06-07 -➽[SIX]

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Hacia las cinco de la mañana, el incendio estaba aparentemente dominado. Sin embargo, no se trataba de un incendio normal, no existía ningún procedente, nada comparable.

Las llamas habían desaparecido, pero el corazón nuclear y el grafito continuaban hirviendo a fuego lento.

En la televisión, los propagandistas disfrutaban lanzando sus eslóganes tranquilizadores.

En el momento de la catástrofe, las autoridades fueron completamente incapaces de distribuir tabletas de yodo estable, cuya administración precoz, prolongada durante diez días, impide que el organismo absorba el yodo radiactivo.

Todavía pasaron cerca de dos horas hasta que se autorizó a los bomberos a ir a un local subterráneo donde pudieron lavarse y cambiarse de ropa.

Fue entonces, bajo la luz de los fluorescentes, cuando advirtieron que todos tenían la piel tostada, como después de una larga exposición al sol. Algunos comenzaron a vomitar mezcla de sangre y saliva; varios perdieron el conocimiento. Habían absorbido cantidades de radiación inauditas.

Al día siguiente, los helicopteros tomaron el relevo por oleadas sucesivas, para verter sobre el reactor miles de toneladas de arena, plomo, boro, bórax, arcilla y dolomita.

Los niños observaban fascinados el ballet de esos monstruos de metal, capaces de alojar enormes cargas en sus bodegas.

Finalmente, la ciudad tuvo que ser evacuada. La radio repetía las consignas a los habitantes, que no comprendían nada de lo que ocurría.

Yeon-jun no tenía noticias concretas de su amante desde la anterior noche. Había removido cielo y tierra para encontrarle.

En el hospital número 6, se encontraba Soo-bin.

La melodía de los Jung. El minué de la muerte, haciendo absoluta presencia.

— Quiero verlo... — murmuró.

— ¿Qué es lo que esperas ver? — dijo con tranquilidad el médico —. Está perdiendo el cabello, la piel, basta con darle la vuelta en la cama para que se le suelten trozos enteros. Tiene el cuerpo cubierto de ampollas, vomita sin cesar, sus intestinos no dejan de... Créeme, ya ha pasado al otro lado.

Kai, su amigo de toda la vida, observaba con pesar las lágrimas que resbalaban por las mejillas de Yeon-jun.

범죄 slaughter -➽[TG&YB&YK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora