Me enseñas a vivir?

Parte 18: Sospechas...

Alan faltó a clases el día siguiente pero yo ya no tenía tiempo para preocuparme, luego de la clase de bilogía me dirigí a la oficina de Bob donde sabía que encontraría a Abie Hessen sentada 

- Hola- le dije al entrar 

- Hola, Alan me ha contado los detalles sobre anoche, me llamó luego de lo sucedido no hace falta que digas algo- dijo ella dejandome átonita ¿ que iba a decir? 

- No... no vengo por eso- aclaré mi garganta 

- ¿ y porque entonces?- la sonrisa de Abie me sorprendía, era más grande que el gato de Alicia en el país de las maravillas. Yo no quería hablar de lo que había pasado la noce atención porque 1- me arrepentía de salir con Ryan, 2- creo que de algún modo ofendí a mi mejor amigo y 3- todo fue demasiado incómodo 

- Necesito saber en que trabajaba la suricata antes de morir, trabajaba en un artículo sobre algo pero no puedo saber qué y estoy segura de que mister simpatía lo tiene 

Abie rió y se acomodó sus gafas 

- Así es, trabajaba en un artículo sobre Alan, el chico nuevo- de pronto frunció el ceño- no crees que... ¿ el pueda ser el asesino? 

- ¿ Alan? Nunca me lo he cuestionado- me encogí de hombros y comencé a recordar, el había aparecido en el pasillo opuesto en el que estaba el laboratorio de química donde yacía el cuerpo de la suricata, era casi imposible 

- No lo sé, el también fue al baile- se encogió de hombros 

- Así es pero el estaba del otro lado y además... ¿ porque lo haría? El no conocía a Stacy y esto según veo era algo muy bien planeado, había que conocer cada parte de la escuela para realizar el acto y Alan... apenas había estado dos días en ella. 

 - Es cierto, además el asesino robó la cinta de seguridad... ¿ y que me dices tú? ¿ que hacías esa noche? 

- Yo ni siquiera quería ir a ese estúpido baile- gruñí 

- ¿ y porque fuiste? 

- Aún no lo sé 

Luego de clases fui a casa de Alan y su padre me dejó pasar, me dijo que subiera a su habitación... entoncesme di cuenta de que jamás había entrado a su habitación. En la puerta había un cartel que decía " No hay genio sin un gramo de locura- aristotéles" lo que me hizo reír. Toque tres veces y el abrió, estaba en piyama, todo despeinado 

- ¿ Que haces?- le pregunté extrañada 

- Sólo veía algo de televisión, es bueno que los locos descansen su mente, eso hará que tengas nuevas ideas 

Sonreí 

- De acuerdo... ¿ puedo pasar? 

El asintió y entré. La habitación de mi amigo estaba completamente desordenada a comparación de la mía, había ropa y cajas tirados por todo el suelo, los zapatos... bueno, ningún par estaba completo y su cama completamente destendida.Measombró la cantidad de libros... tenía tres bibliotecas completas y un estante de trofeos 

- ¿ De que son esos trofeos?- pregunté 

- Son de... deportes- asintió. Admito que Alan tenía buen físico pero se notaba demasiado que él no era un deportista. Leí la inscripción de los trofeos " Ganador de las olímpiadas matematicas nacionales, septiembre del 2012"- ¿ terminaste? 

Me sobresalté 

- ¿ eres un genio?- pregunté extrañada 

- Tal vez... tal vez no 

- ¿ Estas furioso por lo que ocurrió ayer?- pregunté extrañada 

- No Grace, no es eso, solo me siento algo triste 

Me senté sobre el suelo y suspiré 

- A veces no te entiendo- dije y me senté en el suelo 

- Yo nunca logro entenderme 

- Alan... ¿ que te sucede?- pregunté a más preocupada- puedes decirme, para eso estoy ¿ cierto? 

- Es sólo que... la vida no es como uno quiere que sea, de hecho es todo lo contrario y a veces me gustaría poder moldearla a mi gusto, que todo sea como yo quiero 

- ¿ Y no es eso lo que haces cada día? 

- Es lo que intento pero hay cosas que jamás he logrado 

- ¿ Como por el ejemplo? 

- Jamás tuve una novia- sonrió tristemente y yo abrí los ojos como platos 

- No creo que sea necesario eso para ser feliz. Yo no tengo novio y... oye ¿ y ashley? 

- Hablo de una novia que me quiera 

- ¿ Y ese es tu problema? 

- Mi problema es que quiero que alguien me quiera y esa persona no lo hace 

Nos quedamos mirando unos cuantos segundos hasta que me levanté, besé su mejilla y le dije: 

- Si alguien no te quiere entonces se está perdiendo de mucho 

Y luego me fui sin esperar respuesta pero pude imaginar que el se quedó sonriendo. La verdad Alan no staba bien emocionalmente así que debía buscar más pistas para el caso yo sola. Luego miré por la ventana de mi habitación  y lo vi a él mirandome 

- Grace, gracias 

- Agh, no lo digas, sabes que odio lo cursi 

- Por lo que acabas de decir no se nota 

- No hagas que me arrepienta- dije entre dientes- no lo menciones, nunca, jamás con nadie 

Él se rió 

- No lo diré a nadie, será nuestro secreto 

- ¿ más cursilerías? 

- De acuerdo, sólo dejáme decirte algo más 

- ¿ que? 

- Eres una gran persona, nunca dudes de eso- y luego de decir eso, cerro su ventana pero abrió un nuevo camino que aparecía ante mí: el amor. Estaba, me guste o no, enamorada de Alan