AMRITA

CAPITULO DIECISÉIS: RECOMPENSAS

La mañana encuentra al señor Young caminando por el despacho de la mansión principal, el hombre no deja de dar vueltas en círculos, en sus manos, la prensa del día, entre los titulares de aquel día, uno en especial lo ha puesto ansioso "Extraña muerte de joven reportero en Fanmeeting de conocida Boy Band" El señor Young lee el reportaje, el cual anuncia que la policía ya cuenta con las grabaciones de las cámaras de seguridad del pasillo, donde se puede observar al hombre corriendo, luego bajar por las escaleras para luego caer violentamente "La policía sospecha que no sobrevivió a la caída y descarta la participación de terceros en el incidente" el señor Young "Jah... Eso es lo que mereces por atreverte a ridiculizarme" El señor Young vocifera soberbiamente. Sin embargo no puede ocultar sus manos temblorosas al arrugar el papel prensa y lanzarlo al otro lado de la habitación, donde el sol aun no alcanza tocar.

Desde entre las sombras de ese rincón se asoma la mano huesuda de Rahu, quien toma el maltratado pedazo de papel "El humano está muerto" Rahu dice saliendo desde la oscuridad "Otro deseo cumplido ¿no es verdad?" Rahu pregunta al hombre frente a él, lanzando el papel de regreso al empresario "Qué más te da, después de todo estás aquí para servirme" el hombre dice embriagado por su ego, pateando el papel lejos de su vista "Mi promesa fue ayudarte a obtener todo lo que deseabas, Tienes el consorcio que deseabas, el dinero, la casa y también la fama de la que me hablaste" Rahu comenta calmadamente, mientras recorre la distancia hasta el centro del despacho en tres largos pasos "Jamás comprometí mi obedecía ciega" La bestia advierte alzando su brazo para señalar al señor Young "Yo te traje a este mundo y puedo mandarte de regreso" El señor Young amenaza con seguridad en que posee la mano ganadora al sentir sobre él esa extraña sensación que el dedo huesudo de Rahu apuntando en su dirección provoca "Te refieres al libro" Rahu afirma más que preguntar moviendo su dedo para señalar el escritorio detrás del Señor Young "ja, ja, ja, el libro no está allí" El señor Young ríe confiado en que posee el control de la situación, caminando hacia la ventana del despacho dándole la espalda a Rahu.

-Flashback-

El hombre conocido como Duck Young, ríe maniático para terminar con pequeños quejidos de amargura, observa la libreta en sus manos la lista de metas que entre sus primeras hojas ha encontrado le recuerda el tiempo en que era simple vivir la vida. Su abuelo se había hecho cargo del joven Young, cuidando de su educación y de sus necesidades básicas. El pequeño Duck creció observando la suerte de su vecino, deseando tener lo que el otro o aquel tenia.

Al crecer el joven Young, su vida se volvió complicada, ya que tuvo que hacerse cargo de su abuelo que entrado en los años comenzó a perder la memoria y la movilidad. Su loco abuelo, como él solía llamarlo, insistía que debía cuidar con su vida un libro antiguo, ya que encerraba el secreto de la vida. El viejo siempre le decía que sería su mayor tesoro, si aprendía a usarlo.

El joven Young, jamás hizo caso de la frase repetitiva que su abuelo decía a diario "Este libro es tu herencia" sin embargo guardo el famoso libro dentro de una de las cajas en la habitación que compartía con el anciano.

Un buen día, al regresar de sus clases, al ingresar a su casa, se percató de la ausencia de su abuelo. Salió en su búsqueda desesperado. Pronto los vecinos se dieron cuenta de la situación y prestaron auxilio al perdido joven, finalmente la policía se unió a la búsqueda del anciano con "facultades perturbadas" y así pasaron los días, las semanas, los meses y los años sin tener una pista de lo sucedido con el anciano hombre.

El abuelo del joven Young era conocido por realizar trabajos "Místicos" a los vecinos y de esa manera lograba tener un ingreso extra al trabajo fijo en el mercado, luego de su desaparición las personas comenzaron a ofrecer su ayuda al Joven diciendo "Tu abuelo fue una persona muy buena, déjame ayudarte para retribuir todo el bien que él hizo con mi familia". El señor Young creyó que su suerte sería oscura, pero gracias a las personas que se sentían en deuda con su abuelo las cosas parecían encontrar su propio ajuste.