[EN PAUSA] Lena Dumbledore y la Piedra Filosofal. (LD1)

Feliz Cumpleaños.

Una mañana de Diciembre, Hogwarts se descubrió cubierto por dos metros de nieve. El lago estaba sólidamente congelado y los gemelos Weasley fueron castigados por hechizar varias bolas de nieve para que siguieran a Quirrell y lo golpearan en la parte de atrás de su turbante. Las pocas lechuzas que habían podido llegar a través del cielo tormentoso para dejar el correo tuvieron que quedar al cuidado de Hagrid hasta recuperarse, antes de volar otra vez.

Con la Navidad, se acercaba el cumpleaños de Lena; para ser más precisos, el 20 de Diciembre. Como el haber sido adoptada no le daba una fecha de nacimiento específica, Dumbledore había decidido ese día ya que estaba cerca de una de sus épocas favoritas del año.

Todos estaban impacientes de que empezaran las vacaciones. Mientras que la sala común de Gryffindor y el Gran Salón tenían las chimeneas encendidas, los pasillos, llenos de corrientes de aire, se habían vuelto helados, y un viento cruel golpeaba las ventanas de las aulas. Lo peor de todo eran las clases del profesor Snape, abajo en las mazmorras, en donde la respiración subía como niebla y los hacía mantenerse lo más cerca posible de sus calderos calientes.

— Len, este año nos quedaremos aquí en Navidad. — comentó George, mientras tomaba una cola de rata y comenzaba a cortarla para incluirla en la poción — Así que no te podrás librar de nosotros esta vez.

La pelinegra sonrió. Serían las primeras fiestas que pasaría con los pelirrojos, ya que en los años anteriores, estos volvían a su casa en vacaciones. Pero esta vez se quedaban, porque el señor y la señora Weasley se marchaban a Rumanía, a visitar a Charlie.

Cuando abandonaron los calabozos, al finalizar la clase de Pociones, Fred y George se dirigieron a la Sala Común, mientras que Lena se dirigió hacia los terrenos del castillo. Caminó por la fría nieve, hasta la entrada del Bosque Prohibido, dónde al instante salió Hagrid arrastrando un enorme pino.

Cada año, desde que ella vivía en Hogwarts, tenían la pequeña "tradición" de buscar el árbol de Navidad juntos, pero al comenzar las clases era muy difícil que puedan coincidir para poder ir al bosque; así que en los últimos dos años, Lena esperó a que el gigante saliera con el pino para poder acompañarlo hasta el interior del colegio. Este año no era la excepción.

— Hola, Hagrid. — saludó — ¿Elegiste el árbol correcto?

— Claro que si, Len. Llegaste antes, últimamente nos encontrábamos en la puerta.

—Ah, si. Snape nos dejó salir unos minutos antes, por suerte. — se pasó una mano por el cabello, el cual estaba siendo azotado por el viento y empezó a caminar a la par del hombre.

Mientras iban caminando por el blanco sendero hacia el castillo, en la puerta aparecieron Harry, Ron y Hermione; temblaban de frío, pero eso no les quitaba la sonrisa inocente de sus rostros.

—Hola, Len. Hagrid ¿Necesitas ayuda? — preguntó el pelirrojo.

— No, va todo bien. Gracias, Ron.