La mayoría de las personas saben que no hay (casi) nada peor que cambiarse de colegio y no conocer a nadie. Y aun peor cuando solo faltan dos años para graduarse; todos ya tienen su grupo de amigos, se conocen desde hace años, y siempre existen esas charlas de "te acuerdas cuando..." en las que no hay forma de integrarse.
¿Por qué tenía que pasarme a mí?
Mis padres habían decidido que mudarse a la que solía ser la casa de mis abuelos era mucho más conveniente para ellos, ya que quedaba más cerca de sus respectivos trabajos... ¿Pero quien pensaba en mí? ¿Y mis amigos?
"No te preocupes, Lana, en unos años cumplirás 18 y podrás mudarte donde quieras" fue la única respuesta que obtuve. Prácticamente me estaban echando de mi casa. De todas formas, prometieron que podía ir a ver a mis amigos todos los fines de semana que quisiera.
[...]
Eche un vistazo al espejo por doceava vez, comprobando de nuevo si lo que tenia puesto me gustaba. Hice una mueca y decidí que estaba bien, ya que lo que menos quería era llamar la atención.
El edificio no quedaba demasiado lejos de mi nueva casa, así que mi mamá me acompaño hasta la esquina.
La verdad, tenía mucho miedo. A pesar de que era el primer día para todos, este era verdaderamente mi primer día en ese colegio.
—Lana —comenzó. Ya me daba una idea de que iba a decir— Se que es difícil empezar en un lugar donde no conoces a nadie... —¿No, en serio? Parecía que me lo recordaba a propósito, para asustarme aun más— Pero no te preocupes ¿de acuerdo? Todo estará bien y harás nuevos amigos —quería reprocharle, pero no podía. Mis padres no eran lo que se llama malos padres, así que me limite a asentir con media sonrisa, saludar a mi madre y emprender mi camino hacia el infierno. Aunque creo que en el infierno la estaban pasando mejor.
Comencé a caminar por el pasillo lleno de gente hablando, gritando, riendo, abrazándose. El lugar era enorme, con muchos pisos y, por lo tanto, muchos alumnos. Me entraron ganas de salir corriendo por la puerta. Vi un papel donde estaban los números de los casilleros asignados y busque el mío.
Finalmente lo había encontrado. Guarde un par de cosas dentro, pero tenía que dirigirme a la administración lo antes posible para que me den mi horario. Aunque no tenía ni idea de donde era. Supuse que lo mejor era preguntarle a alguien.
a) preguntarle al chico con tatuajes vestido de ropa negra a la izquierda (ir al capitulo 2 A)
b) preguntarle al chico sonriente vestido de ropa colorida a la derecha (ir al capitulo 2 B)
c) preguntarle al chico rubio que estaba caminando por el pasillo con muchos papeles en la mano (ir al capitulo 2 C)
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Y ahora, ¿por dónde? (historia interactiva)
Teen FictionLos padres de Lana deciden que es una buena idea mudarse, haciendo que ella tenga que empezar en un nuevo colegio. Aunque, puede que eso no sea tan terrible después de todo. Conocerá muchas personas en este nuevo instituto, pero tú eres el que decid...