AMRITA

CAPITULO DOCE: UN MAL DÍA (M)

A/N: Estimados y Estimadas lectores, este capitulo tiene contenido sexual, si esto les ofende o perturba, tengan la amabilidad de no leer más allá de esta advertencia. Gracias   

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"¡Estás loco!" Taekwoon exclama espontáneamente ante la sugerencia de su compañero "No permitiré que te involucres más, esto es peligroso" el joven cantante advierte provocando la molestia del mayor "Es tan peligroso para mí como lo es para ti Woonah" Hakyeon razona y luego explica "No esperaras que me quede sentado y espere tranquilamente en el dormitorio. Ahora que lo sé todo, Te acompañaré lo quieras o no" Hakyeon ve a los ojos triste de Taekwoon con determinación gélida "Entiende, me preocupas y moriría si algo te sucediera. Esta es mi única alternativa, el estar allí me asegura que estarás sano y salvo" Hakyeon termina con un dejo de condescendencia en su tono, mientras acaricia y ordena los cabellos desarreglados del cantante Cariñosamente.

Dentro de la mente de Taekwoon se libra una pequeña gran batalla. Por una parte es completamente consciente que si insiste en disuadir a Hakyeon, el joven moreno sólo se empecinará más en su decisión, conociendo su naturaleza terca. Por otra parte intenta planear una forma de sacar a Hakyeon de todo este embrollo, Tal vez la señora Lara tenga una mejor idea o la misma Mohini pueda hacer algo. Lamentablemente, por ahora Hakyeon lo arrincona en la resignación que este día quedará marcado en su diario de vida como el peor día de su existencia y aún quedan algunas horas más por sobrevivir.

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La soberbia risa llena cada rincón del inmueble "Jah, Ahora todo el mundo quiere ser mi amigo" El hombre proclama, mientras alza sus piernas para posar su pies sobre el lujoso escritorio que es una pieza más de la exquisita decoración de la oficina. Desde las sombras surge una figura sorprendiendo al hombre, quien tenía su enorme nariz clavada en la sección de sociales del diario "Aaaaah... porque apareces así ¿Dónde estabas?" el hombre deja caer sus piernas levantándose con prepotencia "¿Has olvidado que tenemos un trato? yo he cumplido con mi parte, incluso más allá de lo que me correspondía" dice el hombre golpeando la fina madera del escritorio con su dedo índice "Te recuerdo que yo te traje a este mundo, me debes mucho" dice el hombre caminando hacia la criatura "Deberías actuar más agradecido, ahora ve hacer tu trabajo como lo acordamos y espero no tener que recordártelo nuevamente" Dice el hombre sin esperar ninguna respuesta de parte del demonio, quien se queda observando la hermosa y pacifica vista que ofrece el ventanal de pared a pared que posee el despacho del humano "El sello ha caído...queda muy poco para que todo llegue a su fin" El demonio dice al mismo tiempo que sus ojos destellan siniestramente "No será necesario que me lo recuerde nuevamente Señor" con un chasquido de sus dedos invoca a dos presencias más, la que lo acompañan por los pasillos del edificio de DY Entertainment "Porque las condiciones de nuestro trato acaban de cambiar" acariciando abstraídamente el Om que lleva colgando en su cuello. Las tres figuras se desvanecen entre las sobras y solo queda el sonido como rastro de su desplazamiento hacia el ventanal, abandonando así las instalaciones.

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"Perdí tu regalo" Hakyeon lamenta regresando a sentarse al lado de Taekwoon, quien lo mira con tristeza al recordar lo ocurrido el día anterior "Quería regalarte algo especial" El bailarín dice con voz infantil "Ahora no tengo nada para darte" sigue lamentando arrugando la nariz para mostrar su desagrado con la situación. Silenciosamente Taekwoon pasa su brazo por sobre los hombros de otro chico obligándolo a inclinarse y reposar en el hombro del cantante dándole un pequeño apretón en el ante brazo de Hakyeon para transmitir que entiende su sentir y a la vez que ya no importa "Qué estés conmigo es mi regalo" Taekwoon le dice reclinando su cabeza para unirla a la de Hakyeon. El otro joven responde abrazándolo y al momento de juntar sus manos en su espalda pudo sentir el zumbido reconocible del celular de Taekwoon. Obligándolos a separarse, Taekwoon abre los ojos para asegurarse que la información que muestra la pantalla es efectivamente lo último que le faltaba para completar su día de mala suerte.