Así era ella, su popularidad era extraña, por algunas ciudades era muy divulgada, por otros lugares ella ni existía. Pero por desgracia para la Nación Oscura ella fue conocida de mala manera.
Inna no sabía qué hacer, no tenía transporte y Rá estaba muy lejos. Una fuerte punzada de dolor en su hombro hizo que sufriera.
—Primeramente necesitare algo para curarme —susurro—. Si Tina, también comida.
La puerta principal del supermercado estaba totalmente destruida, así que decidió rodear el lugar, para ver si encontraba una entrada. Al llegar atrás, un montón de cosas amontonadas tapaban una puerta, no tenía fuerza en un brazo para quitar todo eso, así que de algunas patadas boto todo al piso.
Había entrado a la oscura bodega del supermercado, lo único que alumbraba era por donde entro, lo primero que llamo la atención fue un bulto muy grande tapado con una manta negra en una esquina del lugar. Camino lentamente apuntando con su magnum. Destapó la manta rápidamente sorprendiéndose por lo que había encontrado.
—¡Una moto! —dijo emocionada, pero el dolor no la dejó alzar sus brazos.
Debajo de esta se encontraba una caja metálica pintada de rojo, con un candado. La rubia no tenía tiempo de buscar la llave, como cualquier otra persona en estos casos, disparo al candado haciendo que saliera volando. Abrió la caja lentamente, dentro de esta había la llave de la motocicleta, comida enlatada y materiales de farmacia. Para ella esto era algo muy extraño, pero aprovecho el momento.
Se saco su poncho dejando ver un bividi corto, en su cintura una correa que tenía pegadas cajas de munición para sus armas y dos granadas. Su hombro chorreaba sangre, la bala había traspasado. Cogió alcohol y se lo puso en la herida un sollozo de dolor se le escapó. Después agarró una aguja circular con un hilo, respiro muy profundo y empezó a cocerse la herida, gemía angustiosamente, sus dientes apretaban fuerte, al igual que sus ojos se cerraban, pero después de eternos minutos por fin terminó y vendar su hombro fue el paso final.
—Listo —sonrió colocándose nuevamente su poncho.
Después de haber comido, saco la moto a la calle. Colocó la llave en la moto para encenderla pero antes de esto se dio cuenta de un grabado que tenía esta: N.E.
Se dirigió a la carretera principal, desde allí sería más fácil seguir, dedujo que los de la Nación Oscura querían llegar a la siguiente ciudad.
Conducía muy rápido, observando donde se encontraba el Halcón.
Había anochecido, a lo lejos observo el auto negro varado al lado derecho vía. Inna se confundió parando detrás de este, se dio cuenta que entrando al bosque estaba planeando Rá, ya no se lo veía muy bien por la oscuridad.
Bajo de la moto e inspecciono el carro, estando vacío.
—¿Por qué lo dejaría aquí? —se dispuso a adentrarse al bosque.
En ese momento vio mucho humo debajo del Halcón. Siguió el humo porque Rá ya había bajado a un árbol a descansar. No veía nada, caminaba a ciegas, paso el rato caminando y al ver una fogata a lo lejos se escondió detrás de unos arbustos. Divisó a Jaser encadenado a un árbol y amordazado.
—¡Ahí está! —observó alrededor a ver si encontraba al hombre que se había llevado a su compañero pero no estaba por ningún lugar, vio de izquierda a derecha, detrás de cada árbol. Concluyó que se había ido—. Tina, esto es intrigante.
Se aproximó hacia Jaser lentamente, cuando este la vio se exaspero mucho, intentaba decirle algo. Inna no entendía, el pelinegro movió sus ojos miel hacia arriba señalando algo pero fue tarde para darse cuenta, el hombre cayó detrás de ella proporcionándole un golpe en la nuca. Dejándola inconsciente.
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La Loca De Los Zombis
Short Story"Las cosas más bellas son las que inspira la locura y escribe la razón". André Gide. Psicosis es un trastorno de la pérdida de la realidad. Alisson Inna al salir de un psiquiatra vivió experiencias desesperantes, pero el tiempo hizo que lo único imp...