Octavo capítulo

23 1 0
                                    

Thomas se quedó un rato pensado, sabía que faltaba alguien. Al rato se acordó.
Thomas: Oye, a todo esto, ¿dónde está Jorge?
Brenda: Jorge a cogido su iceberg y ha ido a Denver a ver si quedaba algún mune.
Thomas: !¿Ha ido solo?!.-Gritó-.
Brenda: Si, no te preocupes, se que el se las puede apañar solo.
Confía en el.
Thomas: Eso espero, le doy hasta el atardecer si no, iré yo.
Minho: Estoy contigo Thomas, si no aparece iremos nosotros a buscarlo.
Brenda: De acuerdo chicos.-Suspiró-.
Thomas: Bueno, ¿hace falta ayuda en algo?
Brenda: Claro, ayuda a construir el muro que rodea la ciudad, los vigilantes ya tienen un líder, solo nos llamarán si se tuercen demasiado las cosas.
Thomas: De acuerdo, me parece bien.
Minho: Bueno tío, vamos manos a la obra.
Pasaron dos horas y Fritanga ya estaba avisando de que la comida estaba lista.
Como cada día se ponian a comer alrededor de una hoguera.
Fritanga: Oye tíos, ¿os gusta la comida?
Me han ayudado algunos voluntarios.
Thomas: Esta muy buena.
Brenda: Me sorprende que una poca de ayuda haya ello que tu comida mejore tanto.
Fritanga: Creo que me quedare a estos tios como ayudantes en la cocina.
Thomas: No me parece mala idea.
No obstante Thomas noto algo raro en una persona que estaba alejada de los demás. Le recordó a aquel hombre de la cafetería de Denver.
Anduvo hasta donde estaba y le preguntó:
Thomas: Oye, ¿Te encuentras bien?
El hombre levantó la cabeza. Estaba muy pálido y no dijo ni una sola palabra.
Thomas: Eh tío, te he preguntado que si estas bien.
Brenda escuchó a Thomas cuando se alteró y fue a ver la situación.
Cuando Brenda llegó apartó un momento a Thomas y le susurró.
Brenda: Thomas, ¿no te das cuenta? Este hombre esta teniendo los sintomas de haber tomado Éxtasis.
Thomas se quedó pensando un rato.
Thomas: ¿Y como a podido colarse entre nosotros?
Brenda: No lo se, pero debemos de deshacernos de él.
Thomas: Vale, voy a hacerle unas preguntas.
Thomas se acercó al hombre.
Thomas: Oye, ¿tu has tomado Éxtasis?
Mark: ¿Me lo dices a mí?.-Dijo con una voz apagada-.
Thomas: Claro, ¿a quién va a ser si no?
Mark: Bueno, puede que un poco si, pero shh, no se lo digas a nadie.
Thomas: No eres mune, ¿verdad?
Mark: No, por eso lo tomo.
Thomas: No puedes estar con los munes, en cualquier momento puedes atacar y no queremos más perdidas.

La Nueva CivilizaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora