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-¿Saben? Esto es mala idea. -dijo la castaña sentándose encima de su gran maleta marrón, llena de cosas y ropa, junto con una varita que sólo la podían utilizar en caso de emergencia.
-Camila... -advirtió Ally, la más bajita, sabiendo que Camila, si seguía quejándose iba a darse cuenta de que es una tontería y correría hasta su profesor.
-No, Ally, ella tiene razón -dijo Normani, resignándose, mientras guardaba en muchas maletas su maquillaje, zapatos, vestidos y su varita.
La más bajita sabía que era mala idea, convivir con mortales era una pésima idea. Si descubrían quiénes eran realmente su mundo de los Hechiceros quedaría expuesto, dándole probablemente el fin a su mundo secreto.
-No puede ser taaan malo... -volvió a hablar, intentando animar a sus amigas quiénes, de mala gana, empacaban sus cosas.
-Ugh, mis padres no pagaron para esto. -gruñó Lauren mientras, con sus ojos, ordenaba las cosas en su maleta.
Las 4 chicas asintieron, dándole la razón y, finalmente, Ally se rindió y no le quedó otra que apoyarlas.
-Sé que es pésima idea, chicas. Pero no podemos hacer nada, ya está decidido. Y saben que nuestras opiniones no toman importancia.
Las 5 suspiraron, de todas las noticias que les habían dado por al rededor de 7 años, ésta era la peor de todas.
¡Convivir con mortales! ¡Sin magia, ni nada!
Según su profesor, que ahora les tenía miedo, era para que aprendan más de otro mundo, para que se puedan adaptar y, por fin, entiendan que la magia no es todo.
Pero ellas sabían que eso era una vil mentira, que las mandaban allá, porque sabían que se habían comportado de una manera no aceptable últimamente. Habían abusado de sus hechizos y no terminaron bien.
(***)
-Chicas... Necesito ayuda. -habló Dinah mientras observaba el objeto de madera frente a ella.- ¿Qué se supone que es ésto? -dijo mientras lo inspeccionaba, alzándolo por los aires.
-¡Dinah! Nadie debe saber que tenemos poderes. -gruñó Lauren con una sonrisa, debido a que un gerente estaba frente a ellas. Todas sonrieron como si la casi rubia no hubiera hecho nada.
-Señorita, esa es una maceta -dijo dejando la maceta en su lugar.
Ambas se miraron confundidas y hablaron mentalmente. Hablar mentalmente era su salida cuando no querían que nadie se entere.
-Maceta? ¿Que es eso? ¿Se come?
-Deja de pensar en comida, Camila. Creo que es dónde hacen pipí.
-No, es imposible, creo que ahí comen Palomitas de flores.
-¡Dinah! Aquí ya no son de Flores, escuché que son Palomitas de Maíz.
-Creo que ahí es dónde guardan el maquillaje todos.
Las 5 chicas se miraban mutuamente, mientras cambiaban palabras en su mente, intentando saber que era ese objeto tan raro, de un color tan aburrido, y para que servía.
-Señoritas... ¿Estan bien? -preguntó el gerente asustado, parecía que esas chicas eran muy raras.
Las 5 asintieron dejando su conversación atrás sin tomarle importancia.
-Am... El profes... El señor Brown -corrigió Lauren rápidamente- Nuestro padre -sonrio- Hizo un... Pedido. -dijo insegura.- Para: Dinah Jane, Normani Kordei, Camila Cabello, Ally Brooke y yo, Lauren Jauregui. -El hombre alto les sonrió y asintió.
-Sí, 1 casa ¿cierto? -preguntó mirando en su portátil, cerciorándose de eso.
-¿Casa? ¿Que es eso?
-Creo que es un lugar donde se compran cosas, Normani.
-¿Que cosas?
-No ... Tal vez ropa.
-No creo, hubo un cartel que vi mientras veníamos acá.
-¿Que cartel, Dinah?
-Decía "Vendo casa" y por la puerta se vio una guarida, como cuando éramos pequeñas y vivíamos en guaridas ¿recuerdan?
-Señoritas... ¿Me escuchan?
-Oh, sí. Claro -sonrió Camila tomando el objeto de plástico que el señor les estaba tendiendo desde hace unos minutos.
-Esa es su tarjeta, hay una para cada una. En total son 5 tarjetas, sirven para entrar y salir de su casa. Éste es un condominio, por lo tanto hay muchas casas al rededor. -dijo evitando que se miren de nuevo. Esas chicas le dan miedo.
-¿Ya podemos pasar? -preguntó Normani impaciente.
-Sí, su casa es la G02, disfrutenla.
Asintieron y, junto a sus maletas entraron a ese raro lugar, nada parecido a su escuela.
-¿Saben? Tengo miedo. Aquí deben haber muchos mortales. -susurró Dinah.
-Está bien -sonrió Ally- Sólo debemos tener cuidado con nuestros poderes. -miró a Dinah y ésta se encogió de hombros.
-Sólo quería saber que era eso. -se excusó.
-Creo que ésta es. -dijo Lauren señalando una puerta marrón. Comenzó a tocar.- ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? -preguntó.
-¡Hola! ¿Son nuevas? -se les acercó una chica, castaña con ojos marrón claro, tez trigueña y muy chiquita.
-Sí, acabamos de llegar. -sonrio Dinah- Yo soy Dinah, y ellas son -comenzó a señalar a cada una de sus amigas- Ally, Lauren, Normani y Camila -dijo
-Estábamos intentando abrir esto ¿Sabes cómo? -preguntó Lauren rápidamente. Ella rió.
-Sólo se mete aquí, esperas que se abra y... Así mira. -agarró la tarjeta que Camila tenía. La chica metió la tarjeta en un pequeño hueco rectangular y éste soltó un sonido, logrando que la puerta se abra.
-¡Gracias! -sonrió Ally emocionada.
-Oh, por cierto, soy Ariana. -dijo sonriendo- Estoy a dos cuadras de su casa, por si necesitan algo. Adiós. -dijo y se alejó despidiéndose con la mano.
Cuando se alejó lograron entrar en esa casa, que ellas conocían como guarida.
-Wow... -dijo Normani entrando- Todo es tan... Simple.
-No hay nada asombroso, que resalte y... Ugh. Desearía estar en la academia -susurró Lauren agarrando cuidadosamente los objetos que se encontraban dentro de la casa.
Todo esto para ellas era nuevo, era extraño, era... Diferente.
-Chicas... Mañana iremos a la Universidad. -dijo Camila evitando gritar.
-¿Universidad? -preguntó Dinah confundida.
-Según el profesor Brown, dice que es como una academia. -siguió- ¡PERO SIN MAGIA! -gritó horrorizada y comenzó a dar vueltas en círculos.

The Wizards [Fifth Harmony & One Direction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora