bailaban muy unidas mientras que Roge bailaba conmigo, mentiría si dijera que me se sus nombres. Todos nos encontrábamos bailando y cantando como si no hubiera un mañana.

¿Pero que demonios está pasando conmigo?

La música retumbaba por todos mis oídos y el grado de alcohol que se encontraba en mi cuerpo no me dejaba pensar con claridad. Les grite a mis nuevos amigos que iría al baño y ellos asintieron sin parar de bailar. Como pude, logré caminar hasta el baño y una vez que cerré la puerta detrás de mí, la música se dejó de escuchar.
Gracias a dios que el baño se encontraba vacío.

My Angel | n.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora