Nuevo Amanecer

Revelación.

La nación se componía de una red de edificios totalmente negros, con algunos retoques de decoración carmesíes.

Cuatro edificios en las esquinas y en el centro un patio lleno de pasto malcortado.
La nación no tiene precisamente la mejor seguridad, no hay nada que detenga a los monstruos salvo un equipo especializado en el asesinato de éstos, me extraña que no haya aparecido algún Especial. Claro que son más activos de noche, en especial un tal "Nocturno" un monstruo el cual contagia a una persona, convirtiéndose en un especial, lentablemente, entre ellos está mi amigo "King Kong".

Iba a ir a la habitación que se me fue designada cuando el encapuchado blanco me detuvo del hombro.

—Darmi, debes venir conmigo.

—Al menos podrías decirme tu nombre, sabes?

—No te diré mi nombre real, pero puedes decirme Chris.

Lo acompañé hasta una habitación en el último piso de la torre 4, aquella de la esquina trasera izquierda.

La habitación era una armería totalmente llena de toda clase de armas.

—Bien, Darmi, sé que empezamos con el pie izquierdo, pero pedí explícitamente ser tu tutor para esto:

vas a formar parte del equipo de asesinatos especiales.
Para empezar, todos los días a partir de mañana deberás levantarte a las 4 de la mañana para comenzar el entrenamiento de armas, si no aceptas me veré en la necesidad de cortarte con éste cuchillito." Dijo mientras sacaba una daga muy filuda, demostrada al cortar sin la más mínima dificultad un saco de boxeo viejo.
"no quiero que te asustes, eres valioso para nosotros, nadie más logró derrotar a tu "King Kong" ¿Sabes?

—Agh, supongo que no tengo opción... ¿Algo más?

—Tras terminar el entrenamiento de armas empieza el ejercicio físico. Desde levantar pesas hasta correr kilómetros sin detenerse.

Seguidamente tendrás una hora para comer, no puedes comer lo que se le da a los demás, tu equipo debe comer estrictamente el menú Z, pídelo en la cafetería.

Finalmente tendrás 2 misiones de expedición diarias y si no hay misiones patrullarás el campo exterior.
No te confundas, eres valioso, pero no necesario.
Nadie dudará en matarte si opones resistencia.

—Eso no me explica por qué me traes aquí.

—Ah, una pregunta personal.
Pregunta lo tú que quieras, yo lo responderé.

—¿Tú cómo llegaste aquí?—

Chris estuvo un largo tiempo callado, hasta que finalmente se quitó la capucha.

Tenía una enorme cicatriz en su rostro.

—... Cuando todo esto empezó yo no sabía hacer absolutamente nada...

...Todo lo que hacía era robar para sobrevivir. Y sobrevivir para robar.

Un día... Tuve que entrar en una casa.
Y no encontré nada.

El grupo que me había acogido se enfureció y me golpeó, hasta que alguien agarró un cuchillo igual éste y... Bueno, ya te das cuenta qué pasó.

Entonces me abandonaron.

Sin armas, sin comida, sin protección.

En mitad de ésta misma ciudad.

Y, necesitado, la nación me acogió de manera distinta a como lo hicieron contigo.

En ése entonces Heart, como se hacía llamar, encabezaba la nación con una premisa:

«Todo aquél con ganas de ayudar, puede entrar a la nación a cambio de protección»

Me otorgaron armas y me alimentaron.

Te preguntarás por qué son tan violentos ahora.

Bueno, en una misión de Heart, fue mordido por un nocturno, convirtiéndose en el mismo gigante que mataste.

Nuestro actual jefe ordenó que se le inmovilizara, y así fue, cortándole ligeramente sus piernas.

Me sorprendió que le cortaras justamente en la misma parte que ellos.

Bueno, volviendo al tema.

Nuestro jefe cambió el sistema de Heart y convirtió su premisa en una dictadura, en la cuál si eras elegido, o aceptas a contribuir... O pagas las consecuencias.

No diré mas.—

Chris se fue y me quedé sólo en la habitación.

Así que aproveché de inspeccionar.

Cuándo observé más detenidamente el saco de box ví una pequeña nota entre la arena que quedaba.

"Úsame.

-J."

Retiré la hoja y encontré un cuchillo de supervivencia, un cuchillo especial el cual es capaz de cortar sin dificultad materiales bastante duros, con sus lados de sierra y de filo.

Escondí la nota y me llevé el cuchillo a mi habitación, ahora privada por ser parte del equipo.