3.

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El día había llegado y tenia un enjambre de avispas en mi estómago.
Nerviosa a más no poder me acomode en mi colchón el cual estaba literalmente hecho mierda. Recordé a Jay jugando con Buda, un perro que rescatamos de las calles. Todas las tardes de domingo salíamos al jardín trasero, mi padre empezaba una parrillada mientras con Jay jugábamos a lanzar la pelota a Buda y mamá arreglaba las flores.

Ahora me doy cuenta que cuando decía que mi vida era una mierda estaba equivocada y que mis lágrimas no paraban de salir por los recuerdos.

- ¡Lo siento! ¡siento haber deseado muchas veces que no fueras mi madre! ¡siento haber deseado que desaparezcan muchas veces!.. Lo siento tanto... Por favor.. Aprendí que ustedes eran los mejores.. Que cuando no me dejaban salir sola era por estos peligros.. ¡aprendí la lección joder!! - gritaba a la nada, los nervios no me dejaban pensar y me sentía sola. Extrañaba los raros pleitos con mi familia, los caprichos de Jay y el humo de cigarrillo de mi padre cuando fumaba dentro viendo fútbol.

Me seque las lágrimas cuando escuche la puerta abrirse. Yo estaba en una esquina de espaldas a esta.

- ¡Deja de gritar! - Esa voz la conocía, y no era de Jefe, era una voz mucho mas familiar.

- ¿Quien eres? - Pregunte y unos segundos de silencio se apoderaron de la conversación.

- Soy quien te acompañara. - En ese momento me di vuelta, mostrando mi rostro y vi a la cara a un traidor. Tenia mayor parte de la cara oculta pero lo reconocí al instante.
Mi cara irradió terror. Era mi tío Jason. El convivió con nosotros cuando no tenia trabajo ni dinero. Pero un día había dicho que encontró trabajo y nunca mas lo volvimos a ver. Creo que ya se a cual trabajo se refería...

Una vez salio del cuarto mis lágrimas volvieron a salir. No recuerdo cuanto tiempo pase llorando, pero si recuerdo que fue hasta quedarme dormida.

Escuche la puerta abrirse, pero fingí seguir durmiendo. Escuchaba las voces y sabia quienes eran. Claramente podía distinguir entre la voz de Jefe y Jason.

- Recuerda vigilarlos en todo momento. Es peligroso pero a fin de cuentas será a cambio de mucha pasta.

- entendido. -una vez Jason le contestó a Jefe se acerco a mi oído y susurro. - Buenas noches.. Pequeña Gingy. - Aquél apodo era el que el me decía de pequeña, pero en la frase y tonos fríos que uso podría jurar que siempre me había odiado.

Una aguja perforo mi piel y segundos después estaba dormida.
Desperté por ruidos de golpes, abrí los ojos para fijarme que era lo que lo causaba y para mi suerte, tenia un paño en los ojos que estorbaba mi vista. Mucha ciencia no hizo falta para darme cuenta de que estaba en un vehículo y que éste estaba en movimiento.
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Atentamente Nightmare

EsclavaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora