Alyssa Ravleen Y El Niño Que Vivio.

Capitulo seis; mauvais présages

Narra Alyssa

Desde que esa carta llegó mamá no ha parado de gritarme que guarde mis cosas en el baúl, en pocas palabras esa mujer ya no me quiere tener en la casa, no me malinterpeten amo a mi madre, pero esa mujer me saca de mis casillas más de lo que yo quisiera.

—Hija de tu...—dijo seguramente con ganas de golpearme.

—Tu eres mi madre.—La interrumpí, me era divertido escuchar los regalos de mi mamá ya que tenía oportunidad de hacerla enojar y eso era lo mejor.

—De tu hermosa madre.—mencionó después de darse cuenta de su error.—¿Qué haré contigo?

—Amarme y quererme mucho.—respondí sarcástica. Solo me miro mal y rodó los ojos. Me encogí de hombros y caminé hasta mi closet.

—Quiero tu baúl listo para hoy.—ordeno mientras se daba media vuelta y salía de la habitación.

—Cómo ordene mi capitán .—esta mujer en serio no dudaría en aventarme de un balcón, ¿Tan mala y molesta soy?, que yo sepa no, papá me ama mucho, o al menos eso creo.

Sin otra opción tuve que organizar mis cosas para ir a Hogwarts, en parte me emocionaba ir ahí pero por otro lado quiero llevar las pases con mi madre o al menos tratar de estar en la misma habitación y no gritarnos por cualquier cosa y se que en Hogwarts habrá algo que me hará romper las reglas, las romperé, porque siento que nací para romper las reglas, me enviaran con el director, mandaran una carta a mis padres, mi madre me enviara un vociferador regañandome por todo lo que hice, o tal vez en casos extremos el director cite a mis padres y me maten, literalmente. Me había pasado un millón de veces y presentía que me volvería a pasar otra vez, no podía evitarlo realmente creía que mi madre debería estar acostumbrada, tal como mi padre lo está.

Saqué mi baúl y no me quedo más remedio que hacer lo que mi madre me había ordenado, guardé todo lo nesesatio para Hogwarts, además de mis artículos de bromas que compré, a escondidas de mi madre obviamente, y en menos de 5 minutos acabe.

Salí de mi habitación con unas ganas tremendas de dormir y entre a la de mi mellizo, desde que éramos pequeños estábamos juntos nos llevábamos increíblemente bien, mamá nos contaba que cuando éramos pequeños no podíamos ni dormir separado uno del otro.

—Aiden hola.—hablé después de lanzarme directo a su gran cama.—¿Que es ese olor?—parecía que alguien murió ahí, pero había una mezcla de un rico olor también.

—Pizza.—murmuró mientras dejaba a un lado su libro favorito.

—Ugh.—dije asqueada.—¿De hace cuanto es?

—Es de hace dos días, aún es comestible.—sacó la caja de pizza, sacó un gran pesado y lo metió a su boca.

—¿Me das?—murmure tendiendo mi mano.

—Claro, es tu favorita.—me tendió la caja de pizza, la tomé gustosamente.

Nos la pasamos todo el día hablando de música, libros, nuevas bromas je teníamos en mente, incluso hablamos de cuánto íbamos a extrañar Beouxbatons.

—Estoy nerviosa.—le dije después de terminar la pizza y levantarme levemente de la cama.

—¿Nerviosa tu? ¿En serio?.—dijo sorprendido.—Nunca lo habías estado, ni cuando corriste como loca en todo el callejón Diagon.

Reí

—Es diferente.—

—¿Por qué estas nerviosa?—pregunto

—Algo va a pasar.—mi intuición pocas veces fallaba, aunque siempre consultaba con mi tía acerca de esas cosas, ella veía el futuro, era la más capacitada a contestar a mis constantes dudas.

—¿Qué...?—el grito de mi mama llamándonos a cenar lo interrumpió. Aiden frunció el ceño.

—Hablaremos luego.—se levantó rápido, para el era importante que mamá no se enojara tanto con el.

—No creo que tengamos tiempo, mañana entramos a Hogwarts.—no sabía muy bien que pasaría, pero presentía que no estaríamos tan juntos como antes.

Me miro y sonrió

—Eres mi hermana, te pondría antes que todo.—

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Editado 28.12.20