Capítulo 13 E

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—La verdad —comencé— Me gustaría ir con Aaron

Craig me parecía simpático y además, era atractivo. ¿Por qué no?

De todas formas, era bastante obvio que no iba a ir con él. Probablemente ya tuviera una cita.

—Yo creo que puedo ayudarte con eso —me aseguro Wendy, guiñando un ojo. Enarque una ceja.

—¿A qué te refieres?

Ella no dijo nada. Se limito a sonreírme y seguido de eso, fue a bailar con los demás en la fiesta.

[...]

La fiesta había estado muy bien, para ser honesta. Me había divertido y creo que todos los demás también.

El lunes había llegado, otra vez. Y ya habían confirmado la fecha del baile. Sería la semana próxima, el jueves. De acuerdo... Era bastante obvio que no conseguiría una pareja para ese día.

Quizá si podría ir sin pareja, pero por otra parte... Esa idea no me agradaba demasiado. Todos allí tendrían una pareja, ¿con quién me quedaría yo? No me daba el coraje para estar sentada en un rincón cerca de la comida mirando a todas las personas bailar y reír y besarse...

Me acerque a mi casillero para sacar los libros que necesitaba, y vi que Aaron estaba a mi lado, haciendo lo mismo que yo.

Entonces se me acerco.

—Hola Lana —dijo, con su sonrisa característica en su rostro. Yo lo mire, mientras sacaba cosas del casillero.

—Hola...

Aaron entrecerró los ojos y se mordió el labio, nervioso. Acto seguido cerró su casillero y se acerco para quedar de frente a mí.

—Lanita, necesito decirte algo...

El hecho de que me diera un apodo hizo que me derrita. Lo mire expectante, sin tener idea de lo que iba a decir.

—Yo... ¿Te gustaría ir al baile conmigo?

La sonrisa de Aaron ya no estaba. En cambio, estaba apretando sus labios, con los ojos cerrados. Me daba ternura.

Me quede helada por lo que fueron muchos segundos. ¿Estaba soñando? Probablemente. ¿Era algún tipo de broma sin gracia? También era una posibilidad.

—Yo... Si, Aaron. Me gustaría ir al baile contigo.

El chico sonrió como nunca. El timbre sonó, y pronto fuimos a nuestras respectivas clases.

Y yo tampoco podía borrar la sonrisa de mi rostro.

Le debía una a Wendy.

(Epilogo B)

Y ahora, ¿por dónde? (historia interactiva)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora