Manual Para Pringados

Capitulo 6 y final

Llevamos un rato abrazados pero yo me quiero quedar así para siempre. Celine… ¿porque lo pones todo patas arriba?

-Déjame vivir una mentira aunque sea por estos momentos… por favor.

-Celine...

Aproximadamente 10 minutos tardo en dormirse. Un par de lagrimas corrían por sus ojos, esto es demasiada carga emocional para mi. Siento que debo hacer algo. La acomodo la tapo con una manta que había al lado del sofá, y me voy en silencio.
Me duele el corazón, no soporto tanto. No creo que pueda sentir por Erin lo mismo que siento por Celine, son las 12… ¿Estará despierta? Habrá que comprobarlo iré caminando lento para pensar por el camino.
No es que Erin me haya cansado, ni mucho menos. Pero no puede hacer volcar mi corazón de la misma manera que Celine lo hace… Celine… no quería darme cuenta pero ella se ha vuelto hermosa en los últimos años y su personalidad es como un rayo de luz en la noche. Vida porque me haces esto, supongo que era mas fácil quedarme solo y con mis problemas.
Me pregunto si nada de esto hubiera ocurrido con la presidenta, ¿Celine habría  actuado de la misma manera? De todos modos ahora todo me es claro, Erin lo siento mucho.
Parece que he llegado a su casa después de una caminata importante las luces de la casa se ven apagadas y no quiero molestar. Así que decido esperar aquí en la calle hasta que  sea por la mañana, hace frio, pero al menos me merezco algo de castigo… El tiempo pasa y mientras tanto intento pensar que le diré. Como le dices a una chica con la que acabas de empezar algo que no puedes seguir, que toda la seguridad que tenias se fue de un plumazo, como le vas a decir… Que has encontrado a la persona correcta y no es ella.
Mi cabeza es un túmulo de pensamientos oscuros, de inseguridad y de miedo. Pero pienso en Celine y todo se va, simplemente se va. No se que ha hecho en mi mente pero ya no es igual que antes, no puedo pensar en ella sin ponerme nervioso. Y yo, quiero a Erin pero no puedo estar así, sencillamente no puedo. Alguien sale de la casa y parece ser Erin. Supongo que me habrá visto por la ventana que pronto se despierta

-¿Oliver que demonios haces aquí? Es tardísimo, o prontísimo según como quieras verlo. Pronto hay que prepararse para ir al colegio

-Erin… He venido a decirte algo. En cuanto ha venido a mi mente he venido para contártelo, no pienso ocultar nada.

-Das miedo… pero si tienes que decir algo puedes hacerlo tonto.

-He cambiado de opinión. No estoy seguro de si debamos seguir, no me veo capaz, no contigo.

-¿No conmigo? ¿Es por tu amiga la del violín? ¿Es por ella? ¿Te gusta?

-Ella siempre me ha gustado… pero me he dado cuenta tarde, no se si puedas perdonarme, pero puedes pedirme lo que quieras todavía.

Se queda callada observándome con una mirada de preocupación. Tengo miedo de lo que vaya a contestar, si, así es, este es el valor de un hombre que se considera un pringado.

-No pasa nada, esta bien. Me duele que haya servido solo de escalón pero si es para que tu seas feliz supongo que esta bien. Me gusto mientras duro.

Una lagrima empieza a correr hacia abajo por su mejilla izquierda.

-Erin lo siento.

La abrazo pero no me devuelve nada.

-¿Me seguirás acompañando a comprar manga sirviente tonto?

Me alegra que se lo haya tomado bien, no, me tranquiliza el hecho de que podamos seguir siendo amigos.
-Sigue siendo mi deber después de todo. ¿no?
-Si tonto.
Ahora si me devuelve el abrazo que le estoy dando y me rodea con sus brazos. Me despido de ella y le pido disculpas por quitarle tiempo de su mañana

-Anda ve. Que se te escapa, casi es hora de empezar a prepararse.

Doy media vuelta y empiezo a correr a casa de Celine. Me siento eufórico, por fin algo me sale bien. Creo que la vida me vuelve a sonreír después de todo. Todo esto empezó por una tontería de accidente pero no me alegro mas de otra cosa. Por fin puedo estar de verdad con la chica que siempre me ha gustado. Sigo corriendo pero no se si llegare a tiempo quizás ya se haya ido.
NO. ¡Esta saliendo! Lleva la mochila, la he pillado de milagro…

-¡Celine!

Se gira y no me extrañaría que se asustara ya que la imagen de un tipo corriendo hacia ti mientras se ahoga es muy rara. Por suerte me espera.

-Hey vaquero. Desenfunda

No explicare  lo del amago otra vez

-Celine me ha costado mucho

Se sonroja supongo que ya sabe lo que viene ahora

-¿El que?

-Lo que he corrido hasta aquí para hacer lo que voy a hacer.

Nos reímos al unísono como todas esas veces nos  hemos reído desde que éramos pequeños.

-Bésame ya vaquero.

De nuevo puedo sentirlo. No era pura casualidad En el parque ni en el salón, sus labios de verdad me dan paz y tranquilidad cada segundo que están en contacto con los míos.

-Vamos tarde a la escuela oli.

-Tienes razón jolín vamos.

A paso ligero y de la mano charlamos y me hace sentir el hombre mas afortunado que pise esta tierra.

-Oli vas sin mochila…

-Ya se me ocurrirá algo..

FIN