Y ahora, ¿por dónde? (historia interactiva)

Capítulo 2 C

Me adelante al chico que pasaba caminado cerca de mí y lo frene despacio. Era rubio, con ojos grises, o quizá eran verdes, o celestes. Era difícil decir, pero si era atractivo. Tenía pinta de ser el típico mariscal de campo o algo de eso.

—Disculpa, es que soy nueva y...

—Quieres saber donde es la administración —terminó por mí. Yo asentí energéticamente— Sí, lo supuse. Bueno, te explico, giras por allí y están las escaleras. Es en el tercer piso, a la derecha, al fondo del pasillo. Te darás cuenta, es bastante simple ubicarla. Si te vuelves a perder puedes preguntarle a algún otro profesor, ellos seguramente te den una explicación mejor que los alumnos —sonrió de forma amigable. Me quede sorprendida por su amabilidad.

—Oh, bueno, muchas gracias...

—Ah, y yo soy el presidente de mi clase así que si me ves y tienes algo que preguntarme, no lo dudes —anuncio. Si, era obvio. Se veía como esos chicos perfectos que salen con todas las porristas a la vez; en mi antiguo colegio había varios. De todas formas, se había comportado muy amable conmigo. Esperaba que todos los demás en ese lugar fueran así.

—Muchísimas gracias, en serio —le sonreí— Me voy corriendo, gracias de nuevo —dije antes de irme por donde él me había indicado.

[...]

Encontré la administración mucho mas rápido de lo que pensaba. Y cuando finalmente obtuve todo que buscaba, corrí (bueno, camine rápido porque está prohibido correr en los pasillos) hasta la clase de literatura, que era la que tenia primero.

La profesora me saludo con una sonrisa e intento darme una bienvenida algo acogedora, por lo cual hizo que me presente frente a toda la clase.

—Adelante, no seas tímida —dijo sonriéndome. Ya la estaba pasando demasiado mal. De no ser porque todos estaban mirándome expectantes me hubiera negado.

—Mi nombre es Lana Collins... Y me mude hace unos días cerca de aquí —nunca había estado tan nerviosa en mi vida. ¿Que pretendía que dijera esa profesora? Parecía una especie de tortura. Mire a todos en el salón. Estaba el chico rubio que se había presentado como el presidente de la clase, y me sonreía levemente. Creo que estaba algo nerviosa.

—Bueno, puedes sentarte. Y ahora quiero que todos digan sus nombres —anuncio la profesora y se oyeron varias quejas— Vamos, chicos. Así ayudaran a Lana a integrarse, y a mí a recordarlos —sonrió y tome asiento en un banco adelante de todo, el único lugar vacio.

—Yo soy Connor —comenzó una voz masculina. Me gire en el asiento para poder identificarlo. Era el rubio que me había ayudado a ubicarme antes— Bienvenida —sonrió, y yo imite su gesto.

—Excelente Connor —dijo la profesora— Vamos chicos, sigan.

—Mi nombre es Aaron —continuo un chico con ropa colorida y una sonrisa reluciente— Bienvenida, Lana.

—Y yo soy Wendy —anuncio la chica que estaba sentada con él, que tenía el pelo teñido de rosa.

—Soy Ashley, la capitana de las porristas a tu servicio —chillo una rubia bastante bonita de ojos claros.

Uno a uno, todos fueron presentándose. Bueno, todos excepto uno. La profesora lo miro impaciente y el chico de mala gana poso sus ojos en mí.

—Craig —murmuro el pelinegro con el labio perforado que había visto anteriormente. Tenía cara de pocos amigos y no había rastros de que quisiera estar allí.

[...]

Después de algunas clases aburridas en las que los profesores me obligaban a decir mi nombre y apellido en voz alta llego la hora del almuerzo, que era la última hora de ese día, solo por ser el primero.

¿Había algo peor que esa hora? Quiero decir, claro todos amamos la comida y eso, pero cuando todo el mundo se sienta con sus amigos y tú no tienes ninguno... se vuelve algo incomodo.

Tome una bandeja y me serví algo de comida —no demasiada— y eche un vistazo a todo el lugar buscando un sitio en el que pudiera sentarme.

a) en la mesa de una chica rubia de mi clase, que estaba sentada sola (ir al capitulo 3 A)

b) en la mesa de Aaron y Wendy, que estaban con otros compañeros (ir al capitulo 3 B)

c) en la mesa de Connor y Ashley, que también estaban con alumnos mayores (ir al capitulo 3 C)