Capítulo I. Nueva vida, Nueva escuela

133 6 0
                                    

8 de enero de 2017.

El descenso, según todo aquel ángel que posee alas, cosa que yo AÚN no tengo, sí, la vida es triste para algunos, duele mucho, ya que, durante el descenso para que los terrenales no descubran el mundo donde se supone que habitan, los ángeles deben despojarse de lo que sería su posesión más preciada, sip, las alas son la posesión más preciada de todo ángel, nos enseñan desde que somos jóvenes que estás representan no sólo la hermosura y elegancia que poseemos, sino también representan todo lo que somos, son nuestra mejor arma a la hora de pelear. En el mundo Terrenal hay dos maneras de andar, como simples terrenales dispuestos a comenzar un nuevo día a día, o, en nuestra forma de ángel, cuando estás en tu forma celestial, es decir, como ángel, no eres visto por los humanos, eres una especie de fantasma, sólo los ángeles y demonios podemos ver a las distintas criaturas que habitan en este mundo, fantasmas, almas, hadas, ogros, duendes, elfos, sirenas, dragones, sí, ese tipo de cosas también existen, y sólo nosotros los podemos ver, a no ser que estos se dejen ver por los terrenales, lo cual es una violación a las reglas creadas luego de la guerra de los terrenales contra la magia en el 203 después de Fantasía, les explicaré luego eso. Como sea, la mejor manera de estar como guardián es como un simple terrenal en el mundo, y eso es precisamente lo que somos ahora. Al realizar el descenso, te vuelves un humano, no completamente, tus alas desaparecen de ti, es como si no estuvieran, claro que en ciertos momentos, cuando tu poder está concentrado puedes sacarlas y utilizarlas, o cuando es realmente muy necesario para huir por cualquier razón.

En el mundo Terrenal nuestras formas son muy distintas a las que estamos acostumbrados a tener en el cielo, generalmente mi cabello es blanco como la más pura nieve, aunque como caso extra tiene mechones morados, un extraño tono para cualquier ángel, aquí en la Tierra mi cabello es castaño claro con ligeros mechones más claros, como reflejos, en el cielo, mis ojos suelen ser morados con pizcas negras, aquí en la Tierra son marrones oscuro, mi cuerpo puedo decir que está en muy buenas proporciones y tiene la fuerza suficiente para poder estar bien armada en cualquier momento. Mis padres también están muy cambiados a como suelen ser en el cielo, en el cielo mi madre posee la piel más clara y perfecta, además de su hermoso cabello dorado y sus ojos ámbar, mientras mi padre también posee una cutis blanca y un poco menos tersa que la de mi progenitora, su cabello es blanco, pero no tanto como el mío y sus ojos suelen variar, mi padre posee el poder de ver el aura de las personas en el cielo, es un poder de los ángeles del alma, son ángeles cuyos dones varían muy delicadamente, algunos pueden controlar a las personas, otras tan sólo pueden ver su forma de ser, como mi padre, un don muy bonito a mi parecer; pero, aquí en el mundo Terrenal, mi madre y mi padre tienen una piel bronceada, el cabello dorado de mi madre cambia a ser un rubio y sus ojos cambian a marrón, mientras que mi padre tiene el cabello castaño y los ojos pasan a simplemente quedarse siendo azules, a simple vista pareciese que me parezco más a mi padre que a mi madre exceptuando mis ojos, ambos tienen buenas proporciones, parecen sacados de revista los dos.

Está sería además la primera vez que salgo de la protección que me brinda el cielo, así es, los menores de 20 años no tienen permitido salir a explorar el mundo humano, puesto que es la edad de veinte cuando sus dotes de guerreros son más experimentados y practicados, además que generalmente las alas suelen aparecer cuando estos poseen alrededor de 15 años, por lo tanto pasan cinco años más en el cielo experimentando las capacidades de sus nuevos poderes, luego cuando él o la ángel cumple veinte años recibe lo que sería su pase a "La elección", donde puede decidir entre las distintas maneras en las cuales puede contribuir con su raza, están los ángeles celestiales, que son aquellos que deciden trabajar en los juzgados mágicos, es decir, los que están al mando del cielo; luego de estos los ángeles protectores, que como su nombre lo dice se encargan de proteger el cielo; después están los luchadores, que son los que se enfrentan en la guerra; los exploradores, estos son los que indican cuales son las zonas donde se encuentran las colonias de las criaturas y más que todo viven en el mundo Terrenal en su formal ángel; finalmente se encuentran los desterrados, estos, para mi pesar, son aquellos que no encajan en ninguna de las antiguas clasificaciones por distintas razones y por lo cual son enviados al mundo Terrenal como simples terrenales, aún siguen teniendo sus alas y como desterrados generalmente tienden a volverse gente sabia que ayuda de vez en cuando en la protección de las criaturas, después de todo, siguen siendo ángeles. Claro que todas estas depende del tipo de ángel que seas al obtener tus alas, tus poderes varían también en conjunto con esto, mi padre al ser un ángel del alma se le hace más sencillo ser un protector que un luchador, pero mi madre es su complemento, mi madre es un ángel elemental, estos ángeles son los que generalmente se deciden por ser luchadores, ya que sus habilidades para la lucha son más determinantes y fuertes que cualquier otro tipo de ángel, suelen controlar los elementos en su nivel original, en el caso de mi madre, el elemento que ella domina es el agua, lo que hace que sus alas tengan una ligera coloración azul. Al ser mi primera vez como terrenal, digamos que es algo complicado controlar lo que sería mi nuevo cuerpo, claro, en el cielo siempre nos enseñan todo acerca de este mundo, por si acaso alguno de los de nuestra generación llega a graduarse como ángel explorador o luchador¸ estar preparado para lo que depara este mundo, por lo tanto se debe conocer todos los idiomas que hay en esta tierra, además de las distintas costumbres y tradiciones de cada tierra y el tipo de personas que puedes encontrarte.

Ángeles Protectores: El Collar Fantasía (Saga AP #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora