Venganza: Parte 2.

70 9 1
                                    

Los Zombies, bichos, criaturas, monstruos o cómo quieras llamarle no paraban de hacer acto de presencia.
A cada hora, minuto, segundo, décima y milésima de segundo entraban más máquinas de destrucción salvaje a lo que una vez se conoció como "Nación Escarlata"

Silly dio la orden de disparo ante cualquier zombi como preferencia, en vez de los grises, los cuales ya estaban escapando, y nosotros los dejábamos huir, enfocados en asuntos Bélicos más importantes.

Temíamos ser atacados y morir en el acto... O peor, ser mordidos y morir en el acto, convirtiéndose en esa especie de caníbal.

El entorno ahora era más apagado... Monótono. Se veía el cansancio de los hombres en los 2 bandos de color: Escarlata y Gris.

Las torretas ahora no eran nada más que escombros cubiertos de sangre, fragmentados y ocupando toda la cuadra que ocupaba nuestro ya Hurtado hogar.

No era más que medianoche y algunos, derrotados por el sueño, murieron en manos de las criaturas caminantes de fosforescentes y amarillentos ojos nocturnos.

Otros, agotados y desesperanzados optaban por una muerte eutanásica, no sin antes llorar por tener una consciencia horrorizante que les decía "No fuiste lo suficientemente fuerte".

El cuerpo de aquellos caídos en la batalla no hacía más que darme fuerzas, pero al mismo tiempo melancolía al entender las vidas que se pusieron en juego.

Entonces Silly se rindió.
Tomó una 9mn y me dijo con una mirada deshonrada:

-Lo siento.

Mis propios demonios no se comparaban a lo que ella había pasado, el terror de sentirse aún más abandonada de lo que una huérfana podría sentirse.
Perder todo lo que le daba oportunidad de vivir y verse forzada a recuperarlo por la fuerza.

Silly estaba ahí, impotente, dudando su tirar del gatillo o tirar de su vida.

Pero no pasó.

En vez de eso, de la manera más irónica y horrible que la vida, retorcida, le pudo ofrecer, fue mordida por un Nocturno vestido totalmente de negro.
Sus ojos negros como el terciopelo invadían la vista de Silly, horrorizada le golpeaba a nuestro Nocturno.

Pero era tarde.

Silly ya se había pasado a la otra vida.
Su cuerpo, entre tanto, se estaba pasando a otra vida... Una vida de monstruos.

Ahí estaba su moribundo cuerpo, siendo devorado por los caníbales mientras yo miraba atónito las carnes desgarradas.

Silly ya estaba empezando a transformarse.

De sus manos aparecían garras enormes, más largas que su misma mano.
Por las ropas negras que traía no hacía más que dar la ilusión de que sería un mortífero, pero otra vez, sus garras eran lo ahora más destacable en su postura.

Lo último que pude ver y oír de Silly fue una sonrisa y un agradecimiento.

Perdimos a la "capitana".

Johan estaba hecho una furia ante ése acontecimiento. Dejó su arma a cuerpo a cuerpo, robó las armas de los cuerpos muertos y cegado por la ira abrió fuego contra todo y contra todos.

Chris no hizo más que sacarme del camino, y con sus propias manos se encargó de darle fin a eso.

Lo único que dijo fue:

-Hubiese sido bueno conocerte en la nación. -Y jaló del gatillo.




Nota:

Nuevo AmanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora