El duelo a medianoche.

2.3K 150 62
                                    

— ¡CORRAN, CORRAN, CORRAN! — gritó susurrando Fred haciéndose caso a sí mismo y dejando a sus amigos detrás de él.

Lena y George siguieron al pelirrojo mientras le preguntaban cosas como "¿Lo has hecho?", "¿Te descubrió?" y hasta un "Me estoy haciendo pis" por parte del gemelo, pero Fred no se dignó a contestarles y siguió corriendo.

Habían decidido hacerle una broma al profesor de Defensa contra las Artes Oscuras, Quirinus Quirrell, pero algo parecía haber fallado. Los tres chicos se habían pasado desde el primer día diciendo que el turbante que usaba el hombre olía raro y que, probablemente, estaba lleno de ajo para alejar a un vampiro con el cual había tenido algunos conflictos hace tiempo, según contó en una de sus clases.

 Los tres chicos se habían pasado desde el primer día diciendo que el turbante que usaba el hombre olía raro y que, probablemente, estaba lleno de ajo para alejar a un vampiro con el cual había tenido algunos conflictos hace tiempo, según contó en...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Como era de esperarse, el trío no quiso quedarse de brazos cruzados y decidieron descubrir el motivo de aquella maloliente tela. Para su desgracia, Fred había sido elegido como el encargado de entrar en la habitación del profesor por la noche, mientras que los otros dos vigilaban el pasillo.

Los tres chicos continuaron corriendo, hasta llegar por fin a la Sala Común de Gryffindor. La Dama Gorda los reprochó, preguntándoles a dónde estaban a tan tempranas horas de la madrugada, pero la ignoraron y entraron a la cálida habitación.

Los gemelos apoyaron sus manos en sus rodillas, mientras respiraban agitadamente. Lena, en cambio, se lanzó sin piedad al gran sofá escarlata que estaba delante de la chimenea. Levantó la cabeza hacia la pared de enfrente y observó el gran reloj de roble, notando lo temprano que era: 05:18 am.

Giró la vista y vio a través de los cristales de la ventana como el sol comenzaba a salir. Los pelirrojos se sentaron en un espacio libre donde se encontraba la chica. Pasaron los minutos, solo escuchándose sus respiraciones cansadas por la movida anterior, hasta que George habló:

— Y bien, hermano ¿vas a decirnos qué es lo qué viste?  

Lena notó que el rostro de su amigo tenía una expresión asustada, pero a la vez aliviada al haber escapado de lo que había en aquella habitación.

Fred tardó en contestar, parecía estar asimilando cada detalle de lo que había experimentado. Entrecerró sus ojos azules y arrugó levemente la nariz, haciendo que sus pecas se junten. Suspiró y pasó su mirada por ambos espectadores, quienes esperaban que alguna palabra saliera de la boca del chico.

— Es que no sé qué es lo que vi.

Su gemelo casi se cae de espaldas ante tal respuesta, la pelinegra solo lo miró perpleja, para después fruncir el ceño.  

— ¿Qué quieres decir?— preguntó.

— Fue extraño... Cuando entré, lo primero que vi fue al profesor durmiendo. Estaba nervioso, su rostro apuntaba hacia mi, tenía miedo de que despertara y me viera hurgando en su habitación. Seguí caminando como pude hasta ver el turbante sobre un escritorio, así que me dirigí hasta allí, pero no había nada.— tomó aire y continuó— El escritorio estaba del otro lado, a espaldas de Quirrell, y cuando me volteé para poder irme vi... vi una cosa... una cosa en su nuca. 

[EN PAUSA] Lena Dumbledore y la Piedra Filosofal. (LD1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora