Capitulo ocho; Hogwarts

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Madeleine me despertó y me dijo que era hora de cambiarnos, los chicos se fueron para poder hacerlo tranquilas.

Este uniforme es mil veces mejor que el de beauxbatons, mucho mejor.

Era una falda que me quedaba una palma sobre las rodillas, una camisa, un sweter y la túnica, sencillo, sin tacones.

Al estar listas, salimos y ya casi no había nadie, los chicos nos esperaban afuera.

—Nosotros nos vamos a los carruajes.—dijo Alex.—Ustedes tendrán que ir en los botes con Hagrid.

Fuimos a donde nos señaló y nos encontramos con un señor barbudo gigante, tenía ropa vieja y demasiado desgastada, pero tenía una sonrisa muy amable.

—Hola.—habló con voz fuerte al vernos.—¿son los transferidos?

—Si señor.—dijo Caleb por todos.

Yo solo me le quede mirando a su barba, miles de cosas se podrían esconder ahi, ¿a Aiden le crecería algún día?

—Bien tomen un bote.—dijo. Todos logramos entrar en uno, ya que eran muy grandes, había una chica más ahí, con su pelo muy corto y de color negro, con mechones rosas.

—Hola soy Alyssa.—dije.

—Yo soy Morgan Banner.—sonrió mostrando su dentadura blanca.—Un gusto.

—¿En que casa te gustaría estar?.—pregunté, yo también era muy curiosa.

—Tal vez en Slytherin o Gryffindor no importa realmente.—habló

—Eso es genial.—dije sonriendo.

—¿Sabías que hay un calamar gigante?—pregunta Morgan.

—¿Enserio?—asintió.—Oye Aiden, hay un calamar gigante aquí.

—No mientas.—mi hermano amaba a los monstruos.—Lo comprobaré.—sin decir nada más se lanzó al lago, minutos después salió completamente empapado.

—No vi nada.—Kitty dejo que un poco de viento secara a mi hermano cuando subió al bote. Morgan solo la miró con la boca abierta.

—Llegamos.—gritó Hagrid.

Y ahí estaba. Hogwarts.
Delante de mi estaba el castillo más majestuoso que había visto en mi vida, era sumamente impresionante.
Bajamos y nos encontramos con una gran puerta y al abrirla muchas escaleras, llegamos a la cima y nos encontramos con una señora vestida con un sombrero verde y un gorro demasiado puntiagudo y unas gafas de media luna.

Tengo Miedo

(...)

Narrador omnisciente.

En el gran comedor se encontraban el trío de oro junto a los gemelos Weasley ansiosos por el comienzo de año. Harry Potter miraba sobre su hombro a cada segundo, lo que había pasado en el tren lo dejaba intranquilo e inseguro.

—Soñé otra vez con esa chica.—dijo el joven azabache mientras apoyaba sus codos en la mesa.

—¿Con la linda pelirroja de ojos verdes?—Hermione Granger miró a su amigo con un toque de preocupación, era la séptima vez que soñaba con aquella misteriosa chica.

—No dejo de pensar en ella, ni en el dementor del tren.—Harry acomodó sus gafas mientras suspiraba.

—Se te pasará.—habló Ron Weasley.—Shh empezará la selección.—calló a sus amigos para observar la selección con atención.

—Nadie dijo algo.—murmuró Harry, la castaña a su lado rodó sus ojos.

Fuera del comedor se encontraban todos los Ravleen aparentemente nerviosos, más cierta pelirroja de ojos verdes pues sabía que dentro encontraría al chico con el que llevaba días soñando.

Alyssa Ravleen Y El Niño Que Vivio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora