AMRITA

CAPITULO CINCO: LOS MIEMBROS DE UNA ECUACIÓN

Es difícil de creer que ya sea fin de mes nuevamente, el tiempo es implacable en su avance, las promociones de su primer mini álbum como sub unit están próximas a culminar, pero ya tienen sus horarios llenos de actividades y en las primeras etapas de organización y producción de un nuevo Álbum de larga duración, este tiempo que ha pasado en la compañía de Wonsik lo ha hecho más cercano y abierto a compartir sus pensamientos en voz alta, lo que ha aportado al descubrimiento de una personalidad y carisma agradable para las fans.

Luego de la aquella conversación en el estudio, Wonsik cumplió su promesa implícita y no volvió tocar el tema, lo que era un alivio. Taekwoon no quería tener que enfrentar algo así nuevamente sin tener su cabeza clara, ya que dicha conversación despertó inseguridades en él que no había contemplado y la actitud de Hakyeon sólo lo confundía más.

Esto en su actual situación presentaba una doble complicación, por un lado como mantener una relación sin saber que terreno pisas "Pero me dijo que me amaba" dice recordando aquella noche mientras su cabeza y corazón no encontrarán el equilibrio no podría estar tranquilo, esto presentaba un doble problema "Tal vez lo presione demasiado" Lamento caminado por el estudio, aburrido de permanecer sentado frente al teclado observando la misma partitura inconmovible en la pantalla del procesador.

El amor no resultó ser como lo muestran en los dramas que uno ve en televisión, el amor en la realidad es una ecuación difícil de equilibrar, en su caso particular se tornaba desesperante, tal vez tanto huir del contacto con otros por tanto tiempo, encerrándose en sí mismo, ahora que esa barrera estaba destruida, necesitaba del contacto humano como el aire que respira.

Vuelve a sentarse en el escritorio a admirar la misma partitura inamovible por lo que parece un siglo, en la pantalla puede ver su rostro con claros síntomas de la enfermedad que acarrea, cuya cura solo proviene de la misma persona que provoca la enfermedad.

Es consciente que sus inseguridades en la relación con Hakyeon están afectando su entrenamiento igualmente. En el fondo de su corazón siente que la único camino a seguir es tener una conversación sincera con Hakyeon, para descartar y aclarar cualquier duda o inseguridad que ellos puedan tener en esta relación, no obstante vuelve a caer en el mismo circulo vicioso, cómo enfrentar a Hakyeon, cuándo es el momento para hablar este tema, está listo para tratarlo, qué pasará después, etc., las preguntas lo agobian y termina apartándose del escritorio harto de sentirse inútil, impotente y triste.

Caminando por los pasillos del edificio corporativo donde se encuentran los estudios que son como su segundo hogar, la vibración de la música a volumen alto atrae su curiosidad y se dirige a la sala de ensayo se supone que además de él, sólo Jaehwan y Ravi están trabajando hoy, pero al llegar a la sala de ensayo, se sorprende al ver allí a la persona, quien es el centro de cada pensamiento y acción de estas últimas horas poco productivas en términos de trabajo.

Hakyeon baila como si el resto del mundo no existiera, sus pies están descalzos, es tan raro encontrarlo bailando danza moderna, en especial con tal intensidad, solo frente al espejo, practicando nuevas posturas y movimientos que le gustaría dominar. Taekwoon se queda observándolo como hipnotizado que no se percató que la música ha terminado.

"¿Qué haces allí?" Hakyeon pregunta suavemente regresando la intensidad de la mirada de su compañero, aun agitado por el agotamiento físico, al cual se sometió voluntariamente. Taekwoon no responde, se encoje de hombros y camina en la dirección de Hakyeon "¿Quieres algo?" Hakyeon insiste inclinando su cabeza hacia un lado, es claro que no esperaba compañía en ese momento, se sienta en el suelo para masajear sus pies. "Si" Taekwoon responde finalmente acercándose y sentándose al lado de Hakyeon, quien no resiste más y deja que la vergüenza lo domine, sabiendo que Taekwoon presencio su pequeño espectáculo silenciosamente, quien sabe por cuánto tiempo sin que él lo advirtiera.