Durante la noche Alan lanzó piedras a mi ventana, trató de entrar, incluso tocó el timbre para entrar por la puerta pero yo no le contesté, simplemente me dormí. Eso era lo que mejor hacía: ignorar a la gente. Por la mañana me desperté algo triste, nuevamente traicionada... ¿ que tenía el mundo en mi contra?
Como respuesta a mi pensamiento un trueno retumbó por las ventanas. Agarré mi cereal y mi madre como siempre me miraba, mi padre también lo hacía pero yo los ignoraba. El timbre sonó y yo gruñí, seguro era mi ex amigo
- Yo voy- les dije a mis padres. Iba a decirle que se fuera, no quería saber nada de él ni del caso ni de ninguna animadora y...
¿ Que? Al abrir la puerta no me encontré con Alan si no con Abie Hessen, esto no era normal
- Eh... ¿ puedo ayudarte?- le pregunté extrañada
- Tengo helado de limón, tu favorito
- Pasa- dije boquiabierta. Les hice señas a mis muy molestos padres para que me dejaran a solas con la nerd
- Estaba viendo toda esa escena ayer y creí que necesitarías que alguien te anime, estoy aquí
- Valla, aprecio el gesto pero... estoy bien
- Como tu digas
- Pero si quiero el helado
- De acuerdo pero necesito tu ayuda con el caso
- Oh, no. No voy a investigar ningún caso, ya no me interesa- dije frustrada, estaba cansada de todo esto
- ¿ No quieres ganarle a Alan? ¿ y resolverlo antes que tú?
- Yo...
Bueno, ahí cambiaba todo. Nunca me vengue de alguien y no creo que esto se clasifique como venganza pero tal vez así podría demostrarle a ese chico que soy más fuerte de lo que el cree
- De acuerdo- dije- ¿ que debemos hacer?
- Le he dado una dirección falsa al oficial Bob, una que queda como a cuatro horas de aquí. Debemos ir a la casa de Stacy e investigar todo acerca de ella
- Muy buen plan, vamos a averiguar a esa suricata
- ¡ Si! Espera, ¿ suricata?
Me reí con fuerza
- te lo explicaré en el camino- dije entre risas
Al llegar a esa casa... bueno no era la primera vez que estaba allí. Pero si la primera vez que hablaba con los padres de la pelirroja. Ellos nos ofrecieron tazas de té a Abie y a mi
- Entonces... ella no dijo nada antes de ir al baile
- No- respondió la suricata mayor. Si, hablo de su madre que era exactamente igual a su hija
- De acuerdo - continué- y puede decirme...
- Debo trabajar- dijo el padre
- y yo- dijo la madre y ambos se pusieron en sus computadoras
La chica Hessen y yo nos miramos
- ¿ y ahora?- me preguntó
¿ que haría Alan en una situación así? Entonces tuve una día pero era algo arriesgada. No debería hacer esto, 1... 2... 3.. .
Me puse frente de sus computadoras y les dije muy seria
- Su hija fue asesinada y no me iré de aquí hasta que ustedes contesten a mis preguntas
Ellos se encogieron de hombros avergonzados
- De acuerdo
Sonreí. Me gustaría decir que eso valió la pena pero no fue así, no me dijeron nada que yo no supiera ya. No podía con este caso. Abie se fue antes porque Bob descubrió que la dirección era falsa, así que yo salí sola y decepcionada
Cuando iba caminando una fuerte tormenta se desató sobre mí y me costaba avanzar, las gotas de lluvia no me permitían ver y las calles estaban inundadas. Eso sin mencionar el viento que no me dejaba caminar y me traía frío, probablemente amanecería resfriada al día siguiente
Sentí unas manos que me rodeaban y me empujaban, cuando logre distinguir quién era grite como una loca
-¡ Suéltame Jones!- gritaba y empujaba pero él no me soltaba
- Oye, no puedes volver a casa así- dijo él- yo sé donde podemos ir, si quieres ni siquiera te hablaré, pero debes dejar que te ayude
Suspiré frustrada, no tenía opción. Al parecer pasaría el resto de mi día con el engañoso Alan
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Me enseñas a vivir?
Teen FictionUna vida aburrida, siempre siguiendo las reglas y siendo una adolescente cualquiera, un poco anti social y con muchos secretos, hasta que llegó Alan, el chico nuevo. Era mi único amigo y adoraba los misterios, todo cambió cuando decidió meterme en u...