Nuevo Amanecer

Pov: 3ra persona.

—Mucho tiempo después. —

—¿Y? Llevamos un mes casi planteándonos si irnos de aquí o comenzar un nuevo grupo. ¿Haz llegado a una conclusión, eh, Darmi?
—No Jerry, no aún.
—Pues, mejor que te apresures en tomar una decisión.
—Es que... En realidad...
Estaba pensando en lo que había dicho, de hacer otra nación, como la que planteó Heart.
—Ah. ¿Lo de “Propósito”?
—Sí.
—Pues bien, yo te voy a apoyar en lo que hagas. Ahora tú eres el jefe. Todos así lo hemos acordado.
—Precisamente por eso dudo de hacerlo. ¿Y si repetimos la historia? ¿Y si ocurre otro ataque como ése? ¿Y si los grises deciden cobrar otra venganza?—

Jerry Guardó silencio.

Desde que Darmi dejó de llamarlo Chris, y empezar a nombrarle por su verdadera identidad, Jerry sentía que podía confiar en alguien de nuevo.
No podía dejar que el nuevo jefe de la legión sencillamente desperdiciara todos los sacrificios que fueron necesarios para liberarse de unos atacantes estúpidos, pero que fueron capaces de llenar con caos y sangre los muros, actuales ruinas, de lo que fue la nación.

—Esto... Pues, supongo que debes de decidir lo que te parezca mejor a ti. Tú eres el jefe después de todo, y además de jefe, también eres el Líder.
Independientemente de si tus actos fueron buenos, o malos, tú nos llevaste aquí. Y tú nos debes guiar.
—...¿Qué crees que habría opinado Silly?
—¿Sinceramente? Después de lo del orfanato... Probablemente hubiera optado por una nación.—

Ambos estuvieron unos minutos en silencio, pensando en el futuro que les vendría de una sola decisión.

Finalmente, Darmi Lowride, rompió el silencio.

—Creo que lo mejor, sería homenajear aquél pensamiento por el que Heart luchó.
—Entonces, ¿Una nación?
—Sí. Una nación Escarlata, Escarlata como la sangre de todos los caídos, como Silly, y como la sangre de los que siguen en pie.
—Bien, entonces.
—Una cosa más.
—¿Qué cosa?
—¿Tú hiciste esto?—

Darmi le mostró la nota que había guardado por todo este tiempo, la cual le otorgaba el cuchillo que siempre traía colgado.

Jerry, sacó una sonrisa llena de fruición.

—¡No puedo creer que hayas notado eso!
En fin, sí, fui yo.
—Tenía el presentimiento, después de todo, tú Rompiste ése saco.
—Lo puse ahí el primer mes en la nación, en caso de que alguna vez hubiera alguien con el poder de guiarnos. Sí, es estúpido. Pero tenía la esperanza. Y no me equivoqué.
—Pues bien, recuerdo que tú me diste un título ése día.
Ahora es mi turno. Vicepresidencia.—

Jerry soltó una risa, y finalmente aclaró aceptación al “Título”.

Salieron de la habitación que tenían en el edificio que tenían para sus aliados, y gritando anunciaron.

—¡Éste es el nuevo destino de nuestra legión! ¡Desde ahora seremos conocidos como una nueva nación escarlata!—

Ambos, Jerry y Darmi, junto con Johan, el cuál ahora servía como secretario para admisión de soldados, estaban felices de poder decir que éste era el fin de una larga noche, y con ella el principio de una nueva era, un nuevo día.

Un Nuevo Amanecer.