Capitulo 4

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La mañana siguiente desperté con mi rostro hinchado, al parecer me había quedado dormida mientras lloraba, pero como muchas veces había hecho antes - después de acontecimientos similares a los de la noche anterior - salí de la cama y me arregle, para después salir de la habitación con una expresión en la que no había rastro de la chica que lloro toda la noche.

Para mi suerte no me encontré con nadie en mi camino al restaurante, pero lamentablemente mi mañana no podía ser tan perfecta ya que al momento de entrar en el comedor me encontré con la horrible visión de un lugar totalmente saturado con un único espacio vacío, que quedaba nada mas y nada menos que al lado de Rider.

Busque desesperadamente otra mesa con un asiento vacío, pero al parecer ya había tenido suficiente suerte por el día de hoy, así que no me quedo mas remedio que sentarme junto a Rider.

- ¿Estas esperando a alguien? - pregunte con mi mejor tono de calma, no le iba a dar la satisfacción de saber que seguía afectada por sus palabras de la noche anterior.

El levanto la vista de su celular, una media sonrisa se instalo en su rostro mientras me escudriñaba tratando de encontrar algo que le diera una pista sobre mi reacción a su amenaza.

- Me encantaría decir que a mí linda novia, pero solo te esperaba a ti. -me dijo tratando de dañarme más, pero lo que él no sabía es que estaba dispuesta a dejar de ser lastimada por el.

- Lo siento por ti, pero como ya dijiste solo me tienes a mí. - dije mientras me sentaba frente a el.

Mientras miraba la carta, rezaba porque Leo o alguno de los otros chicos llegara y se sentará en una de las sillas restantes.

- Si estas esperando que llegue alguno de los otros, lamento decirte que has llegado tarde, salieron hace mas de media hora. - dijo con indiferencia, pero a la vez su voz tenia un atisbo de burla.

Todas mis esperanzas de no tener que estar a solas con Rider tan pronto, se habían esfumado tan solo esas palabras salieron de su boca. Pero no había vuelta atrás, mi plan para dejar de ser la amante de Rider tenia que comenzar tarde o temprano y ¿porque no temprano?

- ¿Ya tienes tu boleto? - preguntó Rider sacándome de mis pensamientos. Y supongo que mi cara debió de ser de incomprensión total porque se rió y continuó - a Los Ángeles, salimos mañana y recuerda que el jet privado está en reparación así que tendremos que ir en un vuelo comercial, claramente en primera clase, o al menos los que sí podemos pagar el boleto - terminó con cinismo que me causaba ganas de golpearlo en su perfecta cara.

Había olvidado completamente nuestra conversación del día anterior donde me había dicho que me quería en el concierto al que su "bella, delicada y delgada novia" no iba asistir porque le había surgido una sesión fotográfica de emergencia.

- Yo no voy a ir a Los Ángeles, Rider - dije con fingido desinterés mientras hojeaba el menú.

- ¿A qué te refieres con que no vas ir a L.A? - preguntó claramente enojado.

- A que no pienso ir - conteste aún sin mirarlo a la cara - voy a regresar Bradford para visitar a mi familia, tengo mi boleto desde hace semanas.

La cara de Rider se tiño de un profundo color rojo debido a la furia.

- ¿Que no te quedo claro en nuestra conversación de ayer?- preguntó casi gritando, haciendo que la mayoría de los que estaban a nuestro alrededor voltearan a vernos. - ¡Vas a venir mañana a L.A conmigo quieras o no!

- Baja la voz Rider, estás haciendo una escena - trate de calmarlo, odiaba cuando hacia sus escenas de niño mimado - y para que quede claro no eres nadie, y repito, nadie para decirme que hacer- dije con rabia desbordando mis palabras - y para que te entre en tu cabecita de niño rockero ¡No iré! - espete antes de levantarme de golpe para abandonar el comedor dejándolo solo con su mal genio.

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Alguien aporreaba la puerta.

Una de la cosas que podría decir que odio mas, es el no poder descansar en paz por solo un momento.

Camine a grandes zancadas hacia la puerta para abrirla de golpe, encontrándome con el malditamente perfecto rostro que protagonizaba mis pesadillas. Intente cerrarle la puerta en sus narices pero, para volver a mi racha de mala suerte Rider tenia suficiente fuerza en sus brazos de baterista como para impedírmelo.

Como ahora seria imposible cerrar la puerta, di la vuelta para dirigirme hacia el interior de la habitación, no pensaba hablar con Rider después de que decidiera que puede mandarme. Pero al parecer a el no le importaba mucho que lo quisiera evitar ya que podía sentirlo caminando detrás de mi.

-¿Que pasa azul?¿Esta tratando de evitarme? - dijo mofándose de mi - Porque quiero decirte, que intentes lo que intentes, no vas a lograr salvarte de ir conmigo a Los Angeles.

Realmente odiaba cuando se burlaba esta forma y estaba casi segura de que esta era su manera de hacer que me arrepintiera, no ni siquiera era un casi, estaba totalmente segura de ello, porque no saldría de esta habitación hasta que yo hubiera cedido debido a su encanto. Y claramente por encanto me refiero al hecho de follarme hasta que le prometiera que estaría mañana en el avión a Los Angeles.

¿Tú y yo? ¡Jamás!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora