Capítulo 9

1.5K 132 12
                                    

Maratón 2/2

-La última operación que le realizaron a Maya, acaba de terminar. Según los médicos, todas salieron bien-. Todos respiraron aliviados. Eso era una muy buena noticia. -La están instalando en una de las habitaciones de este piso, al menos por las primeras 24 horas. Sólo por si acaso algo falla-. Katy asintió. Era entendible.
-¿Y cómo está ella? ¿Se sabe cuando despertará?-. Preguntó.
-Aún no, señora. Esa es la mala noticia. No se sabe el alcance de los daños cerebrales, aunque los médicos creen que son grandes-. Respondió la señora, haciendo una mueca con sus labios. Riley cerró los ojos e inspiró profundamente, al tiempo que abrazaba a su padre. Farkle y Lucas se miraron entre sí con preocupación. Y Katy tomó la mano de Shawn y él le dio un apretón.
-¿Y eso dejará alguna secuela en Maya?-. Preguntó con preocupación Hunter, sin soltar la mano de la rubia.
-Eso no lo podemos saber. Como dije antes, no conocemos la gravedad de esos daños. Todo depende del alcance de ellos.
El silencio reinó en la sala por unos segundos, mientras todos asimilaban la nueva información. Cuando le pareció suficiente tiempo, la señora volvió a hablar.
-Además de comentarles la situación, también quería decirles que ya pueden pasar a ver a Maya, aunque por ahora sólo dos personas y sólo 5 minutos.
-Riley y yo seremos las que la veremos-. Dijo la señora Hart, antes de que alguien pudiera decir nada. La castaña miró sorprendida a la señora.
-¿Seguro que quiere que vaya yo?
-Riley, cielo, eres como una hermana para mi hija. Por supuesto que debes ir tú.
-Bien, por aquí-. Indicó la señora, guiándolas por el pasillo hasta llegar frente a la habitación N° 6. -Antes de entrar debo hacerles unas recomendaciones. Hablen con Maya, nosotros tenemos la certeza de que, a pesar de estar en coma, ella escucha lo que se le dice. Por tal motivo es que deben hablarle de cosas positivas. Y tengan mucho cuidado si quieren tomarla de la mano, no queremos que se desconecte ningún tubo ya que eso podría ocasionar algo grave.
La castaña y la rubia asintieron. La señora dejó que ambas pasen dentro de la habitación.
Maya estaba allí, acostada sobre la camilla, con el típico camisón de hospital. Tenía los ojos cerrados, la mitad de la cara cubierta por un respirador, y parte de su cabeza tapada por una venda. Varios tubos conectaban sus brazos y otras partes del cuerpo a máquinas. Su brazo derecho estaba lleno de raspones, al igual que ambas piernas. Una de ellas tenía una gruesa venda a la altura de la rodilla. Y la típica máquina que controlaba los latidos de la chica, lanzando pitidos. Al verla así, Riley sintió una punzada de dolor en su pecho. No le gustaba en absoluto ver a su mejor amiga en ese estado.
-Hola bebita-. Dijo Katy, y a juzgar por su tono, estaba conteniendo el llanto. -Soy yo, mamá.
-Hola, peaches-. Saludó la castaña con timidez. Le resultaba extraño hablar con su amiga, mientras ella estaba en ese estado.
-Nos alegramos tanto de que aún sigas con nosotros-
Murmuró la madre, formando una sonrisa pequeña. -Tengo una buena noticia que seguro te alegrará. ¡Shawn me preguntó si quería salir con él y acepté!-. Dijo con algo de entusiasmo, pero a los segundos desapareció. Los labios le temblaron, anunciando que el llanto estaba por venir. -Lo siento, no puedo-. Musitó mientras se apresuraba a salir de aquella habitación.
-No te tomes eso personal, Maya. Es duro todo esto para ella-. La joven sintió la necesidad de aclarar eso. -¿Sabes algo? Papá parecía una chica celosa mientras Shawn se le declaraba a tu mamá-. Murmuró Riley con una risa leve. Acercó una de las sillas que había allí a la cama y tomó la mano de su amiga. -Cuando despiertes, ustedes tres van a ser una hermosa familia unida.
La chica suspiró, quedándose sin palabras por un momento.
-¿Puedes creer que Lucas piensa que Bob Esponja es mejor que Los Simpson? Está muy equivocado. Intentaré hacerle cambiar de opinión al respecto de eso.
Luego de decir eso, la castaña no sabia de que más "hablar", pero tampoco quería irse si aún no había terminado el tiempo. Así que decidió tararear una canción. Específicamente SU canción.
"You and me together
Take on the world forever
I know all your secrets
And I promise you I'm gonna keep them
I'll be there when you are feeling clueless
You and me, oh yeah we're seamless"
Justo cuando acabó la última palabra, la señora entró a avisarle que el tiempo había terminado.
-Te quiero mucho, peaches. Espero verte pronto-. Se despidió, apretando suavemente la mano de su amiga y salió de la habitación.

Al volver a la sala de espera, sólo encontró a Farkle y Lucas.
-¿Y los demás?-. Preguntó.
-Salieron afuera. Katy estaba verdaderamente mal, Shawn temía que se fuera a desmayar-. Respondió el castaño.
-¿Tan mal esta Maya?-. Preguntó el ojiverde, preocupado.
-Está conectada a demasiados tubos y aparatos. Eso es lo que más impresión da-. Dijo Riley, quitando la parte de los raspones y las vendas para no preocupar aún más a su amigo. -Ella va a estar bien. Ella tiene que estar bien-. Aseguró.
El rubio abrió la boca para decir algo, pero en eso su teléfono sonó.
-Hola Zay-. Saludó, poniendo la llamada en altavoz.
-Hey Zay-. Exclamó la castaña, acercándose a Lucas para que su amigo pudiera oírla.
-Hola chicos-. Se oyó decir a este. -Mi tren acaba de partir hacia New York-. Anunció, alegrando a los chicos.

n/a: Último cap de la maratón!! Iba a publicarlo en la tarde, pero me fui de viaje con mis padres y es por eso que tardé. Sé que no es el mejor capítulo, pero los que se vienen serán mejores (espero). Si les llegó una notificación antes de esta, es que publiqué, pero Wattpad me publicó medio capítulo xD

See you again - Maya Hart [a.u]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora