Capitulo 3

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Me acerque lentamente por su espalda, desde aquí podía escuchar como murmuraba molesto. Sonreí de lado, eso es algo que me recuerda a cuando éramos niños; siempre que lo molestaba, se iba murmurando de ese lugar mientras hacia muecas con su cara. Apuesto que en este momento las esta haciendo.

Me recargue en la barra a su lado, jugué con mi mechón azul mientras observaba como lanzaba la comida a su plato.

-¿Terminaste de matar a tu comida?- pregunte en broma

-¿Y tu ya terminaste se besar a todos en la mesa?- respondió molesto

-¡Dios Rider! ¡Solo estábamos jugando!-

-¿En serio?-pregunto con ironía- Parecía que lo disfrutabas demasiado-

-Puff, no entiendo ni porque te molestas. Tu y yo no somos nada-

Me miro por unos segundos, luego volvió su mirada a su plato.

-Tienes razón. No somos nada- una pequeña sonrisa apareció en su rostro- Tengo a Sophia que es mucho mejor que tu, es delgada y fina, no es gorda y dejada como cierta persona-

Deje de jugar con mi cabello, eso dolió.
No podía creer que el dijo eso.

Baje mi cabeza para que no viera las lagrimas que se acumulaban en mis ojos. Sin decir una palabra mas, camine hacia nuestra mesa apresuradamente, quería estar lejos de él, lo mas que se pudiera.

-Lo siento chicos- dije cuando ya estaba en la mesa- Me siento un poco mal el día de hoy, no podré acompañarlos- dije rápidamente.

-¿Estas bien?- pregunto Leo preocupado

-Estoy bien, solo tengo un poco de cólicos - invente la primera excusa que vino a mi cabeza

-Oh....- respondió incomodo

-Esta bien, recuperarte- grito Adam com entusiasmo

-Suerte el día de hoy, los veo en la tarde-

Cuando me gire para salir del restaurante, me di cuenta que Rider estaba detrás de mi. Sin dirigirle la palabra, lo rodee y salí de ahí.
Me dirigí a los elevadores rápidamente, solo quería estar en mi habitación, sola.

Cinco minutos después, deslizaba la tarjeta por la cerradura de la puerta de mi habitación. Entre en ella lentamente mientras la puerta se cerraba detrás de mi.

Camine hasta detenerme frente al gran espejo que habia en la pared. Lentamente retire la mascada color salmón enredada en mi cuello junto mi cámara, las deje en una pequeña mesa que había ahí.

Lentamente levante mi mirada hacia mi reflejo. En el habia una chica de 20 años que abandono la universidad para trabajar con sus amigos, una pequeña chica que apenas media 1.58, cabello castaño obscuro con un pequeño mechón azul, grandes ojos marrones y ahí se acaba lo bonito. De mi cuello para abajo era un desastre, mis caderas anchas y busto pequeño, piernas anchas y pies pequeños.
Yo era todo lo contrario a Sophia. Ella es hermosa y fiel, sin embargo yo soy la que se acuesta con su novio cada ves que él quiere.

Un pequeño sollozo sale de mi, mientras cubro mi boca con mis manos y me arrodillo frente al espejo. Continuo llorando cada ves mas fuerte.

Rider tiene razón, toda la razón.

¿Cuando fue el momento en el que me convertí en esto?

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Unos toques en la puerta me despertaron.

Sin darme cuenta me había quedado dormida en el suelo frente al espejo. Lentamente me levante, mientras estiraba las partes de mi cuerpo, dolía.

¿Tú y yo? ¡Jamás!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora