Capitulo 1

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- Agh- gruñí

¿Quien diablos había dejado las cortinas abiertas?
La luz del sol pegaba fuertemente en mi rostro. Dios! Era tan irritante.

Despertándome poco a poco, me di la vuelta en la cama, dandole la espalda a la ventana donde se colaba la luz solar, solo para darme cuenta que estaba sola.

Rider se había ido.

No debería de sorprenderme, siempre es lo mismo. Viene aquí todas las noches, suelta algunas palabras y de la nada ya me tiene contra la pared, el sillón, la cama, la mesa y en casos de emergencia, en el piso.

Me estire como un gato por toda la cama cubierta de sabanas blancas, cerré los ojos una vez mas antes de levantarme.

Observe toda la habitación del hotel, una ventana gigante en la pared derecha que tenia una vista magnifica de Central Park en Nueva York, muebles de madera color chocolate, paredes grises, todo era muy masculino. Definitivamente a algunos hoteles les hace falta un poco de toque femenino.

Me adentre en cuarto del baño, todo era de mármol blanco, una pequeña bañera descansaba en una de las esquinas, la ducha era enorme, como para que cinco personas se bañaran al mismo tiempo, esta se encontraba en otra esquina, el lavabo ocupaba la mitad de toda la pared izquierda. Diablos! Este baño era mas grande que mi habitación de la casa de mis padres.

Bueno, es hora de ir a trabajar. Tome una rápida ducha, me vestí en tiempo récord, unos jeans, camisa blanca y una pequeña mascada color salmón, tome mi cámara que descansaba en la cama y salí de la habitación.

Recorrí todo el pasillo hasta los elevadores, presione el botón y espere. Por mientras me dedique a responder todos los mensajes de mi celular. La mayoría era de mi madre preguntándome cuando volvería a casa, como estaba y bla bla bla.

Alguien carraspeo a un lado de mi, solté mi teléfono de la impresión pero antes de que mi celular tocara el suelo y se hiciera pedazos, una mano lo atrapo, una mano grande con dedos largos y musculosos.

-Vaya Hottie, no sabia que te asustas con facilidad- dijo esa voz arrogante que conocía a la perfección.

-Rider, cuantas veces tengo que decirte que no me llames Hottie?- dije secamente.

Gire mi cabeza para verlo, era una cabeza mas alto que yo, espalda ancha y musculosa, piernas largas, un pecho muy buen formado al igual que sus brazos. Cabello negro, ojos obscuros, como su cabello, boca y nariz perfectas. Vestía unos vaqueros, una playera negra que se le pegaba al cuerpo como una segunda piel, sus converse negros y su cabello estaba igual que todos los días, desordenado.

-Si quieres puedes tomar una foto, hottie- dijo el, al parecer me había quedado como tonta observándolo.

Fije mi mirada al frente rápidamente, enfadada conmigo misma por siempre quedar hipnotizada con él. Y como no quedar hipnotizada cuando el luce tan... Apetitoso.

Las puertas del elevador se abrieron, me subí rápidamente evitando la mirada de Rider, el se situó junto a mi.

-Vamos hottie! No te enfades!- las puertas del elevador se cerraron- No hay nada que no hayas visto antes- susurro en mi oído y presiono el botón que nos llevaría a recepción.

Di un respingo y me aleje de él, hasta la pared del elevador.

-Rider no empieces- le advertí

-No decías lo mismo ayer por la noche- se acercaba lentamente, puso sus manos en mis caderas e hizo que mi cuerpo quedara frente a el- Según recuerdo, lo que menos querías era que te dejara en paz-

Cruce mis brazos en mi pecho, y baje mi cabeza, esperando que mi cabello húmedo cubriera mi rostro. No quería verlo a los ojos, un solo vistazo y caería rendida a él.

-Mírame- ordeno

No, no lo haría.

-Diablos Vanessa! Mírame- puso una de sus manos en mi rostro y me obligo a levantarlo para que lo mirara.

Mis ojos se encontraron con los suyos, cafe contra negro. Mi respiración se acelero, sus ojos no dejaban los míos. No podía apartar la mirada, sus ojos, brillantes y profundos, me tenia de nuevo. Miro mis labios por unas décimas de segundo y luego volvió a mirarme.

-Mierda- murmuro antes de abalanzarse contra mis labios.

No fue un beso lento, ni delicado , era duro y apasionado. Justo como Rider.
Tomo primero mi labio inferior y lo mordió ligeramente, luego hundió su lengua en mi boca. Reaccione inmediatamente cerrando los ojos y le correspondí el beso, ñenrede mis manos en su cuello y jugaba con su cabello. Me encantaba su cabello. Él por su lado me empujo mas contra la pared, mientras sostenía con ambas manos mis caderas.

-Abre las piernas cariño- murmuro contra mis labios.

Abrí mis piernas sin dejar de besarlo, él me levanto recargándome en la pared mientras que sus manos ahora se encontraban en mi trasero y él entre mis piernas.

¿Cuanto tardaba este elevador en bajar al primer piso? Bueno no me importa, no importa en absoluto. Aunque creo que debe de tardar un buen rato, estábamos en el piso 65 del hotel, donde se encontraban todas las habitaciones mas caras del hotel. Y ¿por que no? A los integrantes de Amnesia les encantaba tener lo mejor, y eso significaba tener las mejores habitaciones. Mimados.

Rider se separo unos segundos para tomar un poco de aire, y me volvió a mirar.

-¿Sabes una cosa? Si no tuviera una entrevista en menos de 1 hora, subiríamos a tu habitación en este instante y terminaríamos lo que hemos empezado- dijo con esa voz ronca que tanto me encanta.

Respiraba rápidamente procesando las palabras de Rider.

-Pero desgraciadamente ya hemos llegado a nuestro destino- el elevador hizo el típico sonido "Ding" que significaba que ya estábamos en recepción.

Me solté rápidamente de Rider y trate de controlar mi respiración. Las puertas del elevador se abrieron y salí rápidamente.

-¡Hey!- me llamo Rider, me gire a verlo- No olvidas algo- levando su mano derecha donde tenia mi celular.

Camine hacia el y estire mi mano.

-Dámelo Rider- le dije seriamente

-Mmm ¿y si no quiero?- pregunto coqueto

-Vas a sufrir las consecuencias- le advertí, no estaba de humor para sus juegos.

-Esta bien- me devolvió mi celular-Te veo esta noche nena-

Paso a un lado de mi y camino hacia el restaurante del hotel.

Whoa, esperen un minuto, Rider dijo "Esta bien" y ya. Tiene que haber una trampa por ahí.

-Por cierto Vanessa- lo sabia, ahí estaba su trampa. Me gire hacia el- Dile a tu madre que no podrás volver a casa la próxima semana. Tenemos un concierto en Los Angeles y te quiero ahí- me ordeno

-¿Sophia no iba a estar contigo?- le pregunte confundida

-Le surgió una sesión fotográfica en Francia de emergencia, estará fuera toda la semana-

-Ya tengo mi boleto y todo planeado Rider, ¡no puedo cancelar así sin mas!- estaba molesta, quiero ir a ver a mi familia.

-No importa, ya te lo pagare después. Pero estarás en Los Angeles. Conmigo.-

-Rider, no...- me interrumpió

-Sin discusiones- señalo irritado.

Se dio media vuelta y entro al restaurante.

Debo de suponer que el día mejorara al pasar las horas. Aunque Rider ya arruino mi mañana, no arruinara el resto.

Con ese ultimo pensamiento me adentre al restaurante, esperando que un poco de comida alegrara un poco mi día.

¿Tú y yo? ¡Jamás!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora