Toronto: Lluvia Y Nieve...

Capítulo 4: Regreso

Estando en casa... Se vuelca una torrencial lluvia sobre la ciudad. Hoy nadie excepto yo, están en casa. Mis padres han ido al aeropuerto por Susan, que por fin regresa de la alejada Inglaterra. Hace dos años que ella se fue para terminar su carrera. La biotecnología y ciencias de la vida no son nada fáciles, al menos no para mi.
Aunque la mayoría de mi vida no recuerde a mi hermana, se que siempre ha estado para mi cuando la necesite, y a pesar de que no la he visto últimamente, siempre tengo esa imagen borrosa de una chica alta agarrándome entre brazos y cantando una suave canción cuando la tormenta arrasaba con el norte de la ciudad. O eso es lo que me decía mi papá. Hasta ahora tal pareciera que desconozco a cierta persona, pues Susan no es la misma...
Ahora es toda una señorita muy bien vestida y de una figura atractiva con un gran y aburrido conocimiento de biotecnología y esas cosas de la vida.
Me preguntó si es que aquella persona que me habló sería mucho más linda que Susan. Me retractó de aquel pensamiento en cuanto se me viene a la mente la imagen de aquella chica desordenada que me habló y citó en la cafetería.. Que por cierto aún no se su nombre. 

Se pasa el día y no me percato mucho de eso, al menos no hasta que en la tele empieza el noticiero de las 8, por lo cual decido irme a mi cuarto. Me pongo a jugar videojuegos hasta lograr acabar con Jefe final. Aun no regresan mis papás, así que decido acostarme y esperarlos.

Al día siguiente despierto sobre mi cama aún con la ropa de la noche anterior. No se a que hora fue que llegaron mis padres con Susan, así que decido salir del cuarto y camino con pasos apesantados hacia la escalera, y empiezo a oír unos cuantos murmuros, llegó al pasillo que da al recibidor y veo que de la viga de madera del techo que divide el recibidor de la sala esta colgado un estandarte con la frase: "Bienvenida a casa"... Aparte de que todo el recibidor esta cundido de arreglos de fiesta.
Por mi parte, no me sorprende, pero me alegra que vuelva Susan. Son demasiadas cosas que contar. Ella siempre me escuchaba.