El Trayecto

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—¿Vamos a seguir caminando? —preguntaba Inna cansada, observando a Rá planear en los cielos.

—Necesitamos transporte, ¿verdad?

—Tina dice que eres un idiota.

Caminaban por un lado de la carretera, Inna detrás de su nuevo compañero.

—Motos nos vendrían muy bien —susurró él.

—¿Donde vamos a conseguir algo por aquí?, en una vacía y solitaria carretera —se quedó unos segundos en silencio—. Si Tina, ya se lo dije.

A él no le importaba mucho que ella hable sola o se comporte extraño, el se sentía bien acompañado. El sonido de un motor lo sacó de sus pensamientos, regreso a ver, su rostro expresó pánico.

—¡Corre! —agarró a la chica del brazo y empezaron a meterse hacia el bosque. Se escondieron detrás de unos árboles, no muy lejos de la carretera.

—¿Qué te pasa? —la joven estaba confundida—. Mira esas motos nos hubieran servido —se quejo observando una caravana de dos motos, dos autos y una camioneta de negro.

—Esos malnacidos son los que me atacaron —se excusó, una moto venía atrasada, muy detrás de la caravana.

Inna no se lo pensó dos veces y en segundos ya estaba apuntando con su rifle dragunov SVD. Un disparo certero impacto en un lado de la cabeza haciendo que este cayese, deslizando su moto por el asfalto unos metros lejos de ellos.

Se quedaron un momento quietos y en silencio esperando para ver si habia reaccion de los otros conductores, pero al parecer este motociclista si estaba muy lejos y la caravana siguió su recorrido perdiendose en el horizonte.

—Gracias Flan —sonrió la chica regresando a ver a los lados asegurándose que no haya nadie más.

Salieron de donde estaban escondidos, la chica empezó a dar saltitos de emoción mientras el pelinegro la seguía.

Fue hacia la moto y la levantó, de repente apuntó a Jaser con Tina.

El quedó perplejo levantando sus manos.

—¡Tu conduces! —ordenó la chica muy seria y bajó el arma, despues sonrió.

—Esta bien —suspiro de alivio. Se subió a la moto, segundos después la chica se montó detrás sin agarrarse.

—¿Qué esperas? ¡Vamos! —Él encendió la moto, comenzando a conducir muy rápido.

La chica durante el trayecto pegaba carcajadas, alzaba sus manos como en una montaña rusa o observaba al halcón sobrevolar delante de ellos.

—Es en la siguiente —comentó Jaser viendo a lo lejos una pequeña ciudad.

Siguieron su trayecto pero justo cuando estaban pasando la ciudadela.

—¡Tengo hambre! —gritó la chica, alarmando a unos zombis cercanos.

—¡Estas loca! ¡vendrán más zombis! —dijo dando vuelta en una de las calles para entrar a la ciudad, evitando a los no-muertos.

Inna no los evitaba, zombi que esté frente a ellos les hacía un hueco en el cráneo, para abrir paso.

Se encontraban buscando una tienda o un mercado para encontrar comida. Jaser siempre ha sido muy bondadoso.

—Mierda —se quejó él, al ver a la caravana de carros negros estacionados fuera de un supermercado. Detuvo la moto lo más rápido posible para que no lo escucharan, la dejo en el suelo y se ocultaron en la planta baja de una casa de dos pisos frente al mercado, empezaron a observar desde una ventana.

La Loca De Los ZombisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora