Capítulo 31: Heaven

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Ok, yo lo acepto. Esta es la idea más tonta que he tenido en toda mi existencia, excepto tal vez la vez que le dije a una compañera que el chico con ella que estaba, yo le había gustado en segundo de primaria y tal vez no hubiera sido muy tonto si hubiéramos estado en tercero de primaria, pero no, se lo dije diez años después y para ese entonces era muy, pero muy tonto. Aun no tengo la más mínima idea de por qué hice eso. Aun no tengo la más mínima idea de porque confié en Alec, tal vez fue porque él se veía muy mal tras la muerte de Marcus, tal vez es esa idea que tengo que la gente puede cambiar y que me rehúso a olvidar a pesar de que me han demostrado muchas veces que eso no sucede, tal vez fue el hecho que él en realidad me ayudó durante la invasión a Aureum, o él es simplemente la mejor manera de llegar a Brent. Pues bien, había logrado llegar con él; y ahora simplemente no tenía idea de que hacer. Después de todo estaba encerrada en un lugar completa y absolutamente oscuro, donde no entraba ni el sonido y todo lo que podía sentir era la fría piedra a mi alrededor y el único sonido que tenía era el de mis pensamientos diciendo que buscara como escapar.

Claro que si pensamientos, abriré la puerta invisible que está a mi derecha y saldremos a saludar a los tyfourds que están haciendo guardia, tal vez después de una partida de ocho locos quieran salir a dar un paseo al aire libre y me lleven con ellos, para ese entonces seremos los mejores amigos del mundo y me dirán como encontrar un portal para regresar a Aureum.

Me puse de pie por trigésima vez y empecé a examinar las paredes que me rodeaban con las manos, cualquier cambio de textura podría señalarme una puerta, pero al igual que la última vez, fue inútil. Yo sabía que la puerta era de piedra y había buscado ranuras, la primera vez que examiné las paredes, pero había encontrado ranuras cada dos centímetros, además no había forma que moviera una puerta de piedra solo empujándola, después de todo se habían necesitado cinco tyfourds para cerrarla y uno que vigilara que no escapara, el cual a pesar de mis intentos de dejarlo inconsciente se había ido muy sonriente a pasear por ahí.

Escuché un ruido y luego vi una ranura de luz. Esa sola ranura logró cegarme. Cerré los ojos y puse atención. Ellos estaban abriendo la puerta, sería mi momento de escapar a donde sea que fuera. Escuché los pasos acercarse, eran dos. Esperé hasta que uno de ellos que cogiera, cuando lo hizo supe exactamente en qué lugar estaba y pude golpearlo, lo escuche caer de rodillas y antes que el otro pudiera reaccionar entre abrí los ojos y empecé a correr. No tenía la más mínima idea de a dónde iba pero a algún lugar tenía que llegar, este lugar tenía que tener una salida. Pero al no escuchar pasos detrás de mí, me di cuenta que ellos no estaban preocupados por si escapaba. Tal vez ellos sabían que no podía escapar, me detuve de golpe y presté atención. Era una colección de túneles, pero solo a través de uno se veía la luz al final. Corrí a través de ese y cuando salí a la luz supe porque ellos no estaban preocupados por que escapara, después de todo no podía volar y no había manera de que escalara toda la chimenea del volcán en cuyo interior estaba. ¿Por qué los malos de la vida real no podían ser tan tontos como los de los libros?

—¿Estiraste las piernas? —preguntó Brent a mi espalda

—Si —respondí, pensando en una salida alternativa

—No te molestes cariño —rio él — la única forma de entrar y salir de aquí es yendo a través de toda la chimenea

—No me llames cariño Brent — respondí asegurándome que mi voz destilara hielo —¿Por qué encerrarme si sabes que no puedo salir?

—Es parte de la diversión de ser malo cariño —respondió él

Mi puño estaba en su cara antes de que él reaccionara

—No me llames cariño Brent —volví a decir —a no ser que seas masoquista

—No cariño —dijo tomándome del brazo y torciéndolo hasta que él logró ponerse a mi espalda —a mí me va más el sado —dijo a mi oído

—Eres repugnante —dije apretando los dientes

—Y tu hueles muy bien —dijo pasando su nariz por mi oreja —tal vez considere pasar una noche contigo

—Primero muerta —dije y luego logre salir de su agarre

—Nunca he probado la necrofilia —dijo sonriente serás mi primera vez en eso, pero antes me llevaras a nebulosa, y cuando te mate junto al túnel podrás hacerme los honores

—No te llevaré a nebulosa

—Claro que lo harás —dijo sonriente

—¿Y cómo planeas que llegue si no tengo la más mínima idea de dónde está?

—Tus poderes nos guiaran

—¿Es alguna especie de broma? —dije de pésimo humor —no tengo poderes

—Aun —dijo el —después de todo aun los tengo aquí —dijo enseñándome la cadena —una verdadera lastima que lo perdieras en el lago, podría haber sido más fácil para ti

Me lancé sobre él y con un golpe la cadena estaba en el piso, antes de que pudiera cogerla sentí las duras manos de Brent en mi cintura y luego me estrellé contra la chimenea del volcán, sentí algo caliente cayendo por mi nuca y me rehusé a darle importancia. Me aleje de la pared algo mareada y logré encajar mi codo en el costado de Brent quien estaba distraído tratando de coger la cadena. El cayó al piso no sin antes barrerme con su pierna, con lo aturdida que estaba no pude caer bien y mi cabeza se estrelló de nuevo en el suelo. Sentí a Brent sobre mí y con una de mis rodillas logré golpearlo y lograr que se alejara de mí. Me puse de pie más lento de lo que hubiera querido, no podía ver bien y el calor estaba empapando mi espalda, no toqué el líquido que caía por miedo a lo que pudiera encontrar. Brent ya estaba de pie a mi lado y trataba de lanzarme al piso de nuevo, logré darle un golpe en la cabeza antes de que él me tumbara, justo a mi lado estaba la cadena así que la cogí, toda mi esperanza estaba en que la magia, mi magia dentro de la cadena me envolviera pero eso no sucedía y tenía a Brent de nuevo sobre mí, tomó mi cabello en la mano y con ellos tiró de mi hasta ponerme de pie de nuevo, guarde la cadena en el bolsillo y traté de apoyar los pies en el suelo, pero no lo sentí, el dolor en mi cabeza aumentaba y se hacía insoportable. Solo tenía la impresión de que Brent se hacía más alto cada vez y yo no estaba segura si era por lo borroso que estaba viendo.

—¡Maldita guardiana! —gritó antes de soltarme

Sentí el aire correr por mi cara, no estaba cerca al piso, de eso estaba segura, estaba lo suficientemente lejos como para que esta caída me matara. Así no acabará mi vida pensé. Pero no había forma que pudiera caer bien, veía todo demasiado borroso como para saber que me esperaba en el suelo.

Cerré los ojos. Moriría así. Y sentí el golpe.

Pues bien, hace mucho que no dejaba una nota. Es solo para decirles que aquí tenemos una inesperada muerte. Tengan un gran día todos 😊

La guardiana del tiempo y la llave del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora