Capítulo 10: Derek

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Habían pasado dos semanas desde que vi a Heaven por última vez. Una semana desde que los tyfourds la secuestraron. Tres días desde que nos enteramos que Erin estaba con los tyfourds. Dos horas desde que me avisaron que ella había decidido hablar. Un minuto desde que había hecho la única pregunta cuya respuesta me interesaba saber.

¿En dónde está Heaven? ─Erin estaba muy asustada, pero eso no me importaba

Yo... no... lo sé ─dijo tartamudeando

¿Cómo que no lo sabes? ─estaba luchando por contener mi ira

Ellos... ellos nunca me lo dijeron ─ella empezó a llorar

─¡A la mierda con eso! ─grité agarrando los lados de la silla en donde estaba ella

Derek ─gruñó Gabriel detrás de mí

Lo siento ─ lloriqueó Erin ─ellos no me dijeron mucho, ellos no confiaban en mi

Sabes que ─dije acercándome más a ella ─yo tampoco confío en ti

¡Derek, fuera! ─ordenó Gabriel

Lo siento me gustaría saber más, tener más que decirles ─empecé a caminar hacia la puerta ─Derek ─  no voltee ─lo siento, no sabía que ella fuera tan importante

Gruñí en respuesta mientras cerraba la puerta a mis espaldas. Caminé al cuarto de al lado y entré. Me encontré con Alec, él estaba sentado esperando a que todo acabara.

¿Qué haces? ─preguntó cuándo vio que me acerqué al espejo, pues había encontrado una forma de ver el interrogatorio

Veré el interrogatorio

Te botaron ─dijo

Me dijeron que salga, nunca me pidieron que no escuchara o viera, técnicamente no estoy haciendo nada ─dije

─Ok, está bien por mi.

Erin seguía llorando, Kiara estaba a su lado tratando de tranquilizarla. Ellos habían dejado que yo preguntara primero, pero estaba seguro que ahora se arrepentían de eso. Kiara usó un poco de su magia para calmarla y ella empezó a respirar con más normalidad. Gabriel habló

¿Cómo te contactaste con los tyfourds?

Yo─  dijo sorbiendo por la nariz ─  yo estaba caminado, como alguien normal no tengo muchas aventuras, mi vida es bastante aburrida y no tengo familia. Alexis se volvió mi amiga, ella se volvió en lo único que yo tenía. Confiaba mucho en ella. Pasaron meses antes de que ella dijera que tenía que irse. Ella me contaba todo, pero nunca habló de su trabajo, ella solo decía que estaba de vacaciones y después cuando me dijo que tenía que irse, que iba a tener que vivir en otro país. Yo no sabía qué hacer. Le pedí que me dijera su nueva dirección para visitarla pero ella solo se reusó. Decía que no le estaba permitido y que solo conocería su ubicación si trabajaba con ella ─  ella estaba más calmada y había dejado de llorar ─  ella me había dicho que tendría que pasar una prueba para poder trabajar con ella. Pensé que sería una entrevista, pero en su lugar me pidieron hacer algo. Yo tenía que venir.

¿Ellos te ordenaron venir? ¿Por qué? ─preguntó Gabriel. Aunque estaba seguro que él pensaba que toda esta historia había sido ensayada.

No lo sé ─ respondió ─  no debía preguntar. Yo solo hice lo que me pidieron y ahora siento que fui muy tonta al creer tan facilmente

La guardiana del tiempo y la llave del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora