(M) CAPITULO DIEZ: 사신 - Sasin

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ADVERTENCIA: Estimado Lect@r, esta historia contiene descripción gráfica de violencia si esto le perturba u ofende en algún punto ruego no continuar leyendo más allá de esta advertencia. Gracias.

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La última campanada del timbre resuena dejando un eco agudo en los oídos de la extraña señora al tiempo que gira la perilla de la puerta, revelando a su inesperado visitante, a quien la señora Lara reconoció al instante "Tú eres uno de los amigos de Taekwoon ¿Verdad?" la señora afirma sonriendo ampliamente "Sí, señora. Mi nombre es Cha Hak Yeon" Hakyeon dice haciendo una reverencia ante la señora "Hakyeon, sabía que si te veía recordaría tu nombre" La extraña señora confiesa golpeando la palma de su mano con la otra empuñada "Vaya es una grata sorpresa, tenía muchas ganas de hablar contigo, por favor pasa y toma asiento" La señora Lara se hace a un lado para dejar pasar al chico, quien acepta su amable invitación.

"Dime, Hijo qué..." La señora Lara se paraliza a la mitad de la frase al momento que sus ojos se clavan en el objeto que inesperadamente adornaba la muñeca del joven a su lado. Los recuerdos de aquella noche inundan su mente, en especial la expresión del rostro de Taekwoon mientras confesaba que la pulsera era para alguien especial. Ahora ese alguien especial para el joven cantante se encontraba sentado en la sala principal de su departamento. "Señora ¿Está bien?" Hakyeon pregunta un poco perturbado "Sí, te ruego me perdones, me distraje porque me gustó mucho la pulsera que llevas puesta" la señora Lara se excusa rápidamente "¿Esto? es un regalo de alguien muy querido para mi" Hakyeon confiesa tomando el objeto, admirándolo con orgullo, pero eso fue todo lo que la amigable señora necesito para atar cabos sueltos y desde ese punto en adelante no pudo sacarlo de su mente, bloqueando cualquier otro tema que quisiera aprovechar de discutir con el Joven.

"Le ruego me disculpe por visitarla sin anunciarme antes, pero creí que podría encontrar a Taekwoon aquí" Hakyeon confiesa sinceramente tomando por sorpresa a la señora Lara, quien tenía media novela escrita en su mente para esos momentos "No, hijo, Taekwoon se retiró hace unos 30 minutos más o menos" La señora responde y puede leer los pequeños gestos de incomodidad en el rostro de Hakyeon, como morder sus labios, mirar a su alrededor buscando algo para luego fijar su mirada en sus manos, donde sus dedos juegan nerviosamente con su anillo "Por qué no lo llamas, tal vez puedas alcanzarlo" La señora Lara sugiere sintiendo empatía por el otro joven "Lo hice, pero Taekwoon tiende a no responder su teléfono últimamente" Hakyeon dice sin levantar la mirada y la señora maldice mentalmente.

"Lamento haberla incomodado, es mejor que me retire, que tenga muy buenas noches" Hakyeon dice levantándose del sillón, hace una reverencia a la señora y se dirige a la puerta, cuando es detenido por la señora y por segunda vez ésta se queda paralizada "Señora ¿Le ocurre algo?" Hakyeon pregunta preocupado al ver como el color abandona la cara redonda de la mujer "Tu energía es fuerte" La señora Lara declara y suelta el brazo de Hakyeon, quien le da una mirada pérdida al no entender a qué se refiere la extraña mujer "¿Qué?" Hakyeon pregunta pestañeando rápidamente en un intento de aclarar sus pensamientos "Cómo no lo sentí antes, claro, ahora todo tiene sentido" La mujer afirma dejando más confundido a Hakyeon "Tienes una fuerte afinidad con el mundo de los espíritus" La señora Lara declara animosamente "Tanto como Taekwoon" La señora reflexiona para sí a posterior.

A penas las palabras dejaron su boca Hakyeon retrocedió un paso, como si esa acción evitara que la señora Lara se le acercase al punto de invadir su espacio personal "Esa fue la razón por la cual el Mara te atacó" La señora Lara afirma tomando la mano de Hakyeon encontrando la cicatriz de la cual había escuchado a Taekwoon hablar, trazando su contorno "Señora, lo lamento, pero creo que es mejor que me vaya ahora" Hakyeon dice tratando sutilmente de liberar su mano del agarre de la extraña mujer. La que parecía más interesada en él que nunca. Sus ojos brillaban y Hakyeon podía sentir su aliento perfumado por la vainilla, canela y el ligero vestigio de licor de los postres preparados por Mohini en su rostro.

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